Muere Fidel Castro, líder de la Revolución Cuba.
Tenía 90 años de edad.
El líder de la revolución cubana tenía 90 años.
Nació el 13 de agosto de 1926 y murió el 25 de noviembre del 2016.
La muerte de Fidel Castro lo confirmó su hermano, el presidente
de Cuba Raúl Castro, en una alocución en la televisión estatal.
El dictador y comandante
de la revolución cubana Fidel Castro murió en la noche del viernes, según anunció su hermano Raúl
Castro durante un comunicado leído en la televisión estatal.
Castro, quien cumplió 90
años el pasado 13 de agosto, se encontraba en estado delicado desde hacía años.
La muerte se produjo en su
residencia particular y, según explicó el actual presidente de Cuba, sus restos
serán cremados a primera hora de este sábado.
Con una salud delicada
desde 2008 -año en que cedió el poder a su hermano Raúl-, el régimen había regulado a
cuentagotas sus apariciones en
fotografías oficiales, acompañado la mayoría de las veces de algún presidente
extranjero.
La última de sus Reflexiones data
del 28 de marzo de 2016.
En ella, Castro se
refería al "Hermano Obama",
en referencia al acercamiento histórico entre Estados Unidos y Cuba.
Su última aparición fue
el pasado 15 de noviembre, cuando recibió en su casa al presidente de Vietnam, Tran Dai Quang.
El padre histórico
de la Revolución cubana falleció en la noche del viernes 25 de noviembre a las
22:29 y sus restos serán cremados "atendiendo su voluntad expresa",
explicó Raúl Castro, visiblemente emocionado.
El mandatario agregó que
en las próximas horas se anunciará cómo se realizarán las exequias de Fidel
Castro.
Lo único que nadie puede
negar es que con la muerte de Castro se fue el último líder de las revoluciones del siglo XX,
un protagonista de la Guerra Fría que -en 47 años de gobierno- lo convirtió en
el más perdurable jefe de Estado del mundo.
Se topó con 10 presidentes
de Estados Unidos y vio partir a nueve de ellos.
Todos, sin excepción,
intentaron "quitarse de encima"
a Castro.
Primero con las armas,
como John Kennedy en 1961 y la fallida invasión a Bahía de Cochinos, y luego
con un embargo comercial que comenzó en 1962 y adquirió toda su fortaleza en
marzo de 1996, cuando el presidente demócrata Bill Clinton promulgó la ley
Helms-Burton.
Pero Castro siempre estuvo ahí,
promoviendo un comunismo de rancia estirpe soviética en su pequeña isla de
110.860 kilómetros cuadrados, en las propias barbas de su peor enemigo, la
mayor potencia mundial.
Castro nació el 13 de agosto de 1926 en Mayarí, en el oriente, como hijo
extramarital de un emigrado gallego de buena posición económica, Ángel Castro
Argiz, y su cocinera, Lina Ruz González.
El padre dejó en manos de los jesuitas la enseñanza primaria de sus dos hijos varones, hasta que el
ingreso de Fidel a la Universidad de La Habana, donde se graduó como abogado en
1950, lo colocó en el camino de la política.
La UIR era una
organización que creía febrilmente en la violencia como método,
pero su único programa de gobierno se basaba en el profundo anticomunismo de su líder.
Fidel
Castro el día de su casamiento con su primera esposa, Mirta Díaz Balart
Con la muerte de Tró en
1949, Castro migró a la dirección del Partido Ortodoxo (PO), desde donde
denunció las atrocidades cometidas por la dictadura de Fulgencio Batista (1952-1958).
En ese entonces, La
Habana era considerada un refugio de maleantes y mafiosos. En 1950, el 90% de
las minas y de las haciendas, el 40% de la industria azucarera y el 80% de los
servicios públicos cubanos estaban en manos extranjeras.
El 26 de julio de 1953,
Castro realizó el fallido ataque al Cuartel Moncada,
germen de la futura Revolución Cubana.
En el juicio en su
contra, Fidel asumió su propia defensa y pronunció su famosa frase "Condenadme, no importa. La historia me
absolverá".
Lo que sigue es conocido:
la amnistía, el exilio en México, su encuentro y amistad con el argentino Ernesto "Che" Guevara y la partida del yate Granma con 80
revolucionarios a bordo.
Castro estuvo entre los 12 sobrevivientes que se ocultaron en Sierra Maestra, desde donde comandó la guerra de
guerrillas que terminó con el gobierno de Batista el 1 de enero de 1959. Ya
lucía entonces el uniforme verde oliva, la barba tupida y el enorme puro humeante que
caracterizarían al icono revolucionario.
Fidel
Castro celebra la victoria del movimiento revolucionario cubano sobre el
régimen de Fulgencio Batista. 8 de enero de 1959
El nuevo gobierno
prometió devolver la propiedad de la tierra a los campesinos, defender los
derechos de los pobres y elecciones cuanto antes, proclamas
fieles a los idearios originales del PO.
