Robos en la Policía en Santiago crean alarma y preocupación
Por Roberto Pérez y Marcelo Peralta
Santiago, R.D.--Hace años se vienen cometiendo robos de motocicletas, celulares, accesorios de
vehículos y otros efectos, en la misma sede de la Dirección Regional Cibao
Central de la Policía en Santiago, en algunos de los cuales se han
visto involucrados presuntos comunicadores y reclutas de la institución del
orden, sin embargo, éstos hechos se mantienen en silencio
La situación mantiene
preocupados y alarmados a los verdaderos periodistas y comunicadores que
diariamente cubren la fuente noticiosa de la Policía Nacional en su calidad de
representantes de conocidos medios de comunicación escrito, televisivo y
radial.
Pese a que la Policía,
el Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), y el Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Prensa (SNTP) conocen lo que ocurre en ese sentido no hacen
nada para que esta práctica no siga sucediendo.
En el último caso, un presunto
comunicador y productor de un programa de televisión fue sorprendido en el área
del Departamento de Recuperación de Vehículos de la institución armada en Santiago tratando de
robarse dos espejos de una jeepeta del 2012 que había sido dejada estacionada
en el lugar por un subsecretario de Salud Pública.
Sobre este caso, la institución policial guarda un hermético silencio, y se ha rehusado identificar al alegado
comunicador sorprendido en esa práctia, afirmando que el caso se está
investigando.
Los espejos del vehículos están valorados en 15 mil pesos cada
uno.
Además de su vinculación a
estos hechos de supuestos comunicadores que acuden a la Policía en
Santiago, también casi a diario se conoce de quejas de personas que han sido
estafadas y extorsionadas por estos delincuentes, que se hacen llamar
periodistas.
Otros de los robos ocurridos en
la sede de la PN en Santiago, fue la de una motocicleta propiedad
del periodista Rafael Ramírez, la cual había sido dejada estacionada debajo de
un áarbol de mango ubicada frente la Oficina de Relaciones Públicas de la
institución del orden.
Aunque públicamente se conoció
de este robo, la Policía en esa ocasión no realizó ninguna
investigación para determinar quién o quiénes sustrajeron la motocicleta del
periodista Ramírez.
En cuanto al alegado
comunicador sorprendido tratando de robar los espejos de la citada jeepeta, el
pasado martes periodistas y comunicadores piden al coronel Cordero
Paredes, vocero de la Policía en Santiago identificar al
autor del hecho, pero este evadió, diciendo que se está investigando ese caso.
En los robos que se producen en
la sede policial en esta ciudad, también son vinculados reclutas, como es el
caso que dos de ellos que sustrajeron celulares de compañeros.
Estos dos
reclutas fueron cancelados por la jefatura de la jefatura.
En Santiago, cualquiera sujeto coge
una cámara de vídeo, y ya dice ser periodista.
Aprovechan el poder que da ser periodista y se dedican a estafar y a
extorsionar sin que ningún gremio tome medida para impedir esta grave situación.
Mientras la labor de periodistas serios se ve empañada por delincuentes que empaña la imagen de la clase periodística de la Ciudad Corazón.
Los
culpables de esta penosa situación son en primer lugar la Policía, el
CDP, el SNTP y los dueños de programas de radio y televisión en Santiago.
Ningún gremio ni la Policía ha sido capaz para adoptar medidas serias para acabar con esa práctica,
e inclusive conociendo que algunos de los presuntos comunicadores que acuden a
la PN tienen fichas por drogas y robo de vehículos, y nadie hace nada.
Desde hace años, se reclama
tanto a la Policía Nacional, al Colegio Dominicano de Periodista (CDP), filial
Santiago, y al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), que
asuman medidas serias para acabar con esta situación que arroja lodo a la labor
de los comunicadores en esta ciudad.
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