Medio millón de personas están ciegas en el país
La retinopatía diabética, tercera causa de ceguera
irreversible en el mundo y primera en personas laboralmente activas en
países en desarrollo, amenaza al 75 por ciento de los 500 mil
dominicanos que padecen diabetes, el 95 por ciento de ellos sin saberlo.
Mientras uno de cada cinco dominicanos mayor de 60 años es diabético,
el cinco por ciento de la población criolla invidente debe la ceguera a
la retinopatía diabética, la cual deteriora los vasos sanguíneos que
irrigan la retina, señala el doctor Juan Francisco Batlle Pichardo.
El presidente del Comité Nacional para Prevención
de la Ceguera subraya que 25 mil dominicanos corren actualmente el
riesgo de perder la visión por falta de acceso a la intervención de
retina con rayos láser.
Explicó que, aunque ese tratamiento detiene la
progresión de la retinopatía diabética, no se halla dentro de la
Clasificación Única de Procedimiento en Salud (CUPS) del Plan de
Servicios de Salud (PDSS) del Sistema Dominicano de Seguridad Social.
“Si esos 25 mil pacientes no reciben el láser a
tiempo, en menos de un año los ojos se les llenarán de sangre. Y la
vitrectomía (sustitución del humor vítreo del ojo por un líquido o un
gas), que sí está en los CUPS, cuesta ocho veces el precio del láser.
Tampoco se está cubriendo el tratamiento con láser para la retinopatía
del prematuro, con resultados verdaderamente catastróficos”, advierte.
Batlle Pichardo indica que pende sobre República
Dominicana la proyección de casos de diabetes hecha por expertos de la
Organización Panamericana de Oftalmología (APAO), el programa Visión
20-20 y la Agencia Internacional para la Prevención de la Ceguera.
Dichas organizaciones estiman que el número de criollos con diabetes pasará de 245,000 a 594,000 en el período 2000-2030.
“Ante tal realidad, se hace impostergable que el
Gobierno, el sector privado, la sociedad civil y los organismos
internacionales diseñen y pongan en marcha el Plan Nacional para la
Erradicación de la Ceguera Curable y Prevenible, en el taller que será
celebrado del tres al cinco de junio próximo en Santo Domingo”, afirma.
Batlle Pichardo agrega que en la actividad serán
elaboradas guías prácticas con recomendaciones concretas y específicas
sobre detección preventiva para las Administradoras de Riesgos de Salud y
los médicos, a fin de contar con una guía clínica, un método de
tamizaje, centros de tratamiento con rayo láser, educación al paciente
diabético y sustentabilidad a largo plazo.
“El riesgo de pérdida de la salud visual y de
ceguera se reduce con un control metabólico estable, la detección precoz
y el tratamiento adecuado”, agrega.
El taller cuenta con el auspicio del Ministerio
de Salud Pública y Asistencia Social, Alcon Dominicana, Allergan, ARS
Futuro, Centro Láser y el hospital doctor Elías Santana, entre otras
organizaciones nacionales e internacionales.
El presidente del Comité Nacional para la
Prevención de la Ceguera añade que, después de 20 años, el 90 por ciento
de los pacientes con diabetes tipo 1 y el 60 por ciento del tipo 2,
presentan alguna forma de retinopatía. De ellos, el cinco por ciento
requerirá de tratamiento para evitar la ceguera irreversible.
“Más del 75 por ciento de los diabéticos con más
de 20 años de evolución en su enfermedad padecen alguna forma de
retinopatía; así como el 13 por ciento de quienes tienen cinco años con
diabetes y el 90 por ciento de los pacientes con 15 años con la
condición y un diagnóstico antes de los 30 años”, refiere.
La epidemia mundial de diabetes, cuyo número de
casos se verá duplicado para 2030, está asociada al aumento y al
envejecimiento de la población, así como a los cambios en el estilo de
vida. Afecta principalmente a países en desarrollo, como el nuestro, y a
las personas en edad de trabajar, agrega.
El especialista refiere que la retinopatía
diabética no mata, no causa dolor y, por falta de información, muchos
pacientes van al oftalmólogo cuando pierden la visión, por lo que
generalmente la condición se hace irreversible.
Indica que la ceguera por retinopatía diabética es
prevenible en el 80 por ciento de los casos, con detección y
tratamiento tempranos; así como con un manejo multidisciplinario para
controlar la hiperglicemia, la hipertensión y la hipercolesterolemia.
“Es fundamental”, igualmente “educar al paciente y
a sus familiares en el autocuidado, en el control metabólico y en el
manejo de las complicaciones de la diabetes”, concluye Batlle Pichardo.
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