Director Comisión Ciencia y Tecnología Consejo Regional de Desarrollo (CRD),
Ing. Físico, Sísmico, Geofísico
e Industrial,
Experto en planificación y desarrollo,
Profesor Universitario.
Donde vivir es una de las decisiones
importantes que enfrentamos en nuestras vidas. De esta decisión depende nuestro
futuro, la calidad de vida, como el de nuestras familias e incluso el futuro de
nuestro propio país.
De acuerdo a las Naciones Unidas, en el
2008 por primera vez las gentes que viven en las ciudades superaron a las
gentes que viven en los campos en el mundo. Ha sido una gran oleada humana del
campo a la ciudad, más de 227 millones, de acuerdo al organismo mundial, se han
movido desde el año 2000.
En el caso especifico de República
Dominicana, en las décadas de los años
60s, 70s y 80s se produjeron grandes oleajes de campesinos emigrando hacia las ciudades
de Santo Domingo, Santiago y San Francisco de Macorís, entre otras. Estos
acontecimientos se convirtieron espontáneamente en la más grande revolución ecológica y democrática
en nuestro país.
A partir de dichas
décadas, los habitantes de nuestros campos guiados por su gran inteligencia
intuitiva, comprendieron, contrario a nuestros vecinos haitianos, que estaban
compelidos a procurar su promoción humana asumiendo para si los beneficios que
les podían arrojar las grandes ciudades, de tal forma que hoy se pueden
apreciar los buenos resultados de dicho proceder. Igualmente, con ello se
logró mayores niveles educativos que permitieron
al país proteger su flora y su fauna, mientras que en Haití prácticamente se
destruyó la flora, la fauna y parte de la insustituible capa vegetal de su
suelo, por la falta adecuados niveles educativos
en su población rural y de una sólida concientizaciòn en torno a sus reales
reivindicaciones y deberes sociales, además
del rol que les correspondía jugar en la toma de decisiones locales,
regionales y nacionales.
En el referido proceso, fue la UASD la
primera institución que creyó en la educación de masas, estuvo en el centro de
la recepción de estas grandes oleadas de campesinos, ella abrió sus puertas a
miles de campesinos sin distinción y contradijo todas las teorías predominantes
en la época.
Estas masas de jóvenes comenzaron a compartir
con profesores de alto nivel y prestigio como el profesor Pedro Mir en humanidades, el Dr. Gustavo Rathe en física o la
profesora meritísima Ing. Mercedes Sabater de Macarrulla, por solo
mencionar algunas luminarias de intelectuales de la UASD en esa época.
Las conversaciones de estos millares de
campesinos con estos profesores, en el mismo centro de la ciudad universitaria,
se transformó, de manera indirecta, en la más grande revolución ecológica y democrática
en toda la historia de la isla.
En aquellos años, políticos, economistas
e intelectuales atrasados, pedían a gritos por radio y televisión que se impidiera
la emigración de los campesinos hacia las grandes ciudades. !Que equivocados
estaban!. Hasta las aves desoyeron estos ruidosos discursos y emigraron a la
ciudad.
Producto de lo indicado, hoy tenemos por
resultado que miles de estos campesinos, convertidos en exitosos profesionales,
médicos, ingenieros, sicólogos, sociólogos, físicos, químicos, abogados, día
tras día hacen presencia en nuestros campos, constituyéndose en columnas
esenciales para lograr un futuro mejor de las zonas rurales, además de convertir a las mismas en jardines ecológicos,
haciendo de nuestro país uno de lo más bello y hermoso del mundo.
Estos extraordinarios logros, llaman a
los ayuntamientos y al gobierno central,
aprovechar a toda capacidad los recursos
humanos de alto nivel vinculados a los campos que les vieron nacer y
crecer, a fin de canalizar sus conocimientos y experiencias al servicio del
desarrollo de las diferentes comunidades rurales de nuestras regiones. Lo
anterior producirá un efectivo proceso de cooperación y beneficio mutuo en
educación, actividades y proyectos
específicos, como lo ha logrado el Consejo Regional de Desarrollo (CRD) en el entorno rural de las
provincias que componen la Región Nordeste y el Cibao Central.
Tras las fecundas y beneficiosas conquistas que ha arrojado la emigración
de nuestro campesinado a las grandes ciudades y del mundo actual, todos los
dominicanos y las dominicanas debemos asumir plenamente que el otro nombre de
la libertad, la democracia y el desarrollo
se llama: Educación.
Odonel Gómez Rojas,
Director Comisión Ciencia y Tecnología Consejo Regional de Desarrollo (CRD),
Día del Maestro y la Maestra. Origen del Día del Maestro en América Latina: El Día del Maestro en América Latina se conmemora en diferentes fechas, cada una tiene su historia de porque se eligió esa fecha. La República Dominicana , también tiene su fecha y el porque de ella. En ese sentido, cabe señalar, que en la República Dominicana, se celebra este gran día el 30 de Junio de cada año. Dicha fecha tiene su origen en el natalicio del profesor Juan Bosch, uno de los más grandes escritores dominicanos y de América de todos los tiempos. Así como también, fue uno de los más importantes líderes políticos que ha tenido este país. Oficialmente, este día, fue consagrado el 30 de junio mediante la Resolución No. 6-39 de fecha 6 de junio de 1939, siendo Secretario de Estado de Justicia, Educación Pública y Bellas Artes, Virgilio Díaz Ordóñez. Al Igual que la República Dominicana, los países de América Latina, celebran este día pero en diferentes fechas. ENTREVISTA REALIZA
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