Lo genial y lo humano del doctor Pedro Carreras Aguilera y “el hombre sublime”: “El sin piernas”.


Por Marcelo Peralta
Santiago Rodríguez, R.D.- Si no te cuidas se te suben por las piernas.
El mundo es idóneo y en muchas ocasiones “irónico” y sutil.
Hay ocasiones en las que surgen anécdotas absurdas y a veces estresantes.
Algunas de ellas hacen hasta reflexionar sobre el “malvado potencial” del sistema de vida.
Traigo esto a colación al observar unas fotografías publicadas en su cuenta de facebok por el doctor Pedro Carreras Aguilera, respecto a un hombre sin piernas reparando gomas de vehículos de motor.
Me llenó de curiosidad al ver que ese hombre sin piernas es un ser humano dotado de características excepcionales, de excelentes cualidades, superioridad, belleza, perfección, porque hace sus oficios con esmero para ejemplos a ésta juventud que anda en una especie de “éxtasis” robando y asesinando por las calles de Dios.
Humilde, honorable, digno de elogios y trabajador, ese estirpe distinguido hombre son de los seres extraordinarios, gloriosos, eminentes, elevados, ideales y fantásticos que deben merecer las ayudas necesarias de los gobiernos quienes en ocasiones gastan los dineros del pueblo en asuntos “superfluos”.

He ahí, el digno y decoroso ejemplo de este hombre sin piernas que son de aquellos que trascienden de “lo bello y a lo humano”.

Se convierten en seres admirables, espléndidos, considerados divinos, que exaltan los corazones y las mentes de los demás.

“En una sociedad de valores, a esas personas hay exaltarlos y engrandecerlos”.
  “Esas personas son de las que en el área de la física, se convierten en el paso directo que lleva a la materia del estado sólido al de vapor, sin derretirse y, a la del paso directo del gaseoso al sólido”.
Sin embargo, a muchos seres humanos les sobran órganos y miembros y se las pasan lamentando sus condiciones de vida.
Desarrollan actividades que les dejan “pingües beneficios”.
A otros, en cambio, tienen tanto dinero acumulado, sin prever sus procedencias que hasta los enferman y, en ocasiones pierden la vida por sus “ambiciones” desmedidas.
Pero, hay otros seres humanos que se diferencian por su dignidad, aunque les falten brazos, piernas, ojos, pulmones, riñones, trabajan para no mendigar.
“Esos son héroes que se mantienen en el anonimato, porque vivimos en un mundo de fantasías”, de pugilato de quienes tienen más.
En las grandes plazas donde hay de todo, a diario se observan cientos de jóvenes con cuerpos fornidos y esbeltos “pasillos, tras pasillos”.
Esos turistas de “vitrinas” ni trabajan, tampoco estudian y algunos, ni siquiera hacen aportes positivos a la sociedad.
Ellos y ellas recorren las plazas grandes, sin darse cuenta que la bajada, dentro de determinado tiempo le quedará muy pequeña.
Andar por los corridos de calles y edificaciones escuchamos interesantes anécdotas, que al fin y al cabo no son tan espectaculares.
Pero, sí historias muy impresionantes.
El doctor Pedro Carreras Aguilera colocó en su cuenta de Facebok una interesante serie de fotografías de un hombre que se caracteriza por no tener piernas, pero hace el peligroso oficio de tapar gomas de vehículos que resultan averiadas.
La discapacidad física de la que adolece este hombre de edad avanzada parece no afectarle, porque tiene fuerza y voluntad para hacer su trabajo y ganarse el sustento de él y los suyos.
Por fuertes que sean las discapacidades de los seres humanos, si hay voluntad  no será nunca difícil realizar tareas productivas.
Aun en los más impactantes y severos casos de discapacidad hay algún ser humano “sublime”.
Cuando una persona se llena de valor, la discapacidad” desaparece.
Ejemplos sobran de personas discapacitados, sin embargo, que hacen su vida, sin ayuda, sin límites, que en ocasiones las demás personas ni cuenta se dan.
Personas sin brazos ni piernas sobresalen.
Y han sido y son grandes oradores, que en los escenarios, sus exposiciones sorprenden a los espectadores por sus vibrantes y brillantes elocuencias.
Si hay voluntad, no hay barreras.
Para quienes tenemos discapacidad, y de haberlas, eso nos motivan a derribarlas.
Entendiendo que tengamos o no ese defecto, eso no es lo que más importa en la vida.
"Nuestro norte, es luchar para reponernos".


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