Una humilde sugerencia
Por Marcelo Peralta
Los equipos de béisbol que participan
en la Serie del
Caribe debían anticipar el inicio de sus campeonatos para años venideros.
Esto así, porque es la única manera de
los seguidores de este apasionado deporte podríamos ver en acción a esas
grandes luminarias que militan en Grandes Ligas.
Resultaría interesante que al unísono, República
Dominicana, Venezuela, México, Puerto
Rico y ahora Cuba hagan los ajustes de rigor para ver accionar a esas grandes estrellas
participar en ese clásico tan visto y anhelado por los latinos.
La emoción sería mayor observar en el
home a un David Ortiz, por la República
Dominicana y ganador como jugador más valioso de la serie
mundial en el equipo de los Medias Rojas de Boston.
Al venezolano Miguel Cabrera, miembro del equipo Tigres de Detroit en las Grandes Ligas, ganador de título de bateo, carreras empujadas y otros grandes record.
Al venezolano Miguel Cabrera, miembro del equipo Tigres de Detroit en las Grandes Ligas, ganador de título de bateo, carreras empujadas y otros grandes record.
Además, por República
Dominicana estarían otras grandes figuras que por falta de tiempo tienen que
marcharse a los entrenamientos de Grandes Ligas.
Igual ocurre con otros peloteros
de México, Puerto Rico, Venezuela y de
nuestro propio país, que apresurados
por ir a los entrenamientos y ganarse un puesto no pueden estar presentes y
participando en este clásico.
Si el torneo se adelanta y comienza antes de Octubre y
termina en los primeros días de enero, esas Grandes Ligas tendrían tiempo de organizar
sus papeles, equipajes y accionar en la Serie del Caribe como nos tenían acostumbrados
antes.
Abogo porque mi humilde sugerencia sea analizada por los
dueños de equipos en el Caribe, para que los jugadores incluidos en el rosters
de los 40 no tengan tanta presión y prisa por ganarse un puesto en los equipos
de Grandes Ligas.
Ojalá mil humilde sugerencia encuentre eco en las esferas
de los equipos de béisbol del Caribe y se acoja para salvaguardar la Serie del Caribe.
La suerte está echada.
Mano a la obra.
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