Lobos feroces “vestidos de seres humanos”.

Por Marcelo Peralta

Hay personas que pasan el día al tanto de todos y otros ajenos a lo que se mueve a su alrededor.

Hombres y mujeres que venden la imagen de humildad, de ser buena gente y en el fondo vende tóxicos para envenenar el sueño a sus semejantes.

Lo ideal sería que se dedicaran a crear una relación de amistad y solidaridad a favor de los más necesitados, apoyarlos y formando equipo capaces de lograr los objetivos de tratar de sacarlos del atolladeros en que los han “metidos”.  Es ahí, en esas circunstancias en que a muchos los meten en “camisas de once varas” ofreciéndoles villas y castillas y cuando caen en el abismo es cuando se han dado cuenta que han  sido engañados por sus mismos conciudadanos. Es entonces cuando el lugar se convierte en un campo de batalla y donde los contrincantes se atacan con armas sutiles y lanzan sonrisas que ocultan el rencor y el deseo de aniquilación. En esa tesitura hay cientos haitianos y haitianas con esas características que se dejaron influenciar, se infiltrarse ilegales en República Dominicana y al gustarle el “lugarcito” ahora sin papeles y con el organigrama lleno acusan a los dominicanos de racistas.     Acabemos con esas campanas sucias orquestada por Estados Unidos, Canadá, Franca, Unión Económica y con la agresividad contra República Dominicana, la hipocresía, la burla, humillaciones, desbaratar montada por el presidente Michael Martilly de Haití y desactivar los nidos donde se agrupan delincuentes haitianos para cometer fechorías en este país. De esta batalla,  no se escapa ni los recién contratados, ya que pudiera existir alguien que tenga envidia por su juventud y su preparación académica. Ahora para los dominicanos lo más importante es reconocer al enemigo,  identificar sus estrategias, combatirlo que antes lanzarse al ataque si en realidad se está trabajando con el enemigo o si en realidad existe en la imaginación. No se puede llegar a un lugar y tener como enemigos a todos y si la agresión directa se debe a algún acontecimiento que pueda justificar la actitud de esas per­sonas y si el agresor es alguien que acostumbra tratar mal a todo el mundo. Si después de este análisis, se llega a la conclusión de que el atacante tiene males intenciones habría que definir sus características, técnicas de acción y objetivos para poder contrarrestar sus ataques de forma positiva. Existen varios tipos de enemigo en el Caribe, Norteamérica, Centroamérica, en Canadá, Europa, Francia, aquí dentro que son agresivos, que atacan las decisiones del Gobierno respecto a los ilegales, especialmente los haitianos. El ilegal venga de donde venga es un “criminal”, violador de las leyes de un país al que no pertenece, porque con su presencia despoja a los demás de sus beneficios directos e indirectos. Ningún ilegal tiene derecho a robarse lo que pertenece a otro que paga sus impuestos, gasta miles de pesos gestionando sus documentos y vivir apegado a las leyes. En todas partes del mundo los ilegales deben ser devueltos a su país de origen hasta que normalice y legalice sus documentos y pueda retornar. Si Estados Unidos quiere deportar a todos los dominicanos ilegales y nosotros sacamos a todos los haitianos y gringos que se esconden aquí tras cometer delitos penalizados por las leyes vigentes en sus respectivos estados.