Ni caos, amenaza y ni anarquía.
Esto no puede continuar así, porque en nada beneficia a los pulgueros
de Pueblo Nuevo ni a sus dirigentes.
Ni caos, ni
anarquía, ni amenazas, ni desafíos, son favorables ni a los pulgueros, sus
dirigentes y autoridades.
No se ve
bien la actitud asumida por los pulgueros de Pueblo Nuevo de desafiar al Alcalde
Abel Martínez.
Gústele o
no, Martínez es la máxima autoridad municipal de Santiago que tendrán que soportarlo
hasta que concluya su gestión y quién sabe si más allá.
Nadie porque
sea dirigente de una organización o poseedor de un negocio se crea tan “osado”
a hacer retos y amenazas a una autoridad competente.
Esa desafiante
postura de los pulgueros en vez de beneficiarlos les perjudica porque la
autoridad es Abel Martínez y lo que está haciendo es sanear ese estercolero que
hay en el Mercado de Pueblo Nuevo y su entorno.
Si los
pasados alcaldes que hay tenido Santiago de los Caballeros no se atrevieron a
sanear el área es porque cogieron “miedo” y quizás estaban comprometidos con
determinados sectores.
Hay que
vivir en algunos de los apartamentos cercanos al Mercado de Pueblo Nuevo con
ese maloliento que se respira desde los miércoles en la mañana y soportarlo
jueves y frequecito los viernes de cada semana.
Hay que acabar
con lo fétido en el que se hallaba la ciudad, combatir la anarquía y la ignorancia.
El usar palabras
desafiantes contra la autoridad no es buena señal y los pulgueros la usaron el
jueves lo que se evidencia como una táctica de presionar a la autoridad.
Es un método asociado con el anarquismo que
puede ser tomado por el Alcalde Abel Martínez como herramienta y traducir a la
justicia a los autores por subvertir el orden público y no ceder ni un “ápice”
en lo ya planificado.
Que aplique la ley.
Las fuentes
más valiosas son el individuo mismo y la espontaneidad de organización de las
masas.
El anarquismo general
caos, violencia y no constituye ninguna salida a la problemática.
El anarquismo es
subversivo y hasta donde sé el Alcalde,
Abel Martínez con quien no tengo ningún tipo de compromiso ha estado empeñado
en recobrar el esplendor que tenía antes Santiago la Ciudad Corazón.
Abel Martinez no debe dejarse manipular.
Todos somos padres de
familias y hay que luchar por Santiago.
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