A las víctimas de violencia hay que ayudarlas
Por Sarah LeTrent
(CNN) — Cuando una discusión en casa entre Gina y su novio se intensificó hace más de 20 años, él se puso violento.
La amiga de Gina, Shawna, quien había ido a ver cómo estaba, tomó el teléfono para llamar a la policía. El novio de Gina redireccionó su enojo.
Cuando Gina vio cómo su pareja golpeaba a Shawna con el teléfono, todo quedó claro. “Fue una revelación de lo que me había hecho”, dijo Gina.
A diferencia de Gina, Shawna no se acobardó cuando el hombre perdió los estribos. Entre ambas lo ahuyentaron.
“En ese momento vi que no era superhumano. Dos chicas bastante delgadas pudieron dominarlo”, dijo Gina. (CNN no utiliza sus apellidos, para proteger su privacidad).
Shawna le había dicho a Gina una y otra vez que su pareja era abusiva.
“Inventé todo tipo de excusas por él: estaba estresado, tuvo un mal día, etc. La mayoría de las veces me culpaba a mí misma por eso”, dijo Gina.
Inspirada por Shawna, Gina acudió a la policía. Su relación de casi dos años terminó.
“Me rodeé de amigos, me mantuve ocupada, pero logré sanearme mentalmente hasta años después”, dijo Gina.
Desde el punto de vista externo, la solución a la violencia doméstica es muy clara: solo vete. Para quienes son lastimados física y emocionalmente, esa perspectiva de cero tolerancia no es tan clara, y eso crea una desconexión entre las personas de quienes se abusa y quienes se preocupan por ellos.
Cuando las estrellas de pop Chris Brown y Rihanna fueron vistos acaramelados en un partido de los Lakers en Navidad, muchos se quedaron confundidos o disgustados por el romance potencialmente reavivado.
“Cuando la golpee de nuevo (solo es cuestión de tiempo), no sentiré pena por ella. Solo un idiota mete su cabeza en la boca del león DOS VECES para ver si el león muerde”, comentó el lector de CNN, Daverelentless.
Brown fue sentenciado en agosto de 2009 por golpear a Rihanna, quien entonces era su novia. Estuvo en libertad condicional, hizo 1,400 horas de servicio comunitario y un curso de 52 semanas sobre la violencia doméstica.
Los testigos de relaciones abusivas a menudo preguntan: ¿por qué vuelven?
Katie Ray-Jones, presidenta de la Línea Telefónica Nacional de Violencia Doméstica y de la Línea de Ayuda Nacional de Abuso en Relaciones (ambas en Estados Unidos), dice que hay innumerables razones por las cuales una víctima vuelve o permanece en una relación abusiva: baja autoestima, preocupaciones financieras, temor a represalias del abusador por abandonarlo, incluso amor.
Los amigos y familiares a menudo son una parte integral de la salida de la víctima. De acuerdo con Ray-Jones, los seres queridos del abusado son las segundas personas que más frecuente llaman a la línea de ayuda de su organización, detrás de los propios abusados.
“¿Qué podemos hacer? No quiere dejarlo”, preguntan.
Solo el 3% de los que llaman a la línea telefónica son hombres, aunque la violencia doméstica también les afecta.
Ray-Jones dijo que una mujer abusada dejará una relación aproximadamente siete veces, antes de hacerlo definitivamente. Ese ir y venir puede frustrar a amigos y familiares.
Si las víctimas se sienten apoyadas, pueden volverse más fuertes y más confiadas.
“Es realmente importante para ella tomar la decisión de irse. Él controla la toma de decisiones, así que si parece que tú también controlas su decisión, no es bueno”, dijo Ray-Jones.
Apoyar no significa decirle al abusado una y otra vez que debería de abandonar a su pareja, sino ofrecer un oído atento para cuando estén listos para abrirse.
“Realmente me importas; soy tu amigo; quiero asegurarme de que estés bien y quiero que sepas que estoy aquí para ti’”, sugirió decir Ray-Jones.
Ray-Jones también señala que si piensas que la vida de una persona abusada está en riesgo, debes ser “muy cuidadoso” en pedir ayuda a la policía. “Si la policía aparece y no lo arrestan por cualquier razón, podría ser una situación realmente mala para ella”, dijo Ray-Jones. Una alternativa es ofrecer a la víctima un lugar seguro para quedarse o darle referencias sobre un refugio.
Incluso si la víctima no escucha la primera o segunda u octava vez, es importante que no te rindas, dijo Ray-Jones. Debes usar el mantra: “Respeto tu decisión. Aquí están algunos consejos para mantenerte seguro”.
Si una víctima abusada se siente juzgada por un amigo o miembro de la familia, podría perder la confianza, retraerse y dejar de hablar sobre el abuso en general.
Cuando la hermana de Krystal, Renee, dejó su segunda relación abusiva, acudió a su familia, que había estado a su lado. Durante esa relación de un año, Renee a menudo rechazó ayuda, pero no se enojaba cuando la familia se la ofrecía, dijo Krystal.
“No tengo ninguna duda de que hubiera podido sobrevivir por su propia cuenta; es una mujer fuerte. Creo que lo más importante fue que validamos su sentimiento de que las cosas no estaban bien”, dijo Krystal.
“No dio muchos detalles, solo que la habían corrido de la casa. Poco a poco, otros detalles comenzaron a salir, pero creo que le tomó un rato aceptar que estaba en una situación abusiva”, dijo Krystal. No fue hasta mucho después que le mencionó a Krystal que incluso, en algún punto, la había amenazado con una pistola.
“Me sentía absolutamente impotente. No es fácil admitir que no puedes venir al rescate de tu hermana menor”, dijo Krystal. “El sobreviviente tiene que ser quien tome la acción y las decisiones”.
Consejos de la Línea Nacional de Ayuda para la Violencia Doméstica de Estados Unidos para los familiares y amigos de las víctimas
No temas expresar tu preocupación y di que quieres ayudar.
Reconoce que la situación es difícil y atemorizante y que no es su culpa.
Escucha, brinda tu apoyo y recuerda que puede ser difícil hablar acerca de la agresión.
No juzgues y respeta sus decisiones.
Ofrece aliento e involucra a tu ser querido en actividades ajenas a la relación.
Ayuda a tu ser querido a desarrollar una vía de escape para cuando pueda estar listo para huir.
Sé comprensivo si tu amigo se siente triste cuando la relación haya terminado.
Anima a la víctima a hablar con alguna agencia local de apoyo en casos de violencia doméstica.
Ofrécete a acompañar a tu ser querido a la policía o a ver a un abogado cuando esté listo.
Recuerda que no puedes “rescatar” a nadie, aunque es difícil ver sufrir a un ser querido.
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