No más chantaje
Laurent Lamothe.
Por Marcelo Peralta
En la tercera ronda del proyecto de naturalización efectuado esta semana en Bávaro, República Dominicana, se produjo nueva vez el chantaje, extorsión, presiones psicológicas, que parece los funcionarios dominicanos están siendo manipulados.
Cuándo será que República
Dominicana va a entender que el primer ministro haitiano, Laurent Lamothe, está
usando el chantaje en el mal llamado proceso de naturalización de los ilegales
de su país que se hallan en nuestro territorio.
Ahora dice que el contrabando por
la frontera dominicana hace perder a la economía de su país 300 millones de
dólares anuales, cuando ellos nunca se han organizado, desde el año 1606 hasta
la fecha nunca han querido firmar acuerdos bilaterales, viven desorganizados y
todos los que asuman a cargos presidenciales se hacen ricos, abandonan al
pueblo y luego se van a vivir a otras naciones.
Ese funcionario, que se ha
convertido en un papagallo obedeciendo a las directrices errónea política en
materia de la invasión pasiva de haitianos a República Dominicana promovida las
élites fraguadas por Estados Unidos, Francia, Canadá, España y Alemania para
convertir la Isla en una sola, chantajea a los negociadores criollos.
Lamothe que manipula a los
negociadores dominicanos, por su condición de que su posición está por encima
del presidente de su territorio, ahora dice que el fenómeno del contrabando y
que ellos auspician, hay que aplastarlo, porque afecta la economía de su país.
Lo que está haciendo éste con la
legación dominicana es llevarla al terreno que él considera viable a fin de
acrecentar la manipulación y poner de rodillas a República Dominicana, a fin de
que no tenga alternativas de zafarse y aceptar de nacionalizar a los más de
diez millones de negros haitianos, porque la intención es adherirnos en una sola
nación.
En Haití, muy pocas personas
saben que existen dos grupos de poderes: Los blancos que se han separados desde
hace muchos años y los negros pobres hacia otro horizonte.
Pero, la claque dominicana y la
haitiana de poder, que promueven el contrabando de productos comestibles, armas
de fuego, trata de personas, drogas, ropas usadas que pregonan en los mercados
de purgas que han inundado todos los pueblos dominicanos, pretenden mantener el
control absoluto y hacer cargar pesado a República Dominicana.
Las plagas de insectos que copó
hace un tiempo la geografía nacional que diezmó las aves autóctonas, como las
ciguas palmeras, entre otros, provino de Haití.
El gobierno dominicano, porque
está presionado por sectores de poder, no se atreve a denunciar la procedencia
de la comezón que sufren los dominicanos que mal llamada, por no decir otra
cosa ha bautizado como la Chikungunya.
Nuestro gobierno, debe de dejar
de guardar ya silencio y decir la verdad real y efectiva de ésta desgracia.
Antes el primer ministro de Haití
impidió la entrada de pollos y huevos dominicanos a su país, bajo el chantaje
de que estaban enfermos, pero los haitianos que vive en República Dominicana se
los comían tres veces al día y nunca, ni siquiera diarrea les dio a ningunos de
ellos.
Ahora vienen con el jueguito de
CHIKUNGUNYA, que ha afectado a miles de dominicanos.
¿Quién ha visto a un haitiano
afectado de la Chikungunya de los que viven en República Dominicana?.
Lo que quiere decir, entonces,
que los haitianos y haitianas son inmunes a esos brotes epidémicos y que ya los
han padecido y los propagan hacia donde llegan.
El chantaje y extorsión
continuará contra República Dominicana.
Hay un run, run, run, de que viene
por ahí un eventual brote de la ébola.
Que se diga la verdad de esta
cuestión, porque los dominicanos estamos soportando una carga muy pesada, que
de momentos se nos va a ir de lado y el berenjenar va a ser de consecuencias
muy funestas.
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