Eduardo Estrella se desmaya en el Santo Cerro
Feligreses atienden a Eduardo Estrellla
Sin embargo, cabe destacar que este año la presencia de devotos de Nuestra Señora de las Mercedes, fue menor que la de otros anteriores.
Desde fieles devotos, vendedores, compradores, limosneros, políticos y autoridades diversas, este igual que todos los años se dieron cita al Santo Cerro, donde se venera el día de Nuestra Señora de las Mercedes.
El obispo de la Diócesis de La Vega, monseñor Antonio Camilo González, comenzó la homilía expresando su alegría de poder acoger a los creyentes en este santuario y “unirnos a ustedes para venerar con tanto honor en el Santo Cerro a la Virgen de las Mercedes, patrona del pueblo dominicano”.
El religioso resaltó que muchas personas semana tras semana se acercan a este recinto para llegar un mensaje de paz, amor, estímulo y de esperanza, en su mayoría muy jóvenes.
En la homilía también expresó en la homilía expresó preocupación por los niveles de analfabetismo que afecta a muchas personas de este país y del mundo y dijo que superarlo es una tarea de todos.
Frente al santuario, mientras el obispo pronunciaba el oficio religioso estaban ubicados al menos tres juegos de azares, las ruletas, bingo y baraja, donde hombres y mujeres apostaban.
Mientras que a menos de 15 metros del santuario, hombres y mujeres ingieren bebidas alcohólicas en colmadones que se encuentran ubicados en su cercanía.
Para la víspera, los establecimientos de expendios de bebidas alcohólicas amanecen abiertos, porque muchas personas suben el día antes de Las Mercedes y amanecen bebiendo.
Creyentes
Muchos de los devotos dijeron que cumplían promesas que habían hecho a la Virgen de Las Mercedes por concederle algún milagro que le pidieron.
Otros llevaron flores, le prendieron velas y velones a la Virgen y oraron frente a su altar para que ayude al pueblo dominicano.
Por igual al Santo Cerro llegan en procesión creyentes de Santo Domingo, el Este y el Sur, en autobuses y en vehículos particulares, pero esta vez en menor cantidad que otros años.
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