Gobierno y la puta.
Otra vez como dice la canción de "Los Guaraguaos".
Otra vez vuelve la tragedia.
Otra vez las mismas mentiras.
Otra vez las mismas confusiones.
Otra vez las interrogantes.
Otra vez alborotaron al Yaque Dormilón.
Lo hicieron en el año 2007 con la Tormenta Olga.
Ahora, otra vez se repite la misma historia.
Los funcionarios del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos debieran
planificar mejor.
Debieran dejar a tras la improvisación.
Ahora
solo queda los productores agrícolas de la Región Noroeste lamentarse y llorar
a sus pies.
Ahora con el desfogue de la presa Tavera y los daños
ocasionados a las plantaciones agrícolas en la Región Noroeste, es la sangre la que llora en los corazones y los zapatos de los productores.
Y ahora que las pérdidas son millonarias sería
como decirles desde el gobierno a los afectados, “tú, miserable vete a vomitar la
sangre en esa esquina y vete a dormir tranquilo”.
¡Duerme y que sea en la oscuridad donde
encuentres la amnesia del renegado y no recuerde porque te muere!.
“Hay funcionarios irresponsable, el hombre honesto y de trabajo no
vale “nada”.
Hoy que el traje les aprieta a los productores que lo perdieron
todo, por las deudas contraídas con instituciones financieras, no sería tan
fácil como el “matar a una puta”.
Desde el gobierno debía actuarse con más sensatez cuando se
presentan estos tiempos y no esperar hasta el último minuto pasar desaguar la
presa.
En dos ocasiones desde el gobierno se ha actuado contra los
productores como el cuento de la “mujer puta” que cuando la asesinan, nadie la
va a echar de menos, sino que desaparece como sucede en el país con tantos
ciudadanos.
Ahora las cosechas perdidas, su trabajo ha sido tirado por la
borda y vienen las presiones de los bancos a querer incautarles los bienes a
esos abnegados hombres y mujeres que doblan sus espaldas pasando hambre para
hacer parir la tierra.
El gobierno está improvisando tanto y en todas las épocas, y va a llegar
un tiempo en que arrancará de cuajo las agallas a los hombres y mujeres de
trabajo y se van a tirar a sus casas para que nos “jodamos todos y todas”.
Si desde el gobierno sus funcionarios levantaran la cabeza y vieran
en qué condiciones están las fincas en la Región Noroeste, verán los daños y
errores cometidos.
Más, a ellos, no les interesa que el hombre del campo pierda sus
cultivos.
En el 2007, en el gobierno del Presidente Leonel Fernández, el director
del INDRHI, Héctor Rodríguez Pimentel “marcó el cinturón en las espaldas de los
productores agrícolas” de la Región Noroeste con el desagüe de la presa
Tavera-Bao.
Ahora en el 2016 se repite la misma “barrabasada” en el gobierno
de Danilo Medina, su PLD y la gestión de Olgo Fernández.
Desde el gobierno se ve que se están asesinando los buenos deseos
y voluntades de aquellos hombres y mujeres en querer luchar y producir rubros agrícolas
de la mejor manera.
El hombre no puede ser tan masoquista.
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