Cárcel construida para 75 personas pero hay 382 apiñados entre haitianos, dominicanos y colombianos.

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Por José Alfredo Espinal

Montecristi, R.D.- Mientras la Procuraduría General ordenó la limpieza y acondicionamiento de las celdas en la cárcel preventiva del Palacio de Justicia del Distrito Nacional y del nuevo modelo penitenciario para recibir a los acusados en el caso Odebrecht, en la fortaleza San Fernando de aquí, en cambio,  los reos conviven en un total estado de hacinamiento, en ambiente inhumano e inadecuado.
Esta fortaleza tiene capacidad para unas 75 personas, pero alberga a 382 reclusos, de los cuales hay 29 mujeres. 
Bajo agua, sol y sereno se encuentran la mayoría de los privados de libertad por la falta de espacios.
En esta prisión apenas hay 6 inodoros y carece de agua potable, por lo que en ocasiones salen heces fecales cuando se tapan los registros.
Dijo que con el hacinamiento en que tienen sometidos a los presos preventivos y a los condenados, se ha generado múltiples enfermedades venéreas.
Aquí los reos no tienen las más mínimas condiciones humanas, contrario a los que guardan prisión en el nuevo sistema penitenciario.
“En esta cárcel los presos conviven en condiciones infrahumanas. Algunos están padeciendo de enfermedades venéreas, tales como sida, sífilis y tuberculosis”, aseguró la fuente.
La Alcaidesa de la fortaleza, Niurka María Guzmán, confirmó la sobrepoblación de reos en este penal, aunque rehusó a tocar otras realidades alegando que no tiene autorización para dar más informaciones.
Además del hacinamiento, en la fortaleza San Fernando, que funciona bajo la modalidad del viejo sistema penitenciario, los reos carecen de suficiente alimentación, de entretenimiento y atenciones médicas.
Junto a los dominicanos, en la fortaleza San Fernando hay prisioneros colombianos y haitianos, incluyendo al indocumentado del vecino país que recibió de una jueza un mes de prisión preventiva acusado de robar 7 libras de yuca.
Según la fuente, en esta prisión los reclusos deberían recibir el mismo trato que los implicados en el caso Odebrecht, en cuanto a las restricciones y a los privilegios.
La fuente criticó que mientras a los acusados en el escándalo de corrupción le acomodan las celdas y le pintan el penal, en la fortaleza San Fernando los prisioneros viven como animales.
Dijo que los reos de aquí viven, comen y se bañan en un mismo sitio, sin que las autoridades tomen medidas.
Casos de excepciones     
La fuente dijo que a pesar de que los presos viven “apiñados” en el precinto, sin embargo hay otros que tienen sus privilegios.

Algunos reos se pasean por la cárcel en pantalones cortos, sandalias y t-shirts, usando celulares, mientras otros se alcanzan a ver amontonados en el patio de la prisión.

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