Presidente detenga ese relajo.

Por Marcelo Peralta
Es imperativo que a las dobleces del gobierno, los haitianos se han burlado, lo harán y continuarán atacando al país dominicano por todos los flancos disponibles.

Los secuestros de camiones, robos, saqueos, ataques no son “fortuitos”, tampoco aislados, mucho menos son casuales, ni accidentales: Sino “planificados”.

Cada acción trae una reacción, República Dominicana ha venido tratando eso con “paños” tibios, con tolerancia y misericordia a los haitianos.

Deseen cuenta que por la “vendita tolerancia” disfrazada el país  está lleno de haitianos y haitianas plagados de el virus del Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida VIH-SIDA- y la Sífilis Congénitas, donde millares de ellas están afectadas y los dominicanos tenemos que pagar en impuestos para esos casos millares de pesos.

Costear la prepraracion de un medico dominicano cuesta mucho dinero y sacrificios a sus familiares y hay de ellos que han muerto en Santiago al contagiarse haciendo cesareas a haitianas que han venido a parir al Hospital Jose Maria Cabaral y Baez y quienes han perdido ha sido sus hijos e hijas.

Las “avalanchas de ellos” que en los últimos meses invaden este país a diestra y siniestra no es casual, no es un accidente, y el gobierno y el Presidente Danilo Medina y sus estamentos lo saben, pero como los políticos han tomado miles de millones prestamos en bancos mundiales tienen que poner una “mordaza”.

Quien tiene dos dedos de frente s abe que Haití lo que hay en el gobierno son dos “títeres” un Presidente y un Primer Ministro respondiendo a intereses poderosos.

Estados Unidos, Canadá, Francia, Inglaterra y Alemania orquestan planes para unir a haitianos a los dominicanos y están pagando millones subvencionando a miles de haitianos pagando alquileres de apartamentos, casas, salud, alimentos para que se radiquen en República Dominicana.

El gobierno dominicano y sus estamentos han sido “incapaces” de frenar esas oleadas, algunas violentas, otras medidas tímidas y semipacificas.

Este relajo se mantendrá y traerá graves consecuencias a los dominicanos hasta que cese las “flojeras” del gobierno en lanzar una retahíla de “coños y coñazos de que se acaba esto”.

Los recientes ataques contra el consulado de la dominicano en Juana Méndez, en Haití, no fue  contra  la estructura, sino a la Soberanía Nacional.

¿Ahora bien, que reacción hará el gobierno dominicano cuando maten a su personal diplomático en cualquiera de esos consulados?.

¿Cuál sería la reacción del gobierno Haití si un grupo de dominicanos ataca  a los haitianos ricos que viven aquí, dueños de estaciones de combustibles, empresas telefónicas, remesas, fortunas “sospechosas”, viven en lujosas edificaciones en sector de personas con apellidos abolengo o si lesionan los consulados?.

De lo que estoy seguro es, que como muchos de nuestros políticos, empresarios, autoridades, los “lambones” hubiesen a tiros y metidos en la cárcel a muchos de  nuestros criollos porque atacaron al gobierno haitiano.

Los dominicanos tenemos razones de sobra para atacar a los haitianos sin importar sus condiciones físicas y económicas, pero nos rehusamos por decencia, dignidad y decoro.

Pero que no sigan apretando la “tuerca” que se puede correr algún día y se arme la de no te mené y entonces venga la debacle.

Me repugna oír al Canciller de la República, Andrés Navarro  en una actividad con los “enemigos de la Patria de Juan Pablo Duarte”, la tibieza y cobardía con que pronunciara un discurso, imperando las  dobleces y plagarse, diciendo que había que tener “compasión” contra los haitianos.

Significa que la República Dominicana ha claudicado ante las bandas de delincuentes que mandan sus emisarios a robar, a matar, a invadirnos, atropellarnos, mancillar la Soberanía, a vejarnos, a riendas sueltas para que hagan y deshagan en este país y arremetan contra los nuestros en el suyo.


Señor Presidente Danilo Medina usted es un hombre nacionalista, preocupado y empeñado por echar hacia adelante nuestro país, alfabetizando construyendo edificios para escuelas, liceos, politécnicos, prestamos a los agricultores, pero si quiere salvar la Patria rompa con las relaciones con Haití, porque el “horno no está para galletita”.

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