Iglesia Católica critica males y flojera del gobierno.
Santiago, R.D.- La postura de la Iglesia Católica critica en
el Sermón de las Siete Palabras en la que condena la inseguridad, corrupción,
pobreza y bajos salarios que afectan el país, es apoyada por ciudadanos y
ciudadanas en Santiago.
Reyna
Dolores Arroyo, Lidia Mora, Florencia Zouian, Idelsa Reyes Mármol, Arelis
Reynoso, Marcano Ovalles, entre otros se mostraron de acuerdo con las críticas
de la Iglesia Católica que este Viernes
Santo la emprendió con la errónea política que en materia de seguridad aplica
el actual gobierno.
Estos ciudadanos y ciudadanas creen que los sacerdotes
tienen razones sobradas al condenar la inseguridad y criminalidad prevaleciente
en el país.
A su juicio, estos flagelos afectan los
valores familiares, sociales, pobreza, bajos salarios y el endeudamiento del
país como tópicos tocados por los 7 religiosos que tuvieron a su cargo cada palabra.
Las palabras fueron leídas por el
párroco Elvin de los Santos; padre José Mariano Gálvez; Virgilio de la Cruz;
Carlos Manuel Abreu Frías; Alejandro Vargas; los diáconos Franco Antonio Luna y
el diácono Juan Durán.
Los comunitarios respaldan el clamor de
los religiosos, a la vez que demandan que el gobierno, jueces y fiscales
detengan las injusticias, crueldad, soberbia de poder, la impunidad y la
corrupción asesina que afecta el presente y porvenir del país.
Exhortan al gobierno aplicar medidas ya
que el pueblo dominicano sancionar la cruz de la inseguridad, en los que no
alcanzan a llegar a su trabajo porque una bala asesina apaga su vida, su
familia ya que el pueblo se siente inseguro.
Condenan la indiferencia de las actuales
autoridades antes el clamor del pueblo que sufre cuando humildes ciudadanos
caen víctimas de los delincuentes y el gobierno se mantiene “sordo, ciego y
mudo”.
Piden a Dios interceda ante la ola de
delincuencia, inseguridad y criminalidad.
Dicen que desde el actual gobierno no parecer
haber voluntad para enfrentar estos males que acogotan a la sociedad.
La Iglesia criticó con dureza los
niveles de inseguridad que vive el país, donde las madres viven en
incertidumbre cuando sus hijos e hijas salen a trabajar y a estudiar pensando
si volverán con vida a la casa o morirán en las
calles por el auge de la inseguridad en que se vive.
Para la Iglesia Católica en los
destacamentos policiales hay la frase que dice: Todo por la Patria, ironía de
la vida, porque los ciudadanos tienen temor por las malas actuaciones de muchos
miembros de esa institución.
Establece que desgraciadamente en la
mayoría de los atracos que se realizan, aparece la sospecha o la certeza de la
participación directa de agentes.
“Es lamentable que personas
inescrupulosas y ambiciosas embarren la institución que ha sido creada con los
fines de cuidar a la ciudadanía”, dicen los sacerdotes.
Y lamentan que muchos de los hechos que
son vergonzosos, puesto que a su cargo está la seguridad de la Nación y que la ciudadanía
paga impuestos para que estos hagan su trabajo.
Otros que fueron criticados severamente
por la Iglesia Católica fueron los legisladores y los que intentan legalizar el
aborto que promueven la ley que legaliza la interrupción del embarazo no
debieran estar en el Congreso sino en el banquillo de los acusados reclamando
el derecho a la vida.
Establecen que en un país en donde se
legaliza el aborto no se puede hablar de “derecho ciudadano”.
“Hoy
queremos vivir en verde no sólo por la esperanza de una República Dominicana mejor,
sino con la esperanza de que somos entes de cambio”, dice uno de los párrafos del
texto.
Sostiene que “nuestras vidas sea verde,
sea esperanzadora para los demás y de esa manera podamos confiar unos y otros
como Cristo en la Cruz se confió al Padre”.
La Iglesia llamó a los funcionarios y
empresarios a cuestionarse si están haciendo su parte o abandonaron la vocación
profesional y ética de dar lo mejor de sí, sirviendo a los demás.
“Cuestiónate si estás dando un salario
justo y digno o abandonas a tus empleados a su suerte, si has abandonado como
juez la administración fiel de la justicia y quieres salir a delante a base de
mentiras y engaños”, dicen los religiosos.
En la Quinta Palabra la cual fue leído
por el padre Alejandro Vargas la Iglesia consideró que los hombres y mujeres de
hoy están sedientos de felicidad y el pueblo tiene sed de Dios.
“Tengo sed porque la delincuencia nos
arropa. Vivimos como una nación con delirios de persecución e inseguridad. Ya
no podemos caminar tranquilos por las calles por el gran temor a ser asaltados.
Cada ciudadano está siendo atormentado y han perdido la confianza”.
Se queja y critica amargamente la Religión
Católica al enfocarse en el crecimiento de la corrupción y la impunidad, donde
sostiene que no se ha hecho nada.
Y el pueblo dominicano ha visto durante
años y años, escándalos tras escándalos de corrupción administrativa, de
diversos funcionarios y exfuncionarios públicos la misma sociedad que los ve se
asombra de la magnitud de los delitos cometidos en desfalcos, sobornos, tráficos
de influencias, nepotismo, contratos dolosos y otros de grado a grado.
Respecto a la salud, sostiene que no se
ha hecho lo suficiente, por no decir nada, para solucionar el gran problema de
la salud, especialmente para los más pobres quienes se mueren porque no tienen
como adquirir los medicamentos para el tratamiento de sus enfermedades.
Pero algo que es grave, dice es el endeudamiento
no se ha hecho nada contra la galopante práctica dañina de comprometer el
presente y el futuro del país, con deudas muchas veces innecesarias e
injustificadas, pues la deuda pública consolidada es aproximadamente del 47%
del PIB.
De la situación de la familia dominicana
la Iglesia Católica dice que está atravesando por una de las peores crisis de
toda su historia, respecto a la moral, espiritual, crisis de valores humanos y
cristianos, familias destrozadas por su desintegración y la clase gobernante no
hace lo suficiente para mejorar esta situación no deseada y contrariamente
están amenazando aún más la institución familiar.
Consideró que es tiempo de
“encomendarnos al padre frente a la referida descomposición social y humana por
la que estamos pasando en estos momentos en nuestro país donde tememos un sistema
de justicia fallido, autoridades civiles y militares que se dejan corromper por
el afán de las riquezas materiales y la obsesión de poder no necesariamente
para servirle a la Patria, sino para servirse de la Patria.
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