Sequía acaba en Santiago Rodríguez.


 
Por Marcelo Peralta.

A parte de la indolencia de sus autoridades, estragos de la sequía, falta de acueductos, dejadez gubernamental: ¿Qué más le caerá a nuestra provincia?.

A la provincia Santiago Rodríguez parece que le cayeron las diez plagas de Egipto cuando Moisés andaba evangelizando al mundo.

La provincia Santiago Rodríguez, tierra de héroes y heroínas, de hombres, mujeres honestas, estudiosas, solidarias, donde nació la República Dominicana por haber sido Cuna de la Restauración, situada en la Región Noroeste está en estado de emergencia.

La casa básica es, por la prolongada sequía que la afecta desde hace varios meses que ha dejado millones de pesos en pérdidas, lo que evidencia la deficiente gestión estatal y provincial en el manejo del agua y en el sistema medioambiental.

Es alarmante ausencia de precipitaciones, los efectos del cambio climático, la deficiente producción de agua que han disparado la alarma por la sequía y la poca ayuda recibida del gobierno, porque sus autoridades son sordas, mudas y ciegas.

En el año 2018, de acuerdo a un informe de la Oficina Nacional de Meteorología -ONAMET-, en la provincia Santiago Rodríguez solo cayeron 23.3 milímetros de agua por lluvias durante 12 meses y en el 2019 la falta de lluvia se acrecienta.

Innumerables son los daños provocados por la falta de lluvia, lo que afecta a todos los sectores productivos.

También, los humanos están sufrieron los rigores de la falta de agua en los ríos, porque éstos se han disminuidos sus caudales y los acueductos que hay en los municipios Sabaneta, Monciٕón y Villa los Almácigos son  deficientes.

Sus impactos negativos en los sectores productivos y en el suministro de agua por parte del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados es notable su escasez en los hogares, y se crea una difícil e insoportable situación en esos lugares.

Las cuencas de los ríos se han visto seriamente afectadas por la falta de lluvias, unos han disminuido sus caudales, mientras otros se han secado.

No obstante, la sequía está agravando un déficit en la política hídrica de esa empobrecida y olvidada provincia, porque la misma no tiene eco en las esferas del Estado, porque muchas de sus autoridades y sectores están divorciado de la palpable realidad.

La producción de leche que se ha convertido en los últimos tiempos en el renglón que más aporta a la economía local, provincial, regional y nacional, al decir de quienes la fomentan establecen se ha reducida a casi un 45%, basado a que se ha reducido, ya que muchas vacas de ordeño han muerto y otras llevan esa misma trayectoria.

El deber del Gobierno es articular un pacto que aborde esta cuestión no sólo como un problema sectorial, sino como un reto de Estado que exige desembarazarse del habitual ombliguismo que exhiben otras poblaciones, en donde los gobiernos hacen grandes inversiones en redes acuíferas.

La provincia Santiago Rodríguez es una zona que tiene muchos ríos tiene, posee una de las presas con mayores volúmenes de agua, sin embargo, los habitantes de Monción, Sabaneta y Villa los Almácigos se mueren de sed.

De la provincia Santiago Rodríguez es en donde nacen los ríos situados en la Cordillera Central y  que llevan agua al vecino país de Haití.

Santiago Rodríguez es una provincia árida, pero resulta inexplicable que las administraciones gubernamentales sean incapaces para implementar medidas preventivas que vengan a paliar los demoledores efectos de las cíclicas sequías qué cada año afectan a esta localidad.

Es verdad que la de este año está siendo pertinaz, pero eso es precisamente lo que está poniendo al descubierto la necesidad de ejecutar cambios de calado en la política del agua construyendo presas, represas, acueductos capaces, lagunas, pozos tubulares para producir agua y detener la rampante deforestación existentes desde hace décadas.

Hay que decir y basta recordar que un alto número de personas está en situación de estrés hídrico severo porque no tienen agua ni siquiera para sus necesidades más elementales, mientras los gobiernos no invierten los recursos suficientes en infraestructuras para almacenar agua hacer usada en tiempos difíciles como es el actual.

Urge que tanto el Gobierno, ganaderos y sectores organizados articulen pactos que contribuyan a realizar proyectos claves en búsqueda de la solución a esa crisis de agua tanto en los hogares como en las parcelas de cultivos.

Es necesario acabar de una vez con la guerra del agua que demasiados años haciendo sufrir a millares de personas por falta de autoridades competentes en la provincia.

Otro malestar es que el agua que llega a los hogares por las tuberías del INAPA afecta la salud de quienes la consumen de manera directa, por falta de tratamiento y ninguna autoridad interviene.

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