Escándalos y más escándalos.
Es
vergonzante, escandaloso e inaceptable que Estados Unidos ha cancelado el
visado a su país a 700 funcionarios y militares de gobiernos peledeistas por alegados
corruptos.
Es
un descaro el robo del dinero del pueblo de que esas sanguijuelas se hagan
ricos cogiendo a sus anchas el dinero que nos corresponde a todos y todas.
Debe
actuarse contra estos ladrones sin importar el cargo que tenga en el partido y
las funciones que tengan.
El
representante diplomático de Estados Unidos acreditado en Santo Domingo ha
dicho que espantan los niveles de corrupción y la impunidad en el actuar
gobierno dominicano.
Eso
debe darnos vergüenza de que esos infaustos funcionarios públicos y miliares se
hagan ricos de la noche a la mañana sin que sean castigados por ley.
Por
esos actos, la República Dominicana promedia más porcentaje que los países más
corruptos del mundo.
Todas
las semanas, debido a la errónea y desacertada política económica del gobierno,
el ministerio de Industria y Comercio eleva los precios de los combustibles
cuyas cargas lesionan los bolsillos de los desafortunados de la fortuna, para
engordar a los de los funcionarios ladrones.
Además
de robar el dinero del erario público, también, han hipotecado la Soberanía
Nacional trayendo a millares de famélicos haitianos imponiendo su transculturación
y enfermando a los dominicanos.
El
robo de dinero del pueblo, hipotecar la Soberanía Nacional, son a todas luces,
delitos viles por los daños perpetuos que ocasionan en el presente y porvenir
de la Patria que nos legaron Juan Pablo Duarte, Matías Ramón Mella, Francisco
del Rosario Sánchez y los demás hombres y mujeres que ofrendaron sus vidas en
aras de la Libertad e Independencia de la República Dominicana.
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