El CONEP y sus propuestas
Manuel Diez, presidente del Conep.
El CONEP publicó el 28
de enero del 2013 un espacio pagado donde establecía: Ante el compromiso
asumido en la recién aprobada Ley 253-12 de revisar la Ley 28-01 que creó una
Zona Especial para el Desarrollo Fronterizo; una vez más el sector industrial
dominicano se ve en la necesidad de externar públicamente su preocupación sobre
los efectos dañinos provocados por dicha legislación en perjuicio del Estado
dominicano y de la estabilidad de más de 7 mil pequeñas, medianas y grandes
industrias establecidas en todo el territorio nacional.
Por
Marcelo Peralta
El
Consejo Nacional de la Empresa Privada-CONEP- trasladó su cúpula hasta la
ciudad de Santiago y ha dicho que se impone la imperiosa e impostergable
necesidad de un Pacto por el Empleo Formal implica grandes reformas estructurales que permitirán a la
República Dominicana convertirse en una economía más
desarrollada y competitiva, que genere prosperidad y bienestar para la mayoría
de los dominicanos”.
Los
empresarios vinieron a Santiago y organizaron un evento que titularon “La
Reforma Laboral para la Promoción del Empleo Formal” que se desarrolló en el
Edificio Empresarial, ubicado en la avenida Las Carreras.
El
evento hablaron el presidente del CONEP, Manuel Diez, quien dijo que esa
entidad cree firmemente en que es posible un mejor país involucrando a todos
los sectores a comprometerse para impulsar todos los procesos y planes que
hagan posible una sociedad con mejores oportunidades y crecimiento para
todos.
La
tapa al pomo se la puso María Victoria Menicucci, presidenta de la CCPS, quien
expresó “La Ley de Trabajo, como se interpreta hoy en día, permite
condenas altas e injustas, que nada tienen que ver con las faltas
cometidas.
Para añadir de que estamos ante un sistema
conformado por personas sin ética, que solo ven su negocio y no el beneficio
del trabajador.
Abogamos
por una economía y un estilo de vida digno para nuestra gente, donde fruto de
un mejor entorno económico sostenible, sea posible mejorar la calidad de
vida”.
Esas
cascaritas, que por ciento son muy resbalosas, han sido lanzadas a la sociedad
de Santiago, por una entidad que maniobró para destruir las empresas protegidas
mediante la Ley 28-01 que emplean a cientos de personas humildes que operan en
las provincias Santiago Rodríguez, Dajabón, Montecristi, Valverde, entre otras
de la Frontera.
A
las gentes del CONEP no les importa que medio país se muera de hambre, sino que
sus bolsillos estén llenos de dinero a cada minuto, cuando planteó al
Presidente Danilo Medina la existencia de las empresas en la frontera.
Al
CONEP no les importa que miles de haitianos se coloquen en aceras, calles,
avenidas, frente a centros comerciales de Santiago a pregonar sus productos,
sin importar que éstos dañen los frentes de edificaciones comerciales y
familiares, defequen en las calles y provoquen enfermedades.
El
desorden traídos por los haitianos y la cantidad de dominicanos que han sido
desplazados de sus oficios y se instalan en calles, barrios, avenidas,
urbanizaciones con carretillas llenas de productos agrícolas desnaturalizando
las costumbres y tradiciones dominicanas y desplazando de sus oficios a hombres
y mujeres.
El CONEP publicó el 28 de enero del 2013 un espacio pagado donde
establecía: Ante el compromiso asumido en la recién aprobada Ley 253-12 de
revisar la Ley 28-01 que creó una Zona Especial para el Desarrollo Fronterizo;
una vez más el sector industrial dominicano se ve en la necesidad de externar
públicamente su preocupación sobre los efectos dañinos provocados por dicha
legislación en perjuicio del Estado dominicano y de la estabilidad de más de 7
mil pequeñas, medianas y grandes industrias establecidas en todo el territorio
nacional.
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