Desde el comienzo, Castro
insistió que su ideología era, primero y principalmente, cubana. "No hay comunismo o marxismo en nuestras ideas, sólo democracia representativa y justicia social", dijo en esos momentos
primigenios de la revolución. ¿Por qué Castro se convirtió luego en aliado
incondicional de la Unión Soviética (URSS)?
Su gobierno había expropiado todas las empresas de capital estadounidense y el
3 de enero de 1961 Washington decide romper relaciones diplomáticas con la
isla.
El 16 de abril, Castro
proclama el carácter socialista de la revolución.
Al día siguiente se
produce la invasión de Bahía de Cochinos, que termina para Estados Unidos en un
fiasco de dimensiones épicas.
El 1 de mayo, Castro
declara que la revolución es marxista-leninista y sella su alianza definitiva con la URSS, dependiendo
cada vez más de su ayuda económica y militar.
En 1962, Moscú intenta
instalar en Cuba cabezas nucleares de alcance medio, ante la oposición
estadounidense. La llamada "Crisis de los Misiles" marcó el futuro de La Habana hasta el
fin de la Guerra Fría: Nikita Kruschev retira las ojivas nucleares cuando
obtiene el compromiso de Washington de que jamás invadiría la isla.
Luego vino el embargo
económico norteamericano -que recién ahora empieza a deshacerse- y el
consiguiente endurecimiento del régimen cubano.
El anticastrismo en el
exterior, conformado por unos 600 mil cubanos radicados sobre todo en
Miami, define a la isla como un infierno de represión, con un partido
único y corrupto, asolada por la censura y la paranoia oficial ante el disenso,
las fronteras cerradas de adentro hacia fuera y sanguinarias purgas de
opositores, con cientos de "balseros" que cada año arriesgan su vida
huyendo de la ruina económica, y con cárceles desbordantes de disidentes.
Según el último informe
de Amnistía Internacional, hay unos 70 prisioneros de conciencia en la isla, y Human Rights Watch eleva su número a
más de 300.
La oposición denuncia
también un "enfermizo" culto al líder carismático.
Se sabe que Castro tuvo 8
hijos reconocidos, cinco de los cuales compartió con su última compañera, Dalia
Soto.
Pero nunca se verá una foto de Castro junto a su familia o en tiempo de ocio, mucho menos
cumpliendo con su rutina diaria de ejercicios físicos.
La única fotografía en
que se le ha visto con uno de sus hijos en brazos fue tomada al inicio de la revolución,
cuando Fidelito, el primogénito, tenía 9 años.
Fidel
Castro junto al “Che” Guevara, enero de 1960 (AFP)
Lo cierto es que la mayor
parte de los cubanos solo sabía que Castro trabajaba hasta el alba y que dormía
cuatro horas por día, pero nada más.
Y eso que hasta sus
últimos días, la radio y la TV transmitían en directo todos sus discursos, el
más largo de siete horas, y el más corto, en Cuba, de 18 minutos.
Tras su retiro, sus Reflexiones, publicadas con puntualidad
en la prensa oficial, mantuvieron viva su memoria, aunque con el abordaje de
temas cada vez más alejados del día a día del Gobierno.
La lógica del "líder-padre" es
la que aún domina la mentalidad de muchos cubanos. Para ellos, La Habana fue y
será ejemplo vivo de la lucha de David contra Goliat. Y rescatan que Cuba ha
alcanzado los índices de salud y educación más altos de la región.
Castro siempre hizo
hincapié en los logros de su gobierno en estos dos sectores claves, y la exportación de médicos y maestros formó parte de su política exterior en
el complejo camino de encontrar aliados.
Cientos de doctores
cubanos aún trabajan en la Venezuela forjada por Hugo Chávez, pero también en
Perú, Ecuador y hasta Brasil, donde su presencia ha levantado protestas de los
profesionales locales.
Sin embargo, el "paraíso" ideado por
Castro comenzó a derrumbarse en los 90, con el fin del subsidio
soviético. Si en 1989 las importaciones para la salud alcanzaban los 227
millones de dólares, la primera etapa del "Período Especial" vio
desplomar esa cifra a menos de 70 millones.
En ese momento, Castro coqueteó con la idea del modelo chino, que combina la dictadura política del Partido Comunista y una variante de la economía de
mercado.
Pero las causas de la
sobrevivencia han sido menos sofisticadas. Cuba se recuperó alentada por el
auge del turismo internacional y, sobre todo, el petróleo del venezolano Chávez, que
vino a ocupar el lugar dejado vacante por Moscú.
Ahora ha sido su hermano
Raúl el responsable de salvar a la dictadura de la debacle económica
definitiva.
Sin signos de apertura
política a la vista, el Ejecutivo ha abierto poco a poco los
sectores más críticos de la economía, como la producción de alimentos.
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