Sin madre, solos, separados y sin Nochebuena
Huérfanos
Fuente Listin Diario
Katheryn Luna
Santo Domingo
Será la primera Nochebuena sin su madre,
y recordarlo los envuelve en la tristeza. Huérfanos desde hace casi diez
meses, sobreviven con la ayuda del uno al otro, mientras mantienen la esperanza
de que puedan cambiar sus vidas algún día.
Cuatro hermanitos con edades de 21, 19, 16 y 4 huérfanos desde el mes de marzo del 2014 solos. Su madre fue asesinada y pasaran estas Navidades sin ella, con hambre, desamparados, disgregados y ni esperanzas. prensaglobaldigital.
Sentados en una vieja escalera
improvisada de madera, el pequeño Ramírez García, de siete años, y su hermano
William García, de 16, observan una olla con habichuelas sobre un fogón de tres
piedras, que será su almuerzo o quizás su cena.
Su madre fue asesinada en marzo pasado
-se presume que vícitima de feminicidio- y desde entonces Nelson García, el
mayor de 19 años, trabaja descargando mercancías de camiones por unos RD$350
desde hace un mes, de donde le descuentan RD$31 para seguro contra accidentes.
Llevar tan solo una manzana a sus bocas
en Nochebuena es un sueño, pues el sustento del hogar recae sobre los hombros
de Nelson, y hay días en que no cuenta con dinero para comprar alimentos. “Yo
quisiera comprarles juguetes a mis hermanos”, dice con tristeza, mientras mira
la pequeña casa de madera vieja y recuerda que también desea pintarla.
Hace menos de un mes consiguió trabajo
en la empresa Nestlé, pero hay días en que, si no llegan los camiones cargados
de mercancía, no tiene pago y no hay con que comer. Una hermana mayor de 21
años vive en Elías Piña y, según cuenta, tampoco tiene recursos para ocuparse
de ellos.
Miseria
Un viejo colchón sobre cuatro blocks, donde duermen los tres hermanos; una deteriorada estufa, una mesa y dos sillas plásticas rotas por el tiempo, son sus únicas pertenencias.
Un viejo colchón sobre cuatro blocks, donde duermen los tres hermanos; una deteriorada estufa, una mesa y dos sillas plásticas rotas por el tiempo, son sus únicas pertenencias.
No tienen baño, en realidad no tienen
casi nada. “A veces pasamos hambre”, dice William, cabizbajo y con la voz
entrecortada, mientras explica que con mil pesos que envía su padre y el de
Nelson, compran arroz y habichuelas.
La inseguridad con que viven en la
deteriorada casa, ubicada en el barrio Los Solares del Café de Herrera, cerca
de la cañada de Guaijimía, hizo que una tía se llevara a vivir con ella la más
pequeña, de cuatro años, Mariela, a quien desearían tener con ellos, aunque
reconocen que no pueden.
Para hacer sus necesidades acuden al
baño de algún vecino o al de la tía a varias esquinas.
Los tres hermanos continúan en la
escuela; la dueña de la casa en donde trabajaba su madre limpiando les regaló
uniformes y cuadernos. Nelson está en séptimo grado, William en quinto y
Ramírez en preescolar.
No tienen ropa, ni zapatos, solo los de
ir a la escuela; las vestimentas viejas que conservan desde que murió su madre
están colgadas en las paredes de madera de su casa.
Anhelo de Nochebuena
Mañana es Nochebuena, y a pesar de su dura realidad sueñan que sea diferente y que sus vidas tomen un rumbo distinto.
Mañana es Nochebuena, y a pesar de su dura realidad sueñan que sea diferente y que sus vidas tomen un rumbo distinto.
Nelson quiere una bicicleta para
William, muñecas para Mariela y carros para Ramírez.
Para él, solo “tener la casa
bonita”. No reciben visitas, así que en su cena de Navidad estarán solo
ellos tres en su humilde casa, si consiguen el dinero.
Dolor
Dominga García Encarnación salió de la casa donde trabajaba a las cuatro de la tarde el pasado 30 de marzo, y desapareció. Sus hijos buscaron día y noche, hasta que fue encontrada entre matorrales por el padre de Ramírez, quien fue llevado preso por la Policía.
Dominga García Encarnación salió de la casa donde trabajaba a las cuatro de la tarde el pasado 30 de marzo, y desapareció. Sus hijos buscaron día y noche, hasta que fue encontrada entre matorrales por el padre de Ramírez, quien fue llevado preso por la Policía.
El padre de Ramírez salió en libertad,
según dicen, y hasta ahora tienen la confusión de si en verdad él mató a su
madre.
Los vecinos dicen que Dominga era una
madre ejemplar, que en su pobreza y dificultades entregaba todo por sus hijos a
fin de que tuvieran al menos el pan de cada día.
Si desean ayudar a estos niños para que
puedan tener una feliz Nochebuena, pueden llamar a Nelson al teléfono
829-460-7923.
Ausencia
Aunque su madre no podía darles una mejor calidad de vida por sus condiciones de pobreza, el amor y el cuidado es lo que más extrañan, reflejando en sus miradas el vacío.
Aunque su madre no podía darles una mejor calidad de vida por sus condiciones de pobreza, el amor y el cuidado es lo que más extrañan, reflejando en sus miradas el vacío.
Pobreza
Los hermanos no cuentan con ropa ni zapatos, y su casita en mal estado no tiene baño, ni agua, por lo que tienen que caminar varias cuadras para hacer sus necesidades.
Los hermanos no cuentan con ropa ni zapatos, y su casita en mal estado no tiene baño, ni agua, por lo que tienen que caminar varias cuadras para hacer sus necesidades.
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