La OEA amenaza al régimen de Ortega con la expulsión de Nicaragua.

Un mural de Daniel ortega, en la ciudad de Estelí.



Por Carlos Salinas
El secretario general, Luis Almagro, afirma que “buscará” la justicia internacional para que sean juzgados los responsables de los crímenes contra civiles en el país centroamericano.

Almagro dice que se trata de una medida urgente para presionar al Gobierno de Ortega a respetar la institucionalidad en un país sumido en una profunda crisis política, que ha dejado más de 325 muertos desde abril, cuando comenzaron las protestas contra Ortega. 

Almagro, además, dijo que la OEA “buscará” la justicia internacional para que sean juzgados los responsables de los crímenes contra civiles en este país centroamericano.

En una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA celebrada este jueves en Washington, Almagro dijo que se veía “obligado” a empezar el proceso de aplicación de ese documento jurídico continental, creado para preservar el orden institucional cuando en un país de la región se establezca que ha habido una ruptura en el orden constitucional, lo que implicaría, en el caso de Nicaragua, que quedaría fuera de la organización y tendría para el país consecuencias políticas y económicas.

La aplicación de la carta, sin embargo, requiere antes gestiones diplomáticas.

El artículo 21 de dicho documento establece que “cuando la Asamblea General (máximo órgano de la OEA), convocada a un período extraordinario de sesiones, constate que se ha producido la ruptura del orden democrático en un Estado Miembro y que las gestiones diplomáticas han sido infructuosas, conforme a la Carta de la OEA tomará la decisión de suspender a dicho Estado Miembro del ejercicio de su derecho de participación en la OEA con el voto afirmativo de los dos tercios de los Estados Miembros.

La suspensión entrará en vigor de inmediato”.

Para Almagro, las violaciones a los derechos humanos, la deriva autoritaria de Daniel Ortega, la expulsión de observadores internacionales de Nicaragua y la persecución contra la disidencia, exigen una respuesta contundente de parte de las naciones que conforman la OEA.

La solución todavía es política y diplomática y contamos con los instrumentos normativos interamericanos para abordarla y que, para bien o para mal, los incluye a ustedes, a su Gobierno”, dijo Almagro en un discurso en el que trató con dureza a Ortega, a quien señaló de haber optado por el camino de la “dictadura”.

El secretario general afirmó que “el futuro de Nicaragua no puede ser uno con un Ortega dictador, qué bueno sería con un Ortega demócrata. 

Esto no es un juego político, se trata de la vida y derechos de los nicaragüenses. Al comenzar el camino para la Carta Democrática Interamericana se abre un camino para que su Gobierno reconsidere sus acciones. 

La carta así lo prevé. Quisiera aferrarme a esa última esperanza”, exigió Almagro.


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