Que no se repitan más episodios
Por Marcelo Peralta
Moca, R.D. Yace aún la
Fortaleza 2 de Mayo a pesar de que fueron sacados de allí cientos
de presos y llevados al nuevo centro de corrección en la Isleta.
Los mocanos y el país aguardan muchos malos recuerdos para la juventud víctimas
de la persecución de los regímenes de Rafaela Leonidas Trujillo Molina y Joaquín
Balaguer.
Trujillo quien gobernó al país durante décadas con manos de hierro.
Hay recuerdos imborrables de los oprobiosos 12 años de Balaguer, hasta el
extremo que importantes dirigentes políticos de la otrora izquierda
nativos de provincias del Cibao y otras del país fueron víctimas de despiadados
maltratos en esos centro de reclusión y desapariciones.
Para familias de estos jóvenes, observar esas estructuras, de la Fortaleza 2 de Mayo,
constituye un ingrato recuerdo, debido a lo que sufrieron las ergástulas del
régimen de los regímenes de Trujillo y Balaguer.
Aún hay muchos de los jóvenes que sufrieron la persecución y llevados a
esa Fortaleza 2 de Mayo a recibir los más implacables castigos cometidos por
guardias destacados allí.
Hay secuelas de las muertos de jóvenes opuestos a las formas de gobernar de
Trujillo y de Joaquín Balaguer.
Ese centro penitenciario era un peligro público para los moradores de la
zona, que escuchaban los gritos de hombres cuando eran torturados.
Desde hacía muchos años la sociedad mocana venía pidiendo el traslado
de las oficinas y de los reclusos.
Entidades comunitarias firmaron documentos pidieron llevarse el recinto de las
inmediaciones.
Fue por iniciativa del doctor, periodista, analista y escritor senador
oficialista José Rafael Vargas que se dispuso el traslado en grupos de los
confinados.
La población, los comunicadores, y las fuerzas sociales pujantes de Moca, alentaron
a toda la sociedad a respaldar esta acción del legislador y finalmente se
concretizó.
Ahora se lucha para que el Presidente Danilo Medina ordene la
construcción de un politécnico que tenga como sede a Moca y que esté al
servicio de la región, en la seguridad de que con esta acción se
casa con la gloria y hace en la zona lo que nunca se ha hecho en beneficio
de nuestra juventud, pujante fuerza que rinde honor a la historia de sus
combatientes héroes del 2 de mayo de 1861.
La permanencia de esta edificación es un contraste entre el
nombre histórico político y libertario de la Gesta del 2 de Mayo, con la destartalada y
corrupta fortaleza que lleva su nombre, en donde el hacinamiento y la
corrupción fueron el pan nuestro de cada día.
El 2 de Mayo está dedicado a la gran gesta del 1861 y constituyó el
punto de partida de la epopeya de la Restauración Nacional.
Recordar ese gran grito de civilista, de toma de las armas por un grupo de
valientes dominicanos, es la primera manifestación de protesta
materializado por el patriotismo nacional contra el orden de cosas impuesto por
la anexión a España.
Estos hombres humildes, del pueblo cuyos nombres han sido rescatados del
anonimato, merecen sobradamente los cálidos homenajes que anualmente se
tributan a su memoria.
Esa memoria histórica contrasta con ese monumento destartalado, antihistórico,
afrentoso a la dignidad de los mocanos, de muchos otros dominicanos y es una
expresión de la funesta tiranía de Trujillo y Joaquín Balaguer.
Ojalá que este lugar no vuelva a ser escenario de violencia, masacre,
maltratos, torturas y quien sabe si algo más horrendo y oprobioso.
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