Exlanzandor de Grandes Ligas acorralado por las drogas y abandonado en Esperanza

Juan Ramón Domínguez.

Por Marcelo Peralta

Esperanza, Provincia Valverde, R.D.-La vida resulta en ocasiones muy complicada, más cuando hay ausencia de conciencia, bajos niveles de educación y no se respeta el cuerpo.

Estado de abandono en que vive en un cuartucho en Espeanza, Provincia Valverde.

La adolescencia y la juventud son épocas críticas en la que se siente la necesidad de reconocimiento y aceptación para formarse un concepto positivo de sí mismo.

Ex lanzador Juan Dominguez
Muchos jóvenes caen en la trampa de la droga mientras ciertos productores y traficantes se enriquecen.

Este es el caso patético de Juan Ramón Domínguez, de 35 años de edad, nativo de la provincia Juan Sánchez Ramírez, nacido el día 18 de mayo del 1980.

Fue firmado como pelotero para los Vi8gilantes de Texas.

Jugó en Grandes Ligas, hoy vive en la miseria en el municipio de Esperanza Provincia Valverde en la Región Noroeste “preso de las garras del vicio de consumo de drogas.

A estas alturas es presa de este flagelo por lo que llama a la juventud alejarse de las drogas.

A pesar de haber ganado altas sumas de dinero en dólares que invirtió en la compra de drogas, con autoestima baja, arrodillado, clama por ayuda para poder salir de ese antro que lo arropa, domina, controla, consume su cuerpo, convertido en prisionero y es dependiente de este flagelo.

Firmado por los scouts Manny Bautista y Jesús Ovalles de Texas en el 1999, contratado por Los Vigilantes de Texas, jugó con los Atléticos de Oakland y terminó en México.

Es padre de 2 hijos: Juan Manuel y Yaseirys Domínguez de 9 y 7 años.

El exlanzador en el béisbol invernal de República Dominicana perteneció con los Toros del Este donde lanzó por 2 temporadas 2004-05 y 2005-06.

Se queja de haber dejado de ganar millones de dólares como lanzador y lo que ganó lo gastó en drogas.
Un reportaje firmado por el periodistar Freddy Ortiz Pujols redactor del Listín Diario, cuyo equipo se trasladó al municipio de Esperanza, Provincia Valverde, donde vive hacinado , acorralado, abandonado el exlanzandor de Grandes Ligas, Juan Ramón Domínguez.

He aquí lo reseñado por el Listín Diario.

Ex lanzador de Grandes Ligas victima de los vicios, las drogas y el alcohol en Valverde.

¡Ay de los millones que me dejé de ganar!, esa es la primera expresión del exlanzador de Grandes Ligas, Juan Domínguez cuyo talento paseó por el mejor béisbol del mundo durante las temporadas 2003, 2004 y 2005.

Pero, hoy vive en la indigencia en Mao provincia Valverde, luego de desviarse de las líneas de cal de los terrenos de béisbol para entrar en las rayas blancas de las drogas y alcohol.
Dos hechos marcaron el rumbo de su vida, una lesión en el tobillo en la temporada del 2006 con el equipo de los Sacramento River Cats, sucursal Triple A de los Atléticos de Oakland que le impidió volver a Las Mayores y la muerte de su madre.
“Eso me afectó mucho, además de que me cambiaron por tres jugadores para Oakland, yo me sentía bien en Texas”, dijo Domínguez, quien reside en el barrio Tito Cabrera del municipio de Esperanza en una pequeña casucha sin empañetar y de zinc, con piso de cemento, sin baño, en medio de la estrechez, cuyo espacio solo le permite tener una “camita”.
Domínguez debutó en Grandes Ligas en el 2003 con los Vigilantes de Texas, con ese equipo lanzó sus únicas tres temporadas en Grandes Ligas, apareció en 32 juegos, 17 de ellos como abridor, terminando con una efectividad de 4.60.

Luego fue cambiado desde Texas a los Atléticos de Oakland por John Rheinecker y el infielder Freddie Bynum.
 Los Atléticos lo dejaron libre después de terminada la temporada 2006 y firmó con los Saraperos de Saltillo en México (nivel triple A), conjunto con el que lanzó un partido en 5.2 entradas, permitió 4 hits en igual cantidad de carreras con siete boletos y cuatro ponches.
Quiere entrar a centro rehabilitación
Pide ayuda
Se lamenta de que hoy vive en la más absoluta pobreza en inmundicias,  reclama el apoyo de 5 mil pesos mensuales para ser ingresado a un centro de habilitación en Santiago.
“Me da pena y vergüenza de que yo tengo que reclamar ese problema que me está pasando porque yo gasté  demasiado dinero”, dijo Domínguez, con un nudo en la garganta de la tristeza que no le permite articular bien las palabras.
Aún así, a sus 35 años y ya con gran parte de su juventud consumada, el nativo de Sánchez Ramírez quiere dejar atrás esos episodios oscuros en su vida y busca levantarse ante las situaciones más adversas, de lograr su supervivencia cuando el viento sopla en su contra con la fuerza de un huracán del trópico.
“Yo quiero entrar a un centro de rehabilitación tan siquiera durar un año o dos,  tranquilo ahí que cuando viene a ver puedo volver otra vez al béisbol.  
Puede ser como pitcher,  o instructor”, expresa  el exlanzador que tiró con los Toros del Este en dos temporadas (2004-05 y 2005-06).
 En tres juegos, lanzó 12.1, permitió tres carreras limpias, otorgó 9 boletos y abanicó a 11.
Expresa que  en estos momentos no recibe ayuda de ningún tipo, y ha visitado en varias ocasiones al Ayuntamiento Municipal para que le consigan un trabajo y poder mantenerse al mismo tiempo hace un llamado a las autoridades de su provincia para que vayan en su auxilio.
“Yo le pido al presidente que también me ayude para poder garantizar que puedo durar par de años y es padre de 2 hijos: Juan Manuel y Yaseirys Domínguez de 9 y 7 años.
Está arrepentido y tiene la disposición de reinsertarse a la sociedad y dejar atrás los sombríos días perdidos en las pesadas brumas que producen las drogas las que son cuestión del pasado.

“Yo estoy quitado de eso, yo sé lo que es la vida de las drogas, pero ahora no estoy en eso”.

“Yo estoy en comer mucho y alimentarme” aduce el expitcher que fue firmado por los scouts Manny Bautista y Jesus Ovalles de Texas en el 1999.
“Yo no soy una de esas personas que andan  en la calle bebiendo, yo me tranco y estoy tranquilo en mi casa”, reitera, quien según sus registros, tuvo su mejor partido contra los Yankees de Nueva York el 5 de junio del 2004, al lanzar 8 entradas completas de una sola carrera, 5 hits y ponchó a 5 y obtener la victoria.
Volvió a recetarle 10 ponches a ese equipo el 13 de agosto del 2005 al lanzar 7 entradas, toleró 9 hits y 5 carreras, pero salió sin decisión.
Mensaje a la juventud
Exhortó a los lanzadores jóvenes a que traten de ahorrar de lo que ganan en el béisbol, que no usen sustancias prohibidas y que tengan a Dios por encima de todo.
“El béisbol es una de las profesiones más millonarias del mundo y yo ahora que estoy fuera no tengo con que mantenerme,  por eso yo  digo a los muchachos que se mantengan y que se agarren de Dios y que tiren para alante”, sostiene.

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