PROESA: "Obreros municipales héroes anónimos y honestos".
La honestidad. No todo está perdido en República Dominicana.
Por Marcelo Peralta
Jarabacoa, La Vega, R.D.-Los valores y la honestidad todavía tiene importancia en República Dominicana evidenciado con ejemplos en ámbitos sociales entre personas de limitaciones económicas.
La honestidad es la cualidad de personas cimentadas en practicar la verdad.
La honestidad no engaña a las personas criadas en valores, mostrar respeto hacia uno mismo.
Entre ciudadanos es primordial que prevalezca la honradez, decencia, justicia, recato y la franqueza.
Prevalece la aptitud requerida en ocasiones por encima del propio beneficio, necesidades personales, familiares, convivencia y sociedad.
Existen personas que ponen en práctica este valor en aspectos de la vida comunitaria, en la escuela, trabajo, comercios, hogares y reuniones.
Los valores se construyen en el núcleo familiar, porque en una comunidad justa, basada en la confianza, respeto, se ayuda a disminuir y manejar conflictos.
Contrario sucede en lugares en que existe la deshonestidad es la falta de compromiso con la verdad y la justicia.
Quienes son deshonestas suelen utilizar la mentira, robo, engaño, falsedad, fingimiento, para usarlo en beneficio propio. La deshonestidad deja en evidencia la falta de herramientas para confiar en algunos ciudadanos.
Caso evidente de gente probada.
Lo que parecía una jornada común de limpieza en el sector Hato del Yaque, municipio Jarabacoa, provincia La Vega, se convirtió en una historia digna de elogio y admiración.
Trabajadores del Ayuntamiento Municipal hallaron entre desechos y tierra acumulada, la suma de 20 mil pesos en efectivo.
En lugar de quedarse con el hallazgo, estos héroes silenciosos hicieron lo correcto notificaron al supervisor, activaron un protocolo para ubicar al dueño legítimo del dinero.
La noticia “corrió al estilo de pólvora en hojas secas”, llegó hasta el asistente del alcalde, Julio César Contreras Bremont- “Contrerita”-, quien se encargó de coordinar la devolución del efectivo a la persona que lo había extraviado.
La transparencia tiene buena voluntad del equipo de limpieza, los fondos fueron entregados íntegramente a su propietario, quien seguramente no esperaba que la fortuna extraviada que llegó hasta los escombros y tierra remolienda retornara a sus manos tan rápido y en su totalidad.
Desde la alcaldía, no tardaron en reconocer públicamente el gesto ejemplar de los trabajadores.
“Estos hombres no solo limpian las calles, dan lecciones de vida”.
“Se convierten en orgullo para la sociedad, son héroes anónimos del municipio de Jarabacoa, donde siempre es Primavera” testifican ciudadanos comunes.
La comunidad ha celebrado el acto como una bocanada de aire fresco en tiempos donde la desconfianza suele estar a la orden del día.
“Si las autoridades y la sociedad no los premia, la Divinidad lo hará”
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