“Día del Periodista”.
El 5 de Abril de cada año en la República Dominicana es
dedicado al periodista.
Antes de proseguir quiero elevar plegarias al “Omnipotente”
por la ida a destiempo los periodistas Rafael Herrera, Radhames Gómez Pepín y José
Rafael Morillo Molina llamados a los pies del Señor y quienes fueron mis
superiores en los periódicos El Nacional y Listín Diario.
Fueron tres verdaderos maestros, consejeros,
disciplinados, a pesar de sus puestos “jerárquicos” fueron mis amigos, guías y
mentores.
Agradecido estoy de Dios que me puso de frente a esos
tres señores que defendieron sus funciones basados en la dignidad, la estima y la respetabilidad, ensenándome lo
imprescindible y quien suscribe descocía.
El Día del Periodista tiene que ver con el año 1821 que
fue que el dominicano José Núñez de Cáceres fundó el periódico “El Telégrafo
Constitucional”, el primero que hubo en el país.
Este día es dedicado a los hombres y mujeres quienes entregan
sus vidas a servir a la sociedad en procura de una Patria mejor.
El periodista es ser humano que tiene la sagrada
misión de informar con veracidad y objetividad para contribuir a forjar una sociedad
más prospero, sin dobleces y llevadera.
Muchos periodistas dominicanos que ya no están con
nosotros hicieron una acrisolada labor como especie de sacerdocio, posición lo
llevaron a la cárcel y otros perdieron sus vidas.
Hoy subyacen en el subsuelo y en el sepulcro y fueron
capaces de perder sus vidas en busca de tener un mejor país, una República
Dominicana digna y decorosa para todos.
Quienes antes ejercer el periodismo en medio de los
peligros, riesgos, inseguridades y persecuciones, hoy día debemos sentirnos
orgullosos, porque sin ella, el ejercicio hoy día habría desaparecido.
Fuimos perseguidos, detenidos, presionados, vejados,
atropellos, sufrimos vicisitudes, desigualdades, hambre, limitaciones, sin
embargo, hoy nos sentidos satisfechos de haber hecho una labor con decoro,
dignidad y caminamos por las calles con la frente en alto sin temor a “nada”.
Ejercer el periodismo en los funestos y oprobiosos 12
años del gobierno de Joaquín Balaguer, su Partido Reformista y la temible Banda
Colorá, era “meterse en un gran riesgo, porque hasta la familia corría peligro.
Quienes en aquellos años escogimos es oficio,
estábamos conscientes que debíamos resaltar
esta labor y continuar luchando por una calidad de la información coherente y
ética.
No me cansaré de decir
que antes hacíamos un periodismo consagrado, pulcro, directo, riesgoso, pero
leal a la información, con un punto crítico que aportaba lo mejor del país y al
mundo, que conllevaba irremediablemente a decir la “verdad doliera a quien le
doliera”.
Ejercer el periodismo era riesgoso, a pesar
que hoy día, con ese “abanico” de oportunidad, es corrupto y plagado de
autocensura y los medios concentrados en un grupito de empresarios donde
políticos y personas ajenas para escudarse de sus acciones malsanas, en vez de esos
espacios estar dirigidos por periodistas “honestos”.
En época pasada había menos espacios para este
ejercicio, hoy día hay más medios de comunicación y comunicadores, aunque muchos
llenos de inmoralidad, vendedores de plumas, traficantes de conciencia,
delincuentes, chantajistas, podredumbres y negociadores al “mejor postor”.
Muchos de esos jóvenes ingresan a los medios y a los
pocos días ya amasan fortunas y se desplazan en lujosas jeepetas, apartamentos
brillantes, altas sumas de dinero en bancos, fincas.
No obstante, le falta moral para cuestionar el
comportamiento de funcionarios, empresarios y políticos y tampoco pueden justificar
los bienes y privilegios que poseen.
Predomina el transfuguismo, compra de conciencia, autocensura,
la corrupción y el dinero “sucio”.
En este día y en el país hay celebraciones y ágapes a
las cuales, personalmente rehúso asistir, porque las considero que
son como los "caramelos envenenados".
Justo es hacer un vehemente y patético llamado a
los dirigentes del Colegio Dominicano de Periodistas-CDP- y del Sindicato
Nacional de Trabajadores de la Prensa -SNTP- a que reflexionemos de lo que
ocurre en el país.
La directiva de ambas entidades han realizado un buen
trabajo, pero hay que depurar el ejercicio del
periodismo para que no siga sufriendo padecimientos, por la incursión de
foráneos.
El periodismo es una profesión que conlleva y requiere
elaboración y difusión de información de interés para transmitirla al público a
través de los medios físicos, radial, televisión y ahora los cibernéticos.
Hay que seguir los estudios
a fin de adquirir conocimientos a fin conseguir orientar y reforzando a la juventud por mejores senderos y luchar por
una mejor sociedad.
Desde mi punto de vista, el
periodista es la persona que analiza, expone su opinión, augura las
posibles causas que puedan derivar de ella en un futuro más próspero.
El CDP y el SNTP deben dotar
a la actual y venidera generación de las herramientas necesarias que
contribuyan a completar la obra iniciada por el insigne patricio Juan Pablo
Duarte, que no sólo representó la Independencia y Libertad, en
principios éticos y morales para guiar por la convivencia armoniosa y justa el
pueblo dominicano.
La obra
maestra de motivar y organizar a los patriotas de Juan Pablo Duarte aquel 27 de
Febrero del 1844 luminoso y cimentado que degeneró en la gloriosa gesta de la
Restauración de la República Dominicana no debe perecer en poder de
antipatriotas y manos foráneas.
Es impostergable orientar al
pueblo compelido a emprender cambios y transformaciones que produzcan una
profunda regeneración moral de la sociedad dominicana, asaltada por el
deterioro institucional, orden público, en gran medida provocada
porque quienes fueron elegidos como autoridad para cumplir la Constitución y
las leyes se han apartado de ellas.
Hay que concientizar al
pueblo ante la amenaza que se cierne sobre el país hipotecado ofendiendo,
deteriorando la memoria de Juan Pablo Duarte y de todos los patricios que
sacrificaron sus vidas para legarnos una Patria libre y soberana.
Recordemos la advertencia de
Juan Pablo Duarte cuando dijo: “Nunca me fue tan necesario como hoy el
tener salud, corazón, y juicio; hoy que hombres sin juicio y sin corazón
conspiran contra la salud de la Patria”.
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