Cuando un pueblo no defiende sus edificaciones simbólicas….
Por: Ricardo González Quiñones
Han ido cayendo, uno por uno, ante la mirada inquebrantable, la inmadurez
soslayada y la penumbra de lo desconocido, de sus propios habitantes.
Escuela Ana Joaquina Hidalgo antigua José María Serra.
Todos nuestros monumentos, nuestros hitos que nos identifican y nos
distinguen de las demás provincias del país, nuestras reliquias dentro de las
cuales se ha escrito la historia, han sido “cercenadas” por las autoridades de
turno.
Sus columnas.
Ahora le ha tocado a la Escuela Ana Joaquina Hidalgo, antes José María
Serra y mucho antes Julia Molina.
Este sábado pasado, cruzando por su frente,
observé que la estaban “remodelando”, y al querer entrar, oh! Sorpresa, pues
resulta que sus pisos todos de mosaicos, hechos con todo el criterio, con los
que se hacían algunas cosas en la “era”, están siendo sustituidos por unos
pisos de granitos “sancochados”, una amalgama de cemento crudo con algunas
piedras en su interior.
Una especie moderna de cambiar oro por espejitos.
Oh! Dios santo, dónde están las autoridades de educación de mi pueblo
Sabaneta, Santiago Rodríguez?
Creen ustedes que hay que ir a estudiar a París, para no darse cuenta de
esta barbarie.
Dónde están los arquitectos que viven en Sabaneta, Santiago Rodríguez?
Cómo es posible que quiten un piso de mosaicos puestos en el 1950, hace 64
años, para colocar uno de granito aun crudo?.
Dónde diablos está ese pueblo indignado y empoderado al mismo tiempo?
Cuando estas cosas pasan en los pueblos, y sus habitantes no se dan por
enterados, me viene a la memoria aquella máxima de Martín Niemoller que
comienza más o menos así: “cuando los nazis vinieron a llevarse los
comunistas, guardé silencio, pues yo no era comunista………”
Antes de esta barbarie, nuestras “autoridades competentes”:
Dañaron la Iglesia San Ignacio de Loyola
Dañaron el Parque Patria, antes Ramfis, ahora Don Juan Rosado.
Dañaron el Monumento a los Héroes de la Restauración.
Dañaron La Casa Consistorial.
Sin embargo, no hay nadie detenido, nadie amonestado, nadie les ha
reclamado a todos estos individuos, una explicación de cuáles razones los
han llevado a hacer estos daños históricos.
Cuando Santiago Rodríguez sea una “Provincia Eco-turística”, no
habrá ni siquiera un Yaguajai para mostrarlo.
De qué material estamos hechos los sabaneteros?
De qué diablos sirvió que murieran Pedro Thomas, Antonio Batista y José
Mártir.
Hasta pronto, Dios querrá.
Ricardo González Quiñones.
Sabanetero.
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