Cuba siempre solidaria aportando a la adaptación al cambio climático es cuestión de supervivencia
Por Yudy Castro Morales | yudy@granma.cu
La
Habana, Cuba.-En el contexto de la Primera Reunión Regional de Jefes de
Gobierno del Caribe, el miembro del Buró Político y primer ministro, Manuel
Marrero Cruz, sostuvo fraternales actos con el primer ministro de la
Mancomunidad de Dominica, Roosevelt Skerrit; y con la primera ministra de
Barbados, Mia Mottley.
«La
convicción de que un mundo mejor es posible si todos los países en desarrollo,
con firmeza y criterio propio, avanzamos en la solución de nuestros problemas»,
afirmó Marrero Cruz.
Nassau
y Las Bahamas ratificaron la decisión de no escatimar esfuerzos en la lucha
contra el cambio climático y por el desarrollo de países del área; la voluntad
de apoyar a naciones del Caribe en este tema, y en cualquier otro que se requiera».
El
miembro del Buró Político y primer ministro, Manuel Marrero Cruz, al intervenir
en el diálogo de alto nivel de la Primera Reunión Regional de jefes de Gobierno
del Caribe, cita que se extenderá hasta este jueves 18 servirá de preparación
de la 27 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas
sobre Cambio Climático.
Desde
el Centro de Convenciones de Nassau, donde tiene lugar el evento, Marrero Cruz
reiteró, además, «la convicción de que un mundo mejor es posible si todos los
países en desarrollo, con firmeza y criterio propio, avanzamos en la solución
de nuestros problemas».
Agradeció
las declaraciones de apoyo de la Comunidad del Caribe y de varios Estados de la
región, ante el incendio de grandes proporciones en la Base de Supertanqueros
de Matanzas, destacó la solidaridad de Venezuela, México y República Dominicana.
La
actual crisis climática, aseveró Marrero Cruz, «exige compromisos más
ambiciosos por parte de todos los Estados, en primer lugar, de los
desarrollados. Es imprescindible poner fin a la irracionalidad de los patrones
de producción y consumo del capitalismo».
Respecto
a Cuba, informó de la Contribución Nacionalmente Determinada, con compromisos
superiores hasta 2030, entre ellos el incremento en hasta un 24% de la
generación de electricidad a partir del uso de energías renovables, y el
aumento de la cobertura boscosa en un 33%.
«A
pesar de las serias limitaciones derivadas del bloqueo, recrudecido a niveles
extremos, Cuba ha logrado avances», reconoció el jefe de Gobierno, si bien la consecución de
estas metas y de otras más ambiciosas también depende de la disposición de los
recursos necesarios para apoyar los esfuerzos nacionales.
Dijo,
hemos comenzado a explorar las potencialidades del mercado de carbono, al
tiempo que manifestó que este es un tema en el cual deberíamos reforzar las
capacidades regionales.
Más
adelante, en una segunda intervención, enfocada específicamente en temas de
adaptación al cambio climático, el Primer Ministro aseguró que se trata de una
prioridad, una cuestión de supervivencia, en particular para las pequeñas
naciones insulares en desarrollo.
Ante
el auditorio explicó las particularidades de la Tarea Vida, Plan del Estado
cubano para el enfrentamiento al cambio climático, e insistió en la necesidad
de avanzar en acciones concretas, «porque lo que no hagamos hoy lo podemos
lamentar mañana, y estamos hablando del futuro de nuestras naciones y de salvar
vidas».
A la
integración y a la búsqueda de posiciones comunes entre todos los países del
Caribe ya había convocado el primer ministro de la Mancomunidad de Las Bahamas,
Philip Davis, en la ceremonia de apertura. El desarrollo, sentenció, «requiere
una acción colectiva. Juntos somos más fuertes»
Cuba
la Isla de la solidaridad agradece apoyo
Tras
un cónclave regional, el Jefe de Gobierno cubano sostuvo fraternales encuentros
con el primer ministro de la Mancomunidad de Dominica, Roosevelt Skerrit; la
primera ministra de Barbados, Mia Mottley; así como con la titular de Educación
bahameña, Glenys Hanna-Martin.
De
solidaridad, de condena al bloqueo, del agradecimiento por cada muestra de
respaldo ante el siniestro de Matanzas, de lo mucho que nos une al Caribe y del
legado imperecedero del Comandante en Jefe se habló en cada uno de los
intercambios.
Roosevelt
Skerrit, quien es, además, ministro de Finanzas, Resiliencia, Asuntos
Económicos, y de otras carteras, reiteró el «compromiso inquebrantable» de su
país con Cuba: «Somos amigos y estamos a la orden en cualquier aspecto que
podamos contribuir».
Por
su parte, Marrero Cruz expresó la disposición de continuar consolidando las
relaciones bilaterales y de ampliar los acuerdos suscritos en materia de
cooperación. Tenemos que estar ahora más unidos que nunca, integrarnos y
apoyarnos, aseveró.
Si
algo hemos aprendido, reflexionó el primer ministro cubano, es que «contra la
firmeza y la resistencia de un pueblo no hay armas que puedan. Y cuando eso
está asegurado, uno tiene el convencimiento de que la victoria es posible».
No
podemos ceder, coincidió Roosevelt Skerrit, consciente de que el destino de un
país solo puede ser decidido por la mayoría de sus hijos.
Casi
al término de la primera jornada, Marrero Cruz conversó con la primera ministra
de Barbados, Mia Mottley, recién llegada al evento, quien consideró un placer
que ese fuese el inicio de su agenda.
En el
año en que se celebra el aniversario 50 del establecimiento de relaciones
diplomáticas entre ambos países, Mottley destacó la cooperación, la hermandad,
el alto diálogo político, y manifestó su interés por fortalecer los vínculos en
todas las áreas que puedan contribuir al mejoramiento de las economías de Cuba
y Barbados.
«Creo
en la amistad profunda», enfatizó la primera ministra, al tiempo que resaltó la
labor de los médicos cubanos en el combate contra la COVID-19, y lo mucho que
han ayudado a su pueblo.
Otro
emotivo encuentro fue el sostenido con la ministra de Educación de la
Mancomunidad de Las Bahamas, Glenys Hanna-Martin, cuyas palabras siempre
estuvieron en el camino del reconocimiento y la admiración hacia Cuba.
Indagó
por la estructura del sistema educacional de la Mayor de las Antillas, elogió
la labor de los colaboradores en suelo bahameño y puso especial énfasis en el
papel de las mujeres cubanas dentro de las transformaciones del país.
En el
Caribe, correspondió el Primer Ministro, siempre ha existido un denominador
común: el apoyo y el respeto a Cuba. La historia, agregó, ha demostrado lo que
podemos hacer juntos, sobre todo en materia de cooperación.
Sobre
la Educación y los desafíos que enfrenta el sector también se intercambió, y
hubo consenso en la necesidad de defender todo aquello que nos identifica y
define como nación.
Un
país, resumió el jefe de Gobierno, tiene que ponderar la enseñanza de su Historia,
su cultura, porque las grandes potencias pretenden que los ciudadanos olviden
sus raíces y eso es lo que hay que preservar.
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