DESPUES DE LAS ELECCIONES : HIPOLITO MEJIA, EL PRD Y EL PAIS
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NUEVA YORK.- El amplio segmento no político de la República Dominicana momentaneamente comienza a respirar el contaminado aire que promueve el fomento del accionar político.
Todos los provenientes de "Quisqueya", sin importar donde residen ahora saben quien "ganó" y como "obtuvo" el pase para ser el presidente sustituto de Leonel Fernández.
Otra vez, los derrotados son Hipólito Mejía, el Partido Revolucionario Dominicano y casi medio país que entendía no se debía seguir bajo las riendas de una organización política cuyos miembros -super ricos en su mayoría- no han actuado con la suficiente firmeza contra la corrupción, el nespotísmo, el narcotráfico, la inseguridad, la delincuencia, y la pobreza entre otros males que arropan al país.
Todo el mundo sabe que Hipólito Mejía fue rechazado en las urnas por el más de millón de votantes que reciben pingues beneficios que consiguen vía la Tarjeta de Solidaridad Social, las nominillas y los diversos barrilitos que han disfrutado los actuales legisladores.
Igualmente por sus garrafales errores verbales en el último tramo electoral, por la negativa de Miguel Vargas Maldonado de sumarse a la campaña del partido blanco, y por la errada estrategia de concentrarse sólo en los ataques políticos contra el presidente de la República y su gabinete, atacando muy poco al candidato presidencial peledeísta.
El Partido Revolucionario Dominicano tendrá doce años fuera del poder y, a prima face se puede decir que conociendo la grave división que afecta a esa "corporación de partidos", la falta de visión o coherencia de sus principales "dirigentes", y de lo que son capaz quienes dirigen el país, la organización del "Jacho Prendío" es probable que pueda durar fuera del control del estado hasta por los próximos 24 años.
En la nueva gestión peledeísta se incrementará el número de los beneficiarios de la Tarjeta de Solidaridad Social, se creará otra nominilla que responda al nuevo presidente; todo esto sumado busca frenar los planes eternos de estar en el poder del jefe de estado que entrega el próximo 16 de agosto, y en consecuencia provocar que el partido blanco no tenga posibilidades de retomar el poder.
Sin embargo, y aunque muchos quieran la desaparición del total del partido blanco, no todo es negativo para la principal entidad opositora debido a que en el pasado proceso electoral quedó demostrado que no toda la población está contento con la gestión de millonarios, agresivos y todo-poderosa que promueven los peledeísta.
Entonces, si, es que los perredeistas quieren volver al poder, ahí se debe fomentar una renovación de los diferentes mandos sin retaliación, reagrupar a los cientos de miles de jóvenes que necesitan de educación politica para que amen respeten o defiendan a esa entidad. Igualmente luchar por lograr el retorno de reconocidos o viejos perredeistas que por errores los cabezas de los máximos organismos abandonaron esa organización.
Que se abandone la practica de ser un consorcio de "empresarios" metidos a políticos, y se inicie una etapa de reactualización de la conducta política que impera entre todos los que tienen la estampa de pequeños, medianos, o altos dirigentes.
Que haya una fuerte autocrítica y un compromiso de reducir en su mínima expresión los graves errores que en materia de estrategia, de conducción del Estado y hasta de pronunciamientos se vienen repitiendo desde antes del 1978, hasta la fecha.
Que su liderazgo, entre ellos el presidente y el secretario general vayan a los barrios, y desempeñen un real rol de defensa en pro de la entidad de los perredeistas, y de todos los que estan abandonados o sienten que la política económica que se ha estado aplicando lo tiene por debajo de los límites de la pobreza.
En fin, el Partido Revoloucionario Dominicano, es una organización que puede levantarse, reinvidicarse con la historia, y gozar del respaldo de los sectores que necesitan avanzar, sólo falta un análisis de introspección, admitir todo lo malo y aplicar el dicho que siempre hay espacio de empezar desde cero.
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