Francisco Antonio D’Aza: Icono de la comunicación en Villa González. 80 años de edad, 58 de casado y 60 siendo corresponsal.


Francisco Antonio D’Aza: ícono de la comunicación en Villa González
Por Félix Jacinto Bretón.

VILLA GONZALEZ, Santiago, R.D.- Haber servido a su pueblo y a la sociedad -desde distintas trincheras- y poder levantar  una  familia integrada por su esposa y diez hijos.

Con esfuerzos y sacrificios pudo levantar a su familia y convertirlos en profesionales.

Algunos de ellos tienen doble Carreras y maestrías.

Eso logros están dentro de las mayores satisfacciones que en su vida profesional y personal acumula Francisco Antonio D’Aza.
  
Se trata de un verdadero ícono de la comunicación en este  pueblo en Villa González.

Lo vio iniciarse como corresponsal en los primeros años de la década de los 60.

Ha sido testigo de su ascenso en los medios y de sus aportes a la sociedad desde las distintas funciones públicas que ha ejercido.
   
Ya por razones de salud -en octubre se apresta a cumplir 80 años de edad-  desde hace 6 meses.

 D’Aza está un tanto retirado de sus actividades y apenas para chequeos médicos y otras diligencias imprescindibles sale a la calle, aunque auxiliándose  de un bastón.
   
No es que haya “colgado los hábitos” en la comunicación –la pasión de su vida- sino que ya sus limitaciones visuales y achaques les impiden lleva una vida activa como antes.        
“Yo moriré siendo periodista”, dice con palabras resueltas mientras dibuja una sonrisa en su adusto rostro.
   
En este municipio, D’Aza no solo ejerció como corresponsal de innumerables medios, entre ellos LA INFORMACION, sino que desempeñó  otros puestos.

Trabajó en el Instituto del Tabaco y el Cuerpo de Bomberos.

Como Bombero llegó al rango de Coronel interino.                                                                                  

PRIMEROS PASOS EN LA COMUNICACIÓN
   
Sus inicios en el periodismo se remontan a la década del 60 cuando hizo sus primeros pininos en “La Situación Mundial” cuando este noticiario, que dirigía Don Ramón de Luna, era todo un fenómeno de popularidad en la región del Cibao.
   
Pero, en los años venideros, el protagonista de esta historia también llegó  a servir como corresponsal del Listín Diario, además de reportar para Mundo Noticias, que se transmitía en Radio Libertad, primero, y Radio Alegre, después; La Opinión Ciudadana, bajo la dirección de Max Rodríguez (QEPD); Acción Informativa, de Radio Acción con la dirección de Grey Núñez y Panomara Informativo, de Radio Amistad, que dirigía Don Guillermo Macdougal.
   
Son apenas algunos medios que recuerda ya que, en el ínterin, ha colaborado con otros programas de comentarios y entrevistas así como con medios locales y regional, algunos escritos que salían en Villa González como Opinando, que era un medio alternativo que dirigía.
   
También Francisco Antonio llegó  a ejercer la fotografía pero abandonó  la misma cuando le fue “cogiendo el gustico” a la comunicación, donde están sus mayores y más importantes aportes a la sociedad y al país.
                           
UNA VOZ EN LA COMUNIDAD
   
Una de las razones que lo impulsaron a darle carácter a su nueva profesión, estuvo en que en su pueblo no habían comunicadores que transmitieran las necesidades e inquietudes de los pobladores para que estas llegaran hasta los oídos de las autoridades.
   
“Villa González estaba huérfano de comunicadores  y me decidí a enviar algunos notas a Darío Flores (QEPD), Dominguito Saint-Hilaire y Epifanio Rodríguez.     
      
Algunos de estos trabajos lo publicaban en La Información, en su era de plomo, y en Listín, entre otros medios”, relata este icono de la comunicación en esta comunidad.
   
Su presencia más larga en un medio fue en “La Situación Mundial”, donde permaneció reportando desde su pueblo durante 30 años sin mayor remuneración que “la satisfacción del deber cumplido”. Incluso cuando De Luna vendió el programa a Víctor Tejada (QEPD), pasando a Cibao TV Club, siguió con él.

D'Aza se sentía bien cuando escuchaba su nombre o cuando veía que se ponía caso a alguna demanda formulada por la comunidad a través de él. “Era la época romántica del periodismo”, recuerda no sin nostalgia. 
                                                                                                                        
NO TODO ERA GLORIA
   
Francisco Antonio, a pesar de que su memoria a veces le falla (no recuerda algunas cosas, lo que es propio de la edad) sin embargo rememora algunos episodios vividos durante su tiempo de corresponsal en su “patria chica”.
   
