Voces y ecos
Con
el Gobierno de Luis Abinader, el Ministerio de Educación inició una política
cultural que está llamada a marcar nuevos rumbos en el quehacer educativo y que
sin duda alguna contribuirá a mejorar la sociedad dominicana. Todo lo que nos
falta para ser mejores depende de la calidad de nuestra educación. La educación
se completa con la lectura habitual.
Entre
las acciones emprendidas destaca el plan “Dominicana lee”, apoyado
decididamente por el entonces ministro, Roberto Fulcar, y ejecutado por la
Dirección General de Cultura, a cargo del escritor Luis R. Santos. Santos concibió el proyecto y se lo presentó a Luis
Abinader, antes de que éste fuera elegido. El Presidente lo vio bien.
El
plan Dominicana lee gira sobre un eje estratégico: mejoramiento sostenido de la
calidad del servicio de educación. Nadie
mínimamente informado puede dudar de que una de las fallas de nuestro sistema
educativo se expresa en las carencias intelectivas de los estudiantes. Es escasa su comprensión lectora, y sin eso
es imposible la buena educación.
Comprenden
poco porque leen poco, no ejercitan el entendimiento. Aquí hace falta con
urgencia conseguir que los estudiantes de todos los niveles aprecien la lectura
como una opción favorable. Para los educadores es un compromiso ético promover
esta acción a fin de lograr que los chicos amplíen sus capacidades comunicativa
y comprensiva.
A
quien no sepa leer le resultará tortuoso adquirir conocimientos, a no ser
actividades manuales o la práctica de juegos rudos: boxeo, beisbol o
baloncesto, por ejemplo. Es penoso
admitirlo, pero abundan entre nuestros estudiantes, incluso los universitarios,
individuos con notable insuficiencia verbal. Carecen de lectura.
Dominicana
lee ha desarrollado un calendario de actividades con el propósito de establecer
la promoción del libro y la lectura como un espacio permanente de
enriquecimiento cultural de los estudiantes, los maestros y los bibliotecarios
escolares. Me consta que el Plan se ha movido por el país y ha logrado la
democratización del libro.
Un informe
del Ministerio de Educación señala, entre los resultados del programa, el haber
impactado directamente a 24,000 estudiantes, 700 docentes de lengua española y
400 bibliotecarios con la aplicación de actividades como la capacitación a
docentes y bibliotecarios en estrategias de mediación lectora.
Por
igual, se han establecido decenas de “Puntos de Lectura”, a través de los
cuales se han prestado y donado miles de ejemplares de libros. Dominicana lee
debe seguir, esta vez bajo la competente regencia del maestro Ángel Hernández y
la ejecución de Luis R. Santos, a quien nunca se le vio más enamorado de un
proyecto. Todo sea por la calidad de la educación.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio