La grandeza de un hombre.

Pedro Espinal
El éxito requiere una gran dosis de autoestima

Por Marcelo Peralta

Hay personas que son como los juegos de béisbol transmitidos por la televisión, que las buenas y malas jugadas las repiten, y, en ocasiones hasta en cámara lenta.

El éxito de un ser humano,  es un reflejo natural como decía el gran boxeador Herschel Walker, un hombre que logró muchos éxitos en  su carrera, a pesar de tener dos metros de altura.

Pesaba 100 kilos y su capacidad asombrosa de correr 100 metros en 9.1 segundos y cuando peleaba y ganaba siempre buscaba uno contrincante que fuera mas rudo.

En el mundo hay hombres llenos de verdades, valores y actitudes, pero el hombre honesto vive lleno de éxitos. El éxito requiere una gran dosis de autoestima.

Un ejemplo es el caso de Pedro Espinal, propietario de la empresa exportadora de productos agroquímicos que son vendidos productores para el rendimiento de sus cultivos

Sus logros personales, individuales, familiares, sociales y financieros son los resultados de las acciones aplicadas por un hombre pensante, un ser humano emprendedor y por su comportamiento que lo ha llevado al éxito.

“El éxito requiere una gran dosis de autoestima”.

La visualización y verbalización son palabras claves para el porvenir de los hombres pensantes, visionarios y emprendedores y en sus mentes hábiles y de información que entra diariamente e inocua su personalidad.

Es ahí donde el sistema de valores se forma con una conciencia cabal que la vida nos enseña a cada instante.

Hay ocasiones en que nos comportamos con una percepción de la realidad y tomamos decisiones en la que ya han sido almacenadas no como verdades, sin combinaciones en los aprendizajes, sin asimilar los  consejos dados por amigos y familiares.

En la película “Las guerras de las Galaxias” se evidencia que cada ser humano tiene su propio robot de autoimagen en su mente para que trabaje a favor o en contra de nosotros mismos.

Esto es solo un procedimiento que no tiene funciones de juicio, su propósito es alcanzar actitudes, sin importar si son positivas o negativas.

Lo que pretende es demostrar el accionar de cada persona de si son ciertas, falsas, buenas, malas, peligrosas, ofensivas, inofensivas, morales e inmorales.

Su función esencial es la de seguir instrucciones previas, implícitamente, como una computadora que repite lo que tiene almacenado y responde automáticamente.

Básicamente es la información visual, auditiva y sensorial que almacena la memoria del robot autoimagen se queda ahí.

En la mente de los humanos y en el disco duro de una computadora funcionan millones de factores recopilados, a través de toda una vida y están ahí, integrados, esperando ser solicitados.

Todas esas vivencias de los seres humanos están ahí, resuenan con sus sonidos, con sus colores, con sus personajes, con sus formas, en los lugares, en los olores, y en todas las ocasiones.

Siguen ahí, no solo para que las recuerden,  sino que comiencen una y otra vez a estar viviendo las experiencias.

¿Que gratificante seriamos si pudiéramos cambiar ese tipo de modelo?.

El éxito requiere una gran dosis de autoestima