De la melancolía a la euforia.
RAFAEL PERALTA ROMERO
rafaelperaltar@gmail.com
Se recogió como un
molusco en su concha y durante semanas
estuvo poseído de la melancolía.
Después que fuera
embarrado de la sustancia pestilente que
sobre él arrojara el ex convicto
Quirino Paulino Castillo, algún ingenuo
llegó a creer que no asomaría más su rostro
a la luz pública, porque podría morir de vergüenza. Pero no.
He aquí que alguien
rezonga: El Príncipe no puede estar triste, aunque lo esté, pues su
llanto interior será nocivo para su
salud y para la suerte de todos
nosotros. -¿Qué haremos, entonces? –Oh, callar a ese maldito hombre, hay que buscarle su dinero. –Cierto,
si no seguirá defecando sobre nosotros.
Y todos vieron que eso era bueno.
El pasado fin de semana,
el Príncipe salió a las calles. Los estrategas -psiquiatra incluido- crearon un guion que el actor realizó con
buen desempeño: posó comiendo platos de pobre, aunque sólo él aparecía en la
mesa, quizá por error del libreto.
Se mostró envalentonado
y recordó el carácter eólico de su candidatura: depende de los vientos.
Con el adelanto de su casi
formal lanzamiento tras la candidatura
presidencial de su partido, el doctor Leonel Fernández consiguió ante
todo levantar su ánimo, propenso a una grave crisis emocional, y a la vez dar
un golpe, aun fuera de efecto, a los planes de repostulación del presidente
Danilo Medina, el otro líder del PLD.
Fernández ha logrado que
analistas políticos hayan visto en su
abrupta presencia en las calles que con
ello menoscababa los planes reeleccionistas,
promovidos por funcionarios del Estado, a quienes el presidente Medina no ha
desautorizado, sino que ante el hecho asume el comportamiento propio de la
gatita de María Ramos.
Un observador que no
suele publicar sus opiniones, infería que el apresurado lanzamiento de Fernández revela un temor al empuje de las fuerzas
reeleccionistas. Hacia lo interno del
PLD abunda la idea de que Medina iría
ligero de carga como candidato presidencial, pero que al ex presidente lo
perseguiría una peste espantosa.
Los encontronazos por la
candidatura presidencial en el partido de gobierno no terminan por ahora. Siete
diputados danilistas aseguraron tener
listo el proyecto de ley que permitiría
convocar la Asamblea Revisora de la Constitución para quitar al actual
mandatario dominicano el impedimento legal
de optar por un nuevo período en las
elecciones de 2016.
De ser así, Fernández
tendrá que seguir afinando sus dotes
histriónicas para aparecer en el escenario animoso y resuelto.
Ha de cuidarse de la euforia que, como la
melancolía, representa un estado anímico
extremado y por tanto
perjudicial.
Esto, no obstante que la
euforia ayuda a soportar el dolor y las
adversidades.
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