Premia al primer agrónomo de Santiago Rodríguez graduado en el Instituto Loyola de Dajabón.
El agrónomo y empresario José Francisco Espinal Durán-Pancho; su esposa Miguelina Herrera y el agrónomo Pedro Espinal Pérez sobrino del homenajeado.
Por Marcelo Peralta.
Santiago Rodríguez, R.D.- Ha sido digno de reconocimiento el primer ciudadano nativo de la comunidad El Guanal en la Provincia Santiago Rodríguez en haber obtenido la oportunidad de graduarse en la carrera de agrónomo en el Instituto San Ignacio de Loyola con sede en Dajabón.
Se trata de José Francisco Espinal Durán-Pancho- hermano del poeta ideo a destiempo Josián Espinal el pasado 26 de agosto del año 2017.
Don José Francisco Espinal Durán -Pancho-, es tío del agrónomo Pedro Espinal Pérez, propietario de la empresa AGROESA, quien ah recomendado que se reseñe este reconocimiento.
A la entrega del premio a Don Pancho Espinal Durán le acompañó su esposa Miguelina Herrera, varios de sus hijos, entre ellos el arquitecto José Miguel Espinal, sobrinas y allegados.
Las cualidades de Don José Francisco Espinal Durán-Pancho- detalladas en la entrega de su premio en Esta Noche, la impregnó la joven Betzaida Espinal al leer parte de la semblanza del homenajeado.
Betzaida Espinal la resumió dando evidencia de su poderosa vocación, enraizada en los valores aprendidos en la familia, mediante la cual pudo llegar a la acción certera y gestora que aún profesa.
Carrera.
Se graduó de agrónomo en la década de los años 1960 al concluir con éxitos y calificaciones sobresalientes en el Colegio Agronómico Loyola de Dajabón.
Por eso es que se convirtió en la primera persona oriunda de El Guanal y de la provincia Santiago Rodríguez en obtener un título en bachiller en el área agrícola.
Abrazado de su título, logró su primer trabajo como perito agrónomo en la sucursal del Banco Agrícola con sede en la sureña Provincia de San José de Ocoa.
Dado su buen desempeño y su compromiso por el trabajo, algunos años después lo enviaron a hacer un curso de formación a la Universidad Estatal de Ohio, en Columbus, Estados Unidos.
Eso fue un acontecimiento en su vida, sabiendo que cuando se fue a estudiar a Dajabón, dadas las precariedades económicas, su madre pudo preparar la maleta haciendo colecta entre familiares cercanos, porque cuando se quiere se puede.
Betzaida Espinal detalla que por su buen hacer tuvo bien valorado su desempeño laboral y fue escalando posiciones en el Banco Agrícola, trabajando en diversas provincias del país hasta llegar a ser gerente de esa dependencia en la Regional del Noroeste.
Ella lo define como un emprendedor nato, que fue invirtiendo sus ahorros en su pasión que es la tierra.
En su comunidad de El Guanal realizó sus primeras inversiones y la expandió a otros lares, echando raíces en el Municipio Santa Cruz de Mao, Provincia Presidente José Desiderio Valverde, donde se enamoró de la bella joven Miguelina Herrera, con quien formó su gran familia, procreando 6 hijos convertidos hoy en profesionales comprometidos con la fe y el respeto al prójimo.
Tras sus costumbres y hábitos familiares, sus hijos son profesionales comprometidos, aferrado a su pasión y espíritu indetenible de emprender lo que es la vida, la responsabilidad, el hogar sano y la familia.
Proyecto:
Don Pancho Espinal Durán, al ser un visionario se unió a un socio quienes crearon en la ciudad Santo Domingo una empresa que bautizaron con el nombre de Guineos Santo Domingo, cuya materia prima era de sus propias siembras, momentos en que en la Región Noroeste se ignoraba lo trascendental del banano orgánico para el consumo nacional y para la exportación.
Incansable y creativo trabajador:
Es un madrugador por excelencia, al comprender que quien anhela cambiar la vida el secreto está en estudiar, prepararse, persistencia y perseverancia al trabajo.
No falta a las reuniones como miembro de los Clubes 20-30 y 40 más.
Tampoco se ausenta a los deberes como miembro de la Asociación de Bananeros y de ganaderos a las que pertenece.
Reconoce el valor de servir y hacerlo mejor, porque lo fructífero es saber que la fuerza está en Dios, el trabajo constante, la disciplina y la familia.
Entiende que el vivir en una sociedad en la que se van diluyendo estas actitudes; la manera en que se va deshumanizando, el rol de la dignidad, el trabajo honesto, el compromiso conjugado con ética dan imperecederos resultados.
Ese es el referente que hoy merece la atención de la comunidad, de sus descendientes, los jóvenes y adultos, porque los valores no se compran, sino que se adquieren, se construye un mundo diferente, donde lo humano: Humaniza.
Estima de que con su ser y hacer ha impactado su forma positiva en la vida, la de su familia, la provincia, la región y el país.
Don Pancho Espinal Durán lleva como servidor público de forma intachable cerca de 40 años, un emprendedor natural, poseedor de una confianza en Dios y en las potencialidades de sí mismo y de la vida para hallar soluciones, ir construyendo un camino diferente con vigor, alegría, ternura y un hombre sencillo.
Hombre que creció en una familia amplia, humilde, honesta, donde las oportunidades eran escasas, siempre supo que los paradigmas no son definitivos, que se pueden empujar los límites, abriendo surcos a la tierra con sus pies descalzos para hacerla parir, junto a sus padres y sus 10 hermanos, pero que se atrevió a soñar y transgredir la lógica, logrando transformar su vida y hoy cosecha los frutos.
Sus amigos le reconocen como un hombre coherente y de palabra.
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