Osiris de León pide al gobierno regularice la explotación Ámbar y Larimar
Por Nelson Féliz
Santo Domingo,R.D.-El geólogo Osiris de León recomendó al gobierno aplicar medidas para eficientizar y regular la explotación y comercialización del Ámbar y el Larimar en la Rep. Dominicana.
De León señala que estos productos extraídos del subsuelo por la pequeña minería cooperativa tienen particularidades muy especiales que les hacen ser altamente valorados en todo el mundo.
El experto en geología y minería, señala que el ámbar es una resina orgánica fósil, liberada por el árbol conocido como Algarrobo, e integrada por átomos de carbono, hidrógeno y oxígeno, la cual es extraída de la zona norte de Santiago y de la zona de El Valle-Sabana de la Mar.
El académico e investigador en geo-ciencias dijo que el ámbar de la zona norte de Santiago se caracteriza por ser uno de los mejores y más valorados en todo el mundo, ya que conserva la mayor riqueza de fauna y flora de finales del Eoceno y principios del Mioceno, es decir, es un ámbar que tiene entre 25 y 40 millones de años, lo cual le convierte en el ámbar de mayor valor científico, siendo químicamente muy distinto al histórico ámbar del mar Báltico, porque el ámbar dominicano libera ácido fórmico y el ámbar báltico libera ácido succínico.
Observó que el ámbar de la zona norte de Santiago es el único ámbar donde se encuentran intactas ranas, avispas, abejas y pequeños reptiles como lagartos, que vivieron hace unos 25 a 40 millones de años, lo que motiva que muchas universidades, museos y laboratorios de investigación científica de todas partes del mundo vengan al país a buscarlo, porque este ámbar es una ventana que permite a los geólogos, biólogos, botánicos y entomólogos, viajar a través del túnel del tiempo para llegar a un muy remoto pasado y conocer cómo eran algunas especies de flora y fauna en ese entonces.
Como ejemplo citó la conocida y famosa película de ciencia ficción titulada Parque Jurásico, la cual se inicia ambientada en una mina de ámbar de la zona norte de Santiago, donde varios científicos buscaban y encontraban un pedazo de ámbar que contuviese mosquitos que pudieran conservar sangre de dinosaurios para secuenciar genéticamente el ADN de los dinosaurios y reproducirlos por clonación, aunque evidentemente los dinosaurios desaparecieron con el calentamiento del período cretácico, mucho antes de que el ámbar de Santiago comenzara a depositarse en las plantas de Algarrobo.
Explicó que esas instituciones internacionales pagan hasta 15 mil dólares por una muestra de ámbar que contenga alguna especie de la fauna que vivió en esa zona hace 20, 25, 30 o 40 millones de años, pero que aunque en el pasado se emitió un decreto prohibiendo la exportación del ámbar en bruto, la práctica de vender a muy altos precios las muestras de mayor valor científico, continúa indetenible y eso debe ser regulado.
Indica que el ámbar de la zona norte de Santiago ha permitido el mayor avance científico en la búsqueda de las especies de flora y fauna que existieron hace 30 o 40 millones de años.
Sobre el Larimar sacado de yacimientos volcánicos existentes en la provincia de Barahona, el ingeniero geólogo, académico, ambientalista y político resalta que es la única pectolita del mundo de color verde azulado, fruto de la presencia de cobre nativo que al oxidarse produce carbonatos de cobre, como Azurita (color azul) y Malaquita (color verde) lo que le da una particularidad muy especial en su color.
Apunta que si bien es cierto que hay pectolitas “Larimar” en Estados Unidos, Rusia y otros países, ellas son de color blanco y de color amarillo, pero ninguna es de color azul verdoso como la pectolita extraída en el Suroeste del país.
Agrega que por su particularidad especial una parte importante de la producción está siendo exportada directamente a China, dejando sin el mineral a los artesanos dominicanos y caribeños
Reconoce que si bien es cierto que todos queremos que la nación aumente el volumen de las exportaciones de sus productos minerales, hay que garantizar el abastecimiento de larimar en el mercado dominicano y en el mercado caribeño.
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