Males spciales y haitianos ilegales parcen adueñarse de República Dominicana.
Santiago Rodríguez, R.D.-La delincuencia, inseguridad y presencia con la complicidad de sectores de poder militares, político y empresarial cada vez mayoritario de haitianos, están socavando la paz de los dominicanos.
No existe un rincón en la República Dominicana en que no prevalezca la presencia masiva de hombres, mujeres, niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos de origen de la tierra de Jacques Dessalines y de Toussaint Louverture.
Hay negocios de venta de comida y bebidas alcohólicas ubicados en distintas calles de ésta ciudad en que haitianos limpiabotas se colocan en sus puertas acosando a los clientes.
La afluencia de los asentamientos africanos en Haití ya parecen haber tomado el control absoluto de la República Dominicana.
Por las calles de todas las provincias, los haitianos caminan y realizan sus operaciones en todas las épocas y calles sin que las irresponsabilidades de las autoridades intercedan.
Ya, por doquier existen asentamientos bien organizados de haitianos, en que los dominicanos, ni siquiera po sus alrededores puedan circular.
A pesar de la situación, las personas dominicanas prudentes ya tiene hasta pánico de salir a las calles.
Sabaneta, era un poblado tranquilo, sin embargo, en los últimos tiempos, parecen que allí han caído las diez plagas similares a las que les cayeron a Egipto.
Iguales condiciones existe en las paradas de guaguas, en que los hombres y mujeres ilegales que los guardias, los grupos de mafiosos y traficantes de trata humana parecen tener buenos amarres para poder pasar a los haitianos.
Comentarios
Publicar un comentario