Un presidente autista, prosopagnósico, desolante y cegado mental.
Michael Martelly.
Por Marcelo Peralta
Cada vez el presidente de Haití, Michael Martelly “abre
la boca” parece ser un hombre autista, prosopagnósico, desolante, con ceguera mental, deficiente, incapaz, con síntomas parecidos a
los del siquiatra de Viena, Hans Asperger.
La actitud de Martelly de ataques contra República Dominicana evidencia signos de personas que viven en constante “pesadilla”, solo, sin amigos, falta de apoyo, de estímulos, perplejo, deprimido, necesitado de siquiatra y maquinadores solitarios.
¿Habrían desaparecidos los especialistas en autismo?
¿Es acaso dañino el gobernar en Haití?
¿Es que el presidente de aquel lado del Masacre tiene odios
irracionales?.
¿Se habrá confundido este famélico mental con las autobiografías color
de rosa?.
¿A esos pobres de mentes hay que sacarles de vez en cuando los trapos
sucios al sol?.
¿O es que
Martelly es prosopagnósico con dificultades severas para reconocer lo que ha
hecho República Dominicana por sus haitianos?”.
La
desolación causa ceguera mental, unida a las deficiencias anormales, la prosopagnosia,
carencia de memoria social, ausencia de co-procesadores en la “masa de broca”
harán que sus planes de desacreditar a República Dominicana se vayan al abismo.
Y esa
deficiencia del autismo que padece hay que evaluarla antes de que provoque
entre Haití y República Dominicana una “debacle” y una “hecatombe” de
impredecibles consecuencia humanas.
Ese
demente, provisto de ceguera mental, metió los dos pies en un solo zapato, se hizo pupú fuera del cajón y todavía no se
das cuenta que se ha equivocado, maquina contra más de 20 millones de personas
y pone en juego con los intereses diversos de muchas naciones en el mundo.
El Mandatario tiene incapacidad de visualizar estados mentales, ha creado
y enfrentado a nivel mundial a la República Dominicana con su nebulosa,
desacierto, equivocada y errónea campaña, porque no puede ahora salir de sus
atolladeros.
Cuando asumió el poder en el territorio haitiano hizo canteras de
promesas a Estados Unidos y su mandato se está terminando y no satisfizo
ninguna de ellas.
Por su estado mental, no logra encontrarle sentido a nada y vive en un
mundo de confusión, va por la vida haciendo uno que otro disparate por la falta
de sentido común.
A pesar de la ceguera mental, hay personas que en situaciones similares
para salir a “flote” usan la lógica y averiguan, pero a Martelly le falta de
todo.
Pero por desgracia, mientras dure la gestión de este “payaso” en República
Dominicana viviremos con es síndrome y nos apiñaremos con todo el resto del
espectro autista.
El “jueguito” de mal gusto de Martelly me recuerda la película "El
Hombre de la Lluvia" que antes de saber que tenía el síndrome mental,
bebió te de “cicuta” y se dio cuenta después de lo que estaba tomando y
saborearlo muy bien qué era en realidad lo que contenía la tasa.
Este desquiciado busca crear una desgracia a la República Dominicana
solo por su tozudez, incapacidad y el afán de salir multimillonario como
anteriores mandatarios, masacrando a ese pueblo sin visión y hambriento,
quienes para librarse de ese yugo de esclavitud mental deberán sacudirse rápido.
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