53 años de la Batalla del Hotel Matum y del asesinato del coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez.
Frente
al Hotel Matúm, ubicado en la avenida Batalla de Las Carreras fue efectuada una
actividad social y recordatorio e la fecha.
Fue
un día como hoy hace 53 años que se originó la Batalla en el Hotel Matúm de
Santiago en que fue asesinado a tiros el coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez
y su asistente.
Tropas
militares, trataron de aniquilar el reducido grupo de militares
constitucionalistas cuya cabeza era el coronel Francisco Alberto Caamaño
Deñó, que habían viajado desde Santo Domingo hasta Santiago a rendir tributo al
creador del movimiento constitucionalista el coronel Rafael Tomás Fernández
Domínguez, muerto el día 19 de mayo del año 1965.
Al
terminar la actividad, Caamaño Deñó y sus amigos fueron atacados a tiros por
las tropas leales al desaparecido Gobierno de Reconstrucción Nacional.
Este
ataque al hotel Matum duró alrededor de 5 horas, en que murió el
coronel Juan María Lora Fernández junto a varios militares y
la Fuerza Interamericana de Paz, encabezada por la 42 División
Aerotransportada de los Estados Unidos0.
Seis
meses después de la muerte del gestador del Movimiento Enriquillo, Coronel del Ejército
Nacional Rafael Tomás Fernández Domínguez, el héroe del mes de Abril del
año 1965, coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó en una visita que
recibió en su casa al doctor Salvador Jorge Blanco, quien le sugirió que
celebraran una misa recordatoria a la memoria de Tomasito y ese reconocimiento
se acordó dárselo para esa fecha, o sea el 19 de abril.
El
homenaje consistía en hacerle una misa en una iglesia de Santiago y después
colocarle una ofrenda floral en su tumba.
Después
se acordó que pudiéramos reunirnos amigos y familiares en algún lugar en
Santiago para departir, comentar, almorzar y irnos de vuelta a la ciudad
capital, que efectivamente se suponía que era lo más sencillo en homenaje que
se refiera a una figura de la altura del Coronel Fernández Domínguez y Caamaño
le había encargado a Jorge Blanco de los preparativos.
La
misa se celebraría en la Iglesia Nuestra Señora de La Altagracia porque estaba
ubicada justo a la entrada de la ciudad de Santiago y les permitía a nuestros
vehículos un mejor parqueo por la amplia cuadra del Parque Colón.
Lo
de la misa ya quedó organizado y faltaba el lugar para el refrigerio y el
almuerzo y el consenso mayor fue que se escogiera al Hotel Matúm por las
condiciones ambientales y por su comodidad de la época. La administración del
Matúm nos brindó todas las facilidades y una comisión femenina prepararía el
almuerzo que iba a ser servido después de la ofrenda en el cementerio
municipal.
Así
se programó todo para hacerle el reconocimiento póstumo al gestador de nuestro
Movimiento Enriquillo.
Una vez en a Iglesia a las 7:00 acompañando al Coronel
de Abril y su gabinete y comitiva entre los cuales estaban Héctor Aristy, los
coroneles Monte Arache (quien apenas acaba de morir), Lachapelle Díaz, Lora
Fernández, Marte Hernández, el Comandante Diego Bordas y entre toda la gama
militar constitucionalista, este servidor de ustedes, el Cadete Paulino de la
época.
Jorge
Blanco nos recibió acompañado del ex-vicepresidente Segundo Armando González
Tamayo. Inmediatamente entramos al templo y en él ya se encontraban los
familiares del coronel Fernández Domínguez y los del Comandante Juan Miguel
Román Díaz.
Pasada
la misa nos retiramos al camposanto municipal y decidimos hacerlo a pie ya que
la mañana estaba muy fresca pero cuando pasamos por el Edificio Rubio de la 30
de Marzo, desde la tercera planta del edificio un grupo de personas entre los
que se distinguían viejos calieses santiagueros, nos vociferaban agresivamente
para provocarnos.
Al
llegar al panteón de la familia Fernández Domínguez hicimos guardia de honor y
al terminar el panegírico el Dr. Héctor Aristy Pereyra, sorpresivamente sonaron
ráfagas de ametralladoras que rompieron la solemnidad de ese momento, obligando
a los presentes resguardarse detrás de las tumbas o lanzándose al suelo para no
ser alcanzados por las balas, pero no hubo heridos en el camposanto y creímos
que esas ráfagas procedían de donde nos vociferaron anteriormente o sea del Edificio
Rubio o de la calle lateral al oeste del cementerio.
Llegamos
al hotel Matúm como a las 10:00 AM junto a Marte Hernández y Caamaño y
conversamos acerca del incidente y no tomamos el hecho como provocación sino
que nos conducimos ingenuamente haciéndole honor al viejo refrán de que “hombre
prevenido vale por dos”.
Comenzaron
a llegar los invitados y había mucha alegría en el ambiente y como a las 11:00
AM sorpresivamente empezaron otra vez a escucharse las ráfagas de
ametralladoras. Algunos de los presentes se tiraron a la piscina del hotel y
nosotros nos fuimos a la segunda planta del hotel donde el fuego continuaba.
El
área estaba completamente rodeado de fuerzas militares contrarias, un avión de
la FAD volaba sobre el hotel mientras esto ocurría cayeron varios de nosotros, entre
los que se contaban José Dolores Bordas, Enriquito Stark y el Jefe de Estado
Mayor de las fuerzas constitucionalista del Ejército Nacional, Juan María Lora Fernández, aumentado los
temores y dolores ante tanta angustia y cavilaciones prevalecientes.
Se
salvaguardaron las vidas de muchos gracias al joven Víctor Marranzini y a la
intervención de personas como el doctor Frank Joseph
Thomen y Marcos Cabral que conversaron con el entonces
Presidente Héctor García Godoy para una salida honorable y segura a esta
situación provocada por los enemigos del pueblo.
El
Presidente García Godoy arregló todo para nuestra salida del Matúm y regresamos
todos en helicópteros provistos por los invasores de la Fuerza Interamericana
de Paz y por eso ese día salvamos nuestras vidas milagrosamente.
Debido
a la balacera, el Hotel Matum quedó prácticamente en ruinas como si le hubiera
pasado un terremoto.
De
tan horripilante suceso Hubo un fotógrafo que estuvo dentro de los
acontecimientos en el Matúm y que recogió para la historia todas las
incidencias de ese trágico hecho, Milvio Pérez.
Desenlace de los hechos
El
asedio contra las tropas acantonadas en el Hotel Matum tenía como objetivo
eliminar la jefatura de los militares que lucharon por el retorno de la
Constitución de 1963 y defendieron la soberanía nacional.
Entre
los muertos en el ataque se cuenta al coronel constitucionalista Juan
María Lora Fernández, jefe de Estado Mayor del Ejército Constitucionalista y
varios soldados, incluido su asistente el sargento Domingo Antonio Peña
Liriano, tras un bombazo disparado por un tanque de guerra.
Mientras
las tropas de la Fuerza Aérea sufrieron más de sesenta bajas, pese a su
superioridad numérica en hombres y armas.
En
un enfrentamiento que desmoralizó a sus comandantes.
Las
tropas atacantes fueron dirigidas en el terreno por el coronel Francisco Díaz
Interián, quien contó con la colaboración de otros altos militares e incluso
del jefe de la Policía Nacional en Santiago, coronel Luis Ney Tejada Alvarez.
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