En los tiempos duros del balaguerismo, es decir en los doce años (1966-1978), fueron muchos los momentos criticos que le toco vivir. En algunas oportunidades enviaba las noticias y tenía que esconderse para evitar ser arrestado.
   
Enfrento  amenazas y persecuciones. Recuerda esta anécdota: una vez Balaguer ordenó que  un señor de la comunidad, un potentado y cacique reformista llamado Otilio Paulino, recibiera un peso por cada quintal de tabaco que comprara el INTABACO, nota que envió al  Listin Diario ,que la desplegó a ocho columnas.
   
Cuando se encontró de frente  con “el amigo”, este sin pérdida de tiempo le espetó  “Ustedes los periodistas que no investigan deberían estar muertos”. Esto fue interpretado como una seria amenaza por Francisco Antonio, que de inmediato corrió a ponerla en conocimiento de sus colegas en Santiago. 
                                                                                                                                                                                                                                    Entre risotadas recuerda que cuando le planteó   lo ocurrido a sus amigos y colegas de Santiago, algunos el consejo que le dieron fue: “Pues cuídate que ese hombre mata a cualquiera”.                                                                  

UNAS DE CAL, OTRAS DE ARENA...
   
Pero hay muchas otras satisfacciones en el ejercicio de su carrera pues D’Aza ha recibido múltiples reconocimientos por parte de instituciones públicas y privadas, lo que sirve de orgullo a sus hijos, a sus 38 nietos y 14 biznietos. 
                                                                                                                               
Entre otros reconocimientos están el de la Alcaldía de su pueblo, La Situación Mundial  en las personas de Ramón de Luna y Minucha de Luna, de los cosecheros de tabaco y de instituciones educativas, entre ellas el liceo Milagros Hernández.
   
“Esa ha sido mi riqueza ya que ha servido de ejemplo para los mios”, asegura al tocar un tema más íntimo, el familiar, indicando que sus hijos, diez en total, han salido buenos. “Mi familia es maravillosa”, sostiene. “De estos muchachos, en realidad, no puedo quejarme, nos han tratado y nos tratan como todo un rey y a mi esposa, Cándida Rosa Tineo, como una reina”.

SUS HIJOS
   
Aparte de los logros alcanzados como comunicador y en su y vida personal, Francisco Antonio dice sentir orgullo de poder haber levantado "como Dios manda" a una familia integrada por diez hijos. “Hoy todos son profesionales, incluso mas de una vez”, repite con la satisfacción reflejada en su rostro.   
                                                                                       
Si un botón bastaría de muestra, D’Aza presenta varios comenzando por Felicia, licenciada en Contabilidad y Derecho; Luis Francisco, lic. en Derecho; Víctor José, también abogado con Maestría en planificación urbana y Gestión Municipal y postgrado en Comercio Exterior; Eugenio Francisco, abogado, escritor, poeta y comunicador, y Jacqueline del Carmen, lic. en Informática, con maestría en Planificación Urbana y Gestión Municipal.
   
Además, Nicolás del Carmen, licenciado en Contabilidad con maestría en Administración de Empresas y Mercadeo y maestría en Teología; Carlos Miguel, licenciado en Derecho, con maestría en derecho procesal penal y derecho procesal constitucional, postgrado en derecho procesal civil y formación de líderes juveniles, diplomado en derecho tributario; Angely Miguelina, Ingeniera Industrial; Maritza Altagracia, licenciada en Administración de Empresas, y Carmen Rita, ingeniera  Industrial y guionista de cine.
   
“Que mas orgullo para un padre y una madre que ver a sus hijas e hijos convertidos en hombres y mujeres útiles para la patria”, dice Francisco Antonio exhalando un profundo suspiro de satisfacción. Aquí se entrelazan los recuerdos de los primeros años de existencia, llenos de precariedades y limitaciones, con el tiempo vivido posteriormente.
   
De ahí es que D’Aza no deja de agradecer a  Dios por haberle permitido llegar a esta edad, cumplirá 80 años el 4 de octubre próximo, y poder lograr que todos sus hijos sean hoy  profesionales porque la mejor herencia que  puede dejarles a ellos, razona, es una buena educación. 

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