José Castillo Peralta un héroe silencioso ha muerto.
¡Ha
muerto un ícono!.
Ese
es José Castillo Peralta.
Un infarto le arranca la vida este martes cuando servia a su projimo.
El
pueblo que no reconoce a sus héroes silenciosos, está condenado a sufrir las
iras de los voceros tenebrosos.
La
vida, ni te da ni te quita, solo son los hombres que con su amor se excitan,
como amapolas cuando el viento las agita.
Los
seres humanos nunca eligen las obras que vayan a realizar.
Hay
que dejar que sean las obras que elijan a los humanos.
Es el caso de José Castillo Peralta, un amigo fiel, comprensivo,
cariñoso, digno, sereno, atento, honesto, servicial, que ayer lunes nos saludamos
con la caballerosidad que lo caracterizaba y hoy martes ya está dentro de un ataúd.
¡Paradoja de la vida!.
Era un hombre de inigualables condiciones humanas.
Cabalmente, honesto y trabajador.
El pueblo que no reconoce a sus héroes silenciosos, está condenado a sufrir.
Debo confesar que el pecado más grande cometido por este
humilde hombre era haber sido honesto, justo y solidario.
Ayer
lunes, José Castillo Peralta y quien
suscribe, nos despedimos con el respeto y amabilidad que lo caracterizaba, quizás
fue un encentro final que Dios quería que tuviéramos antes de llevárselo a su
morada.
José
Castillo Peralta era el esposo de Valentina Cabrera, empleada de la Fundación
Medio Ambiente y Desarrollo-FUNDAMBIENTE-.
Cienfuegos
y la sociedad de Santiago han perdido a un excelente y extraordinario
ciudadano.
Dios
sabrá por qué lo hizo.
Has
de saber que Nuestro Creador quería a un hombre servicial y lo escogió a usted.
Paz
a sus restos y tranquilidad a su alma, por las tantas veces que nos hizo reír.
Solidaridad
a sus familiares.
Comentarios
Publicar un comentario