Se iba a suicidar pero su suegro tomó el jugo envenenado y se murió.


Por Roberto Pérez Santiago, R.D.-Un hombre atribulado por las deudas que se suicidaría con un jugo de frutas de zapote al que introdujera el famoso veneno “Tres Pasitos” se salvo milagrosamente, porque al dejar el vaso encima la mesa y dos pan tostados y salir al colmado a comprar plátanos y en su ausencia llego el suegro, Isidro Manuel Ovalle Santos, de 60 años, se tomó el juego y murió.
Ahora, el problema de las deudas se les agudizan a Rafael Antonio García, ya que enfrentará cargos en la Justicia por la muerte del padre de su esposa Nieves Carolina Ovalles, quien, sin saberlo, dio de beber el jugo a su padre y murió envenenado cuando era asistido en el Hospital Docente Presidente Rafael Estrella Ureña, del Instituto Dominicano de Seguros Sociales-IDSS- donde fue llevado en deplorables condiciones de salud. 
Relató que estaba agobiado de las deudas, compró una leche batida, dos tostadas de pan, les echó la sustancia tóxica, la tapó, la colocó en la mesa, continúo su ruta, llegó a la casa encima de la mesa del comedor y se trasladó al colmado distante a 300 metros y al regresar  observó que su suegro se había bebido el jugo. 
Luego de tomarse el jugo, relata se reunió con su pareja sentimental, sin embargo, su suegro se había marchado a su casa desde donde lo llevaron al hospital falleciendo minutos más tarde.
Rafael Antonio García, ha sido hospitalizado y vigilado por agentes policiales para cuando mejores someterlo a la Justicia por la muerte envenenada del padre de su compañera sentimental.

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