Pobreza abunda entre las montañas y la muerte de los ríos en zona Sur de Santiago.


Barrio Pobre

Por Evelin Valdez.


Santiago, R.D.-Un recorrido entre montañas y arroyos, fue la muestra para ver como seres humanos pueden vivir en una pobreza extrema.
 Barrio Pobre
Ellos y ellas están luchando día a día, para dar un respiro más, viendo como a su alrededor se muere la naturaleza.

El equipo de hormigaradio.com se trasladó a las montañas de San José de las Matas, en Cordillera Central.

Allí abunda la belleza natural, en parte amenazada, pero se puede ver la gran precariedad de gente que apenas sobrevive, pasando por los que eran ríos hermosos y lleno de vida, pero que hoy la amenaza de la deforestación los asecha.

Para el del río Inoa, disminuido ya casi en totalidad, es una muerte lenta, por el daño en su cuenca, que también, sus principales afluentes, Bajamillo, Los Pozos, Carrizal, Arroyo Prieto, Mara, Arroyo Hondo, Yerba Buena, Higua y El Limón.

Durante el recorrido entre kilómetros de distancia se encontraban personas asentadas en unas casitas de madera, con las grietas en sus tablas, a esperas de que alguien pasase a darle por lo menos un saludos que los alentara a creer que existe un mundo exterior.

En medio de un conuco sembrado de yautía una familia de nacionales haitianos, que reaccionan huraños a ver extraños que toman fotos, son mujeres a esperas de que sus compañeros llegasen con algo en las manos para ser sostenidos en este mundo lleno de injusticias y ataque a los natural.

Más distantes tres hombres con rutas diferentes pero el mismo destino, caminaban sin fuerza alguna, sin saber que le esperaba, solo con la certeza que habían cumplido un día más.

En el mismo camino nos encontramos a un jovenzuelo, quizás de uno trece 13 años, de edad, con el sudor que rodaba y un rostro que aclama un poco de compasión, llevando en sus manos media libra de habichuela habita y una libra de arroz, alimento del cual comerían unas seis personas, más aun no reparó en darnos las buenas tardes con una sonrisa en los labios.


El camino se hacia largo y sin rastro de personas algunas, cuando de repente aparecían como por arte de magia, unos motorizados, con armas largas en mano y mochila en la espalda, en terrenos de sol y tierra seca, se detienen a darlos su mano e indicarnos que aunque el camino es largo y angosto, ya se ha cruzado lo peor, argumento que nos resistíamos a creer.

Entre piedras y riachuelos muriendo por la despiadada forma en que ganaderos se adueñan del sistema forestal, cortando los árboles para siembras pastos, para sus vacas, éramos testigos de que las “madres de las aguas” es golpeada.

Se pierde la capacidad del suelo de guardar el agua que luego alimenta los Rios.

Es una triste realidad que nos arropa con el corte y deforestación de los árboles, el cual se hace evidente a través del lente de nuestra cámara fotográfica.

Luego de un largo, caluroso y agotador día, siguiendo llegamos a tocar el río Antonsape Bueno, es los pocos que aún se ha podido conservar, ya que está protegido por el Parque Nacional Armando Bermúdez.


También el río Bao, nos dio una señal de que no todo está perdido, con los pies en el agua y nuestro corazón destrozado por todo lo visto, pudimos sentir la frescura del agua y prometer que no permitiremos que depredadores nos quiten lo que por naturaleza nos pertenece.

Historia de San José de las Matas.


Este pueblo se fundó a raíz de las devastaciones efectuadas en el norte de la isla ordenadas por el gobernador Antonio Osorio, en los años 1605-1606. Los habitantes de Montecristi y Puerto Plata cuando iban atravesando la isla para fundar lo que hoy es Monte Plata, fundaron un hato a orillas de la confluencia de los ríos Ámina e Inoa y lo denominaron San José de las Matas. 
El 29 de agosto de 1810 varias personalidades de la comarca solicitaron a la gobernación de la isla el traslado de la población al terreno baldío que existía en el camino de Santiago de los Caballeros, ya que las inundaciones les atormentaban, lo que fue aprobado y se efectuó la refundación del pueblo.
En 1822 la parte este de la isla es dominada por Haití. San José de las Matas es convertida en común del Distrito del Cibao con el nombre de Las Matas de la Sierra. 
Luego de ya lograda su respectiva Independencia, el 14 de julio de 1844, la Junta Central Gubernativa la nombró como común del departamento de Santiago.
El 9 de junio de 1845, en virtud de la Ley No. 40, se ratifica de nuevo la categoría de común a San José de las Matas. 
La provincia de Santiago estaba integrada por cuatro comunes: Santiago (cabecera), Puerto Plata, Montecristi y San José de las Matas. Durante la Anexión a España el gobierno español baja de categoría a Las Matas, convirtiéndola en Comandancia de Armas, el 24 de agosto de 1861. 
El 2 de marzo de 1865, después de la Restauración, Las Matas vuelve a adquirir su condición de común, mediante de decreto de la Convención Nacional. 
Horacio Vásquez fue el primer Presidente de la República que fijó residencia en San José de las Matas, por lo que Las Matas se convertía a cada momento en residencia accidental del Poder Ejecutivo. 
Vásquez ordenó construir un sanatorio antituberculoso en Las Matas, el cual fue concluido en 1929, pero no pudo ofrecer los servicios debido a la crisis económica que envolvió al mundo en ese año. Vásquez utilizó el local del sanatorio como mansión presidencial.
Al asumir Trujillo al poder en 1930, se interesó por esa mansión y la perfeccionó a su gusto.
 En 1932 la habitó por seis meses. Se cree que Trujillo tenía síntomas de tuberculosis. 
Por decreto declaró a San José de las Matas sede del Poder Ejecutivo. El 3 de diciembre de 1932 en esa mansión contrajo matrimonio Flor de Oro Trujillo, hija del Presidente Trujillo, con Porfirio Rubirosa, quien luego sería playboy de fama mundial. 
Hasta 1960 se mantuvo Trujillo visitando a San José de las Matas y junto a él ministros del Gobierno, senadores, diputados, diplomáticos, etc.
Varios incendios han arrasado el pueblo, y de manera contradictoria y trágica, esto ha contribuido a su desarrollo. 
El 13 de marzo de 1938 un incendio consumió 24 casuchas y Trujillo ordenó la construcción de casas de madera de buena calidad.
El 23 de enero de 1954 otro devastador incendio, de grandes proporciones, destruyó 103 casas, incluyendo las 24 que se construyeron en 1938. Trujillo esta vez las manda a construir de mampostería.
El 21 de diciembre de 1963 asesinan a Manolo Tavárez Justo y varios de sus compañeros en Manaclas, paraje matense, a donde se había internado con su frente guerrillero. 
Él pronunció en un discurso que sabía donde estaban "las escarpadas montañas de Quisqueya". Escogió a San José de las Matas para su patriótica hazaña.
Para saber más sobre este pueblo es preciso recurrir a su amplia bibliografía: Imágenes de mi pueblo, del Doctor Miguel Montalvo Batista. Historia parroquial de San José de las Matas, de Santiago.

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