Vecinos del ensanche La Fe en Santiago Oeste denuncian hedor cloacal por falta de sistema
Por Marcelo Peralta
Santiago Oeste, R.D.- Vecinos de la calle 50 y Penetración en el ensanche La Fe, zona sur en Santiago Oeste, exigen auxilio del gobierno de Luis Abinader debido a las deplorables condiciones de promiscuidad, hedor cloacal, agua contaminada y con limitaciones ambientales en las que viven.
Demandan del gobierno de Luis Abinader ordenar la terminación vía la Corporación del Acueducto del colector cloacal, promesa que data del año 2021.
También reclaman resolver la insalubridad y contaminación ambiental debido al hedor que generan los inodoros que perjudica a decenas de familias, porque no existe el sistema de alcantarillados de Coraasan en esa barriada.
Igual, demandan del ministro de Obras Pública, ingeniero Eduardo Estrella que disponga el asfaltado de sus calles, ya que en tiempos de sequía la polvareda ocasiona enfermedades y cuando llueve no pueden salir de las casas por lodazal.
Instan al director distrital Eddy Baez ordenar a las brigadas extender el retiro de desechos sólidos hasta la calle 50, la Penetración y sus entornos.
Reclaman al director distrital Eddy Baez gestionar con directivos del Sindicato de Choferes de la ruta F la extensión de sus unidades hasta la calle 50 y la Penetración.
Deplora la situación sanitaria que definen de crítica porque ha provocado el colapso ambiental debido a la falta de red cloacal y los inodoros no funcionan, obligando a los moradores a abandonar sus hogares y mudarse a casas alquiladas.
Aseguran que viven rodeados de un olor nauseabundo constante, sin acceso a agua potable en condiciones adecuadas, esperando que sus reclamos sean atendidos cuanto antes.
Relatan que el hedor proveniente de las cañerías invade los hogares, también el ambiente exterior, advirtiendo que hay época que tienen que vivir encerrados, impedir que hasta puedan abrir puertas y las ventanas para no asfixiarse del hedor.
“Usted acciona la palanca del inodoro y brota las materias fecales y agua tratada”, contó una vecina.
“Tampoco podemos ventilar, porque el olor en la calle es peor”, en alusión a una realidad compartida en la cuadra.
Deploran los desbordes de los inodoros, líquidos estancados, agua rebalsada en materia fecal, registros colapsados, porque estamos viviendo en condiciones urbanas propias de principios del siglo pasado.
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