El Espejo dominicano.

Por  Marcelo Peralta

El espejo es una superficie de cristal en la que se reflejan la luz y las imágenes de los objetos que hay delante.

Siempre se ha dicho que es el espejo es la cara del alma que refleja la realidad de un acontecimiento.

Desde hace alrededor de cinco años he venido escribiendo en torno a la cuestión haitiana y lo que ella representa para la República Dominicana.

He escrito sobre las consecuencias graves y dañinas que resulta la debilidad de la tierra de Juan Pablo Duarte y los demás prohombres y mujeres valientes que ofrendaron sus vidas en aras de la libertad e Independencia dominicana.

Estoy consciente de que he recibido y recibiré críticas acerbas por mi postura, mis escritos y las voces que he estado lanzando como si estuviese en el desierto de Sahara.

Los dominicanos que tenemos dos dedos de frente y sentimientos patrióticos sabemos que el porvenir de la Patria de Juan Pablo Duarte, Gregorio Luperon y los demás patriotas marcha hacia un desfiladero muy peligroso.

Solo los traidores y zamaragullones aprueban todas las diabluras que está afectando a la República Dominicana.

Los haitianos no es que han invadido a la República Dominicano, sino que la han ocupado con el aval de los traidores y vende patria.

Políticos, cónsules expidiendo visas a granel para su provecho personal, guardias fronterizos, contrabandistas, asalariados de las ONGs, religiosos, periodistas y otras lacras sociales se han enriquecidos con la cuestión haitiana.

Ya no existe espacio para los nativos, porque los foráneos lo han ocupado.

Es que estamos “acorralados” y sin escapatoria.

Hizo bien con morirse el ya célebre personaje de la televisión mexicana ido a destiempo: “El Chavo”.  

Su obra de “Quien podrá defendernos” es ahora cuando toma esencia de verdad para los dominicanos sensatos.

Los haitianos nos atacan por todos los frentes.

Saben nuestras debilidades.

Ocupan nuestras áreas.

Tiene el apoyo de los políticos, guardias y empresarios.

Conocen los puntos estratégicos mejor que los mismos dominicanos.

Saben la manera por donde atacarnos y de acorralarnos.

Tiene mejor manejo de las armas que nosotros.

Resisten mejor las inclemencias del tiempo que nosotros.

Apoyo internacionales de sobra, porque han sabido mercadear sus calamidades con eficacia y coraje.

Su misión donde quiera que va es el de hacerse siempre la victima para vencer a su enemigo.

Nos atacan y siempre salimos perdiendo por el apoyo internacional que han logrado.

En buen dominicano: “Estamos cogido por el boso y por la guardia de Mon“.
  


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