Tarde para ablandar habichuelas.


Por Marcelo Peralta
Durante ni adolescencia con frecuencia escuchaba un refrán que se hizo muy popular.
La falta de dinero de mis padres, a veces, no todos los días, debíamos comer lo que apareciera antes de irnos a la escuela, quienes estudiábamos en la tarde.
A veces no había dinero y cuando aparecía era cayendo el día y había que comer lo que apareciera para entretener los parásitos y desenredar las tripas.
Recuerdo un día que entre mi papá y mamá se produjo una discusión, “asuntos de esposos” cuando el, cayendo el día pregunto: ¿Qué estás haciendo y ella contesto echándole agua al hígado?.
Al cabo de un rato, cayendo la tarde mi papá, con el labio cenizo del hambre le requirió a mi  mamá de que: ¿Donde estaba el hígado?.
Y lo que mi mama estaba haciendo era tomando agua y estaba en ayuna todavía a esa hora.
Entonces, todos con hambre y aparecía dinero muy tarde del día venia el: Hay un refrán, muy popular, es tarde para ablandar habichuela.
La República Dominicana está a tiempo de enfrentar la situación que se ha presentado sobre la cuestión haitiana.
El sacerdote católico de origen haitiano, Vigny Bellerieve, quien estuvo en Esperanza, provincia Valverde en el año 2005, Vigny Bellerieve, declaro a 89 haitianitos como hijos suyos.
Partes de ellos son Jean Pilles, Pierre Antinor, Mirlonde Pierre, Lindia Mario y Roston Estuberk, Marie Suzie , Enmanuel Marseille.
Ademas, Francia Marseille, Santo Sinphat, Theliciane, Canouse y Johnny Pierre, Djimpsy y Mandy Antoine, Philome Prophrtr, Dedalia Toussaint, Walner y Walter Palvetus, Lourdes, Delcarme y Mercedes Vilnor, y Luznie Audile.
Este grupo fue declarado por el cura Vigny Bellerive en 1987, según consta en el Libro 46, folios 72 y del 103 al 171, A
acta 71 y de la 102 a la 170, según una lista suministrada en el 2005 por la JCE.
Este mensajero de Dios, se unió a otros delincuentes sacerdotes que revestidos en la Iglesia Católica pusieron a esa entidad religiosa en el debate público.
El padre belga Pierre Ruquoy, quien estuvo en la parroquia de Neyba declaro niños como hijos suyos.
El británico-español Cristopher Hartley Sartorius, de la parroquia San José de los Llanos, el San Pedro de Macoris declaró varios niños.
Al sacerdote haitiano Vigny Bellerive se le atribuye haber declarado 89 haitianos como dominicanos cuando estuvo en el municipio de Esperanza, en la provincia Valverde.
Y la ONG “Solidaridad Fronteriza”, dirigida por el padre jesuita Regino Martínez, carnetizó más de 12 mil obreros agrícolas haitianos de la zona fronteriza.
Con la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional, la Ley 169- 14 sobre “Régimen Especial para Nacidos en República Dominicana el país lo han llenados de haitianos.
No porque sean negros, sino, que aquí hay gentes hasta de nueva Guinea, África, a pesar del riesgo del virus de la enfermedad que produce el ebola.
Las posibilidades de que el país sea azotado por un brote de esa terrible y mortífera enfermedad y de otras tan peligrosas están al doblar la esquina.
Los que hemos tenidos la oportunidad de visitar otras naciones en condiciones de turistas y estudios, hemos sido sometidos a rigurosos chequeos antes de abandonar la terminal área de destino y después del lugar donde se va a durar determinados meses.
Eso nos sucede en  nuestro país, por lo confiados que somos, solidarios, tumba polvo, entreguistas, corruptos, confiados, sabrosos, agentados y propasados.

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