Claudicó República Dominicana ante Haití.
Los efectos serán funestos
Por Marcelo Peralta
La República Dominicana es tan
débil en su musculatura como en sus vísceras.
Vivimos en un Estado débil, que
se evidencia en lo físico y en lo lineal.
Es el Estado que tiene un
control pésimo en el caso haitiano.
El Estado nuestro es frágil.
A los funcionarios y a sus autoridades
parece que les cocieron los labios y les vendaron los ojos.
Al mirar a muchos de sus funcionarios
sus rostros reflejan una tensión llenos de nerviosismo.
Y peor, la postura tibia de los
partidos llamados de oposición cuyos dirigentes tienen las manos cerradas y las
lenguas pegadas a su paladar.
Sus reacciones se turban, se
azoran lo que demuestra que están más dormidos que una silueta y que están en
un escollo difícil.
Los políticos cuando están en
situaciones similares se aíslan y hacen como el avestruz.
El proyecto de naturalización
creado por el Gobierno del Partido de la Liberación Dominicana lejos de
beneficiar al país lo ha hundido.
Y los efectos negativos no han
aflorados aún.
Con ese mal proyecto han hundido
a la generación actual y la porvenir.
En algunas reseñas anteriores
vaticiné que ese proyecto era lesivo para República Dominicana.
Los negociadores dominicanos claudicaron.
Esos haitianos lo llevaron al
terreno que quisieron.
Escribí y dije que no era
prudente que los negociadores dominicanos accedieran ir a Haití a las
discusiones.
Muchos lectores, sin
conocimientos de causa me criticaron.
Ahí están muchos de los
resultados.
Esta decisión ha dado poder y
fuerza a los haitianos.
Ojalá que esos que ayer me
criticaron, mañana puedan defender a la Patria de Juan Pablo Duarte.
LEAN ESTO:
Durante el proceso de regulación
los haitianos acusaron a los dominicanos de nazis.
Boicotearon las ventas de
pollos, huevos, carnes y plásticos dominicanos alegando que estaban enfermos,
dañados y podridos.
¿Cómo explicar la burla del
editorial del periódico Le Nouvelliste?
Se pregunta el editorialista
del periódico: “¿Cuántos hombres y mujeres haitianos todavía se sienten
afectados por esta sentencia que ha herido a los hijos de Dessalines, Petion,
Christophe y Toussaint en su carne, su sangre y su alma?”.
El editorialista de Le Nouvelliste,
jamás ese barbarazo menciona a los hijos de Juan Pablo Duarte, Francisco del
Rosario Sánchez, Matías Ramón Mella,
Gregorio Luperón Luperón, Francisco Alberto Caamaño y Manolo.
Solo menciona a los hijos de
Dessalines, Petion, Christophe y Toussaint”.
Sería una buena lectura de esos
malos dominicanos que apoyaron y auspiciaron ese mal proyecto.
Las enfermedades que los afectan son importadas.
Las importaciones de culturales, sus resultados serán desagarradoras.
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