Ciudad de gentes humildes, pero sin que autoridades les respeten sus derechos.
Foto ilustrativa
Por Marcelo PeraltaEl irrespeto de algunos miembros de la Policía y el cuestionable comportamiento de un efectivo del Ejercito Dominicano, mientras crecen los actos reñidos contra las leyes, sol partes de la cotidianidad en este municipio carente de autoridades, donde la impotencia sigue arrinconando a los residentes.
Este abuso cometido contra el ciudadano Andrés Vargas en una ciudad
donde hayan autoridades responsables, conocedores de los Derechos Humanos, los
cuatro agentes debían ser sancionados, pero lo que demuestra que la población esta
indefensa y desamparada.
Los que son funcionarios y miembros y miembras de las instituciones defensoras
de los hombres y mujeres de trabajo, de la dignidad humana, son figuras
decorativas, pero ignoran que la ciudadanía es la que paga sus lujosos sueldos
y costear sus grandes placeres.
Es imperativo que las personas serias no tengan cabida en un sistema
donde impere la violación de los derechos individuales, los abusos, atropellos,
vejámenes cometidos por agentes policiales y miembros del Ejército Dominicano
en los oprobiosos 12 anos de Joaquim Balaguer sin que haya sanciones.
Arrestar a un ciudadano ejemplar, humillarlo, encerrarlo, despojarlo de
su celular sin permitirle llamar a sus familiares, dejarlo amanecer y luego soltarlo
al día siguiente es alto que no debe tolerarse.
Mientras estos abusadores violan los derechos inalienables a ciudadanos
ejemplares, los ladrones y delincuentes cometen sus acciones indecorosas en las
narices de esos ineptos funcionarios, poniendo en peligros a hombres y mujeres que
los únicos delitos cometidos es trabajar para hacer crecer la economía de la Nación.
Los funcionarios que permiten se cometan estos tipos de atropellos debía
darles vergüenza y renunciar a los cargos e irse de una ciudad como la de San Ignacio
de Sabaneta, que la mayor parte de sus gentes son ejemplos de dignidad,
trabajo, decencia, humildad, honorables, pulcra y de familias.
Lo que evidencia que esos abusadores uniformados, indecentes, violadores
de los derechos ciudadanos, al parecer, están siendo protegidos por esas
autoridades para que actúen a sus anchas.
Las
actuaciones de esos abusadores actúan por la
vulnerabilidad de las autoridades y la humildad de los ciudadanos y la
fragilidad de las autoridades competentes, no desmayaran en continuar sus
abusos.
Es este el patrón de desempeño de los miembros de la dotación policial y
la incapacidad de quienes tienen que frenar estas acciones?
Las gentes de San Ignacio no se merecen este tipo de accionar de esos
agentes.
Esto es flaco servicio a la ciudadanía y dice mucho de quienes son sus
autoridades.
Abusos de esas especies no deben repartirse jamás y sus autores deben
ser sancionados.
La complicidad de las autoridades
debe desistir.
Sin embargo, como permiten estos abusos, también han sido incapaces de
aclarar los crímenes cometidos que han estremecidos la sociedad
De esos asesinatos se desconocen resultados algunos sobre quienes lo
cometieron, porque al parecer a l.as autoridades no les da las ganas de profundizar
y llevar al banquillo de los autores de estos abominables hechos.
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