Ministerio Público pide un año de cárcel a 4 policías y tres civiles asesinaron a golpes al joven David de los Santos.
Fiscal Magali Sánchez deplora la litigación temeraria de la defensa técnica de los imputados.
El Ministerio Público exigió
un año de cárcel contra cuatro policías y tres civiles por haber asesinado
a golpes y esposado al maestro de Educación Física, David de la Cruz, cuando
estaba detenido en el cuartel del ensanche Naco en Santo Domingo.
Los acusados son el capitán
Domingo Alberto Rodríguez Rodríguez; segundo teniente Germán García de la Cruz;
cabo Alfonso Decena Hernández; raso San Manuel González García y los civiles
Santiago Mateo Victoriano, Michael Pérez Ramos y Jean Carlos Martínez Peña.
La fiscal Magali Sánchez, litigante
del Ministerio Público, dijo: “Estamos solicitando un año de prisión
preventiva, que es el máximo en casos normales, que no son complejos, el máximo
de la prisión preventiva”.
Una nota del Ministerio
Público señala que Sánchez habló con la prensa luego de que las defensas
de los imputados recusaran al juez Pablo Imbert Rosario, de la Oficina Judicial
de Servicios de Atención Permanente del Distrito Nacional, quien conoce la
solicitud de medida de coerción del Ministerio Público.
“El Ministerio Público,
como ya ustedes saben, ha solicitado la medida de coerción de prisión
preventiva en contra de siete imputados por la muerte del joven David
de los Santos Correa. El día de hoy también estaba fijado un anticipo de
pruebas para escuchar el testimonio de un testigo que es extranjero”, dijo.
Calificó la recusación del
juez como una táctica dilatoria.
“La defensa, utilizando
tácticas dilatorias e inclusive algunos de los abogados fueron condenados por
litigación temeraria a 15 días de salario”, expuso.
“Uno de los otros abogados
fue invitado a que se retirara del salón de audiencia por todas las tácticas
dilatorias que han utilizado las defensas técnicas para que no se realice el
anticipo de pruebas y para que no se conozca la medida de coerción”, dijo.
El abogado Heriberto
González Lora, representante del destituido raso de la Policía
Nacional, Sari Manuel Gonzales García, recusó al juez Pablo Imbert Rosario
debido a los incidentes ocurridos en audiencia y porque el magistrado no acogió
ninguno de los pedimentos de la defensa técnica de los señalados.
La fiscal se mostró
esperanzada en que la corte rechace la recusación. También aspira a que se
conozca el anticipo de pruebas que solicita el Ministerio Público.
Insistió en que “no hay
fundamento alguno para recusar el juez que instruía la audiencia. El único
fundamento es que ellos no quieren que se conozca el anticipo ni la medida de
coerción”.
Cómo sucedió el caso
Los agentes imputados
llevaron a la víctima al destacamento de Naco el pasado 27 de abril, tras
arrestarlo en Ágora Mall, en donde la seguridad de la plaza comercial lo había
esposado y retenido en un cuarto.
El expediente indica que los
civiles Mateo Victoriano, Pérez Ramos y Martínez Peña se asociaron con los
policías para matar a la víctima, ya que le propinaron múltiples golpes
contusos en el cráneo y en distintas partes del cuerpo.
Según el Ministerio
Público, la muerte fue provocada con el concurso de los imputados miembros de
la Policía Nacional, por la acción de encerrarlo de manera ilegal, con las
manos esposadas hacia atrás y por omisión a su deber de posición de garante, ya
que, contrario a actuar conforme al derecho, los agentes faltaron a su obligación
y materializaron una conducta de coautores frente a los actos de tortura o
barbarie cometido contra De los Santos Correa.
El Ministerio Público establece
que cuando los tres detenidos golpeaban a la víctima, en vez de intervenir para
garantizar su integridad, los agentes policiales procedieron a esparcir gas
pimienta en la celda, lo que evidencia que “siempre tuvieron control de la
situación, conocimiento, pero sobre todo que participaron de manera activa para
aportar las condiciones activas a la materialización del tipo penal imputado,
por lo que se configura la coautoría de la acción”.
Detalla que los agentes
policiales diligenciaron con el Sistema de Emergencias 9-1-1 el traslado de la
víctima al hospital Francisco Moscoso Puello, en donde, el 29 de abril, sus
familiares lo localizaron y gestionaron su traslado al Darío Contreras, en
donde falleció el día 1 de mayo, "fruto de los actos de tortura y barbarie
inferidos por parte de los imputados".
Además de ser coautores de
actos de tortura, barbarie, los policías mintieron a los familiares de la
víctima, a quienes indicaron que el joven se encontraba bien en manos del Ministerio
Público, aunque nunca lo presentaron a un fiscal.
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