Fotógrafo ciego cubrió con éxitos juegos de Río de Janeiro.
“En el día a día, como no tiene a su
guía al lado, ejercita su profesión con un teléfono móvil y una aplicación que
le da informaciones por voz al tocar la pantalla, para saber dónde está el
objeto que pretende captar”.
“Actualmente, ya dirige un taller de
fotografía en Sao Paulo en el que enseña a adolescentes las reglas de
composición básicas y sobre todo, que no hace falta tener ojos para tomar una
buena imagen”.
Una máxima de la fotografía reza que una cámara buena
no es sinónimo de fotos buenas, porque la calidad depende de los ojos del
profesional.
Foto tomada por joao Maia.
Son
embargo, este axioma fue triturado en pedazos cuando el brasileño João Maia se
convirtió en el primer fotógrafo ciego en el mundo que cubrió los Juegos Paralímpicos
de Rio de Janeiro del 2016.
La
fotografía es sentir, usar tus sentidos, como la audición, y tener sensibilidad
por encima de todo", comenta Maia.
Maia
asegura que recibe el calor y el respeto de sus colegas de la prensa y afirma
que muchos fotógrafos le han dicho estos días que él les "cambió la
visión" acerca de su profesión.
El brasileño de 41 años,
perdió la visión casi por completo a los 28 dias de haber nacido por una
uveítis, una enfermedad inflamatoria que le afectó ambos ojos.
Explica
que todavía puede percibir bultos y colores vivos a distancias muy cortas, a
alrededor de un metro y también en el visor de su cámara.
Pero,
Maia no es capaz de ver el resultado de su trabajo, algo que asegura que no le
frustra.
"Una
vez que hago una foto, ya no es mía, sino del mundo", dice.
Para cubrir un complejo evento deportivo como los Juegos
Paralímpicos necesita ayuda, la que le brinda su colega Ricardo Rojas, quien fue
su descubridor y le fichó para el proyecto Mobografia, una web de arte visual
captada con teléfonos móviles y que lo acreditó para los Juegos.
"Ricardo
es mi guía, es igual a los atletas deficientes, que tienen guía.
Él
me dice cómo está el deportista y me describe el ambiente", relata.
La tarea es más fácil,
continúa, cuando fotografía deportes en los que el público está obligado a
permanecer en silencio, como el goalball y el fútbol de 5 jugadores.
En
esas ocasiones tiene la misma ventaja que los jugadores y puede escuchar el
cascabel que lleva el balón y anticiparse a las jugadas.
En los Juegos, usa una cámara
profesional, pero se sirve apenas de una lente de 50 milímetros, la distancia
focal que, según los fotógrafos, es más parecida a la visión humana, ya que no
puede costearse los caros teleobjetivos que usan sus colegas de profesión.
Dentro de la fotografía, lo
que más le gusta es captar imágenes de deportes con más movimiento y, en
especial, el atletismo, un deporte al que él se dedicó después de quedarse
ciego.
Maia
probó las disciplinas de lanzamiento de jabalina, disco y peso e incluso se
inscribió en las pruebas clasificatorias de los Juegos Paralímpicos, pero no
logró alcanzar los índices necesarios.
A raíz de su participación en
los Paralímpicos, João se ha convertido en una celebridad en Brasil y en
especial en el mundillo de la fotografía.
Antes
de los Juegos tenía unos cientos de seguidores en su cuenta de Instagram y ahora supera los 6 mil y perdió la cuenta de las
entrevistas que ha concedido.
Espera que todo este
reconocimiento se traduzca en llamadas telefónicas una vez que acabe el evento
deportivo, para conseguir empleo relacionado con la profesión que ama.
"Para
mí sería una gran felicidad no sólo ser reconocido, sino poderme ganarme el pan
como fotógrafo", comenta.
También le agradaría impartir
seminarios sobre fotografía.
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