Los plásticos nadie los quiere en el mundo. Y ahora qué hacer con ellos.
China se había convertido en los últimos 30 años en el patio trasero de
muchos países del mundo.
Pero, el gobierno ha tomado medidas drásticas y urgentes.
Este hombre en un basurero recolecta plásticos para revenderlos.
Al gigante asiático les vendían sus desechos sólidos para que allí fueran
tratados.
Hoy, este mercado de residuos que pone en jaque el sistema de reciclaje actual
ha sido cerrado.
La vida de un residuo va mucho más allá de
cuando lo depositan en su contenedor.
Los plásticos los rechazan en muchos países del
mundo por el tiempo que dura para desintegrarse.
Hasta ahí sería todo idílico, pero existen un
par de condicionantes que puso China cuando el uso del plástico era rentable.
Expertos consideran que es mucho más rentable
vender los residuos que tratarlos en el país de origen.
Muchas veces los plásticos acaban tan mezclados
con otras sustancias que no se pueden recuperar.
En ambos casos, es muy posible que el plástico de la botella que depositan comunitarios en
el contenedor acabe llegando a las aguas de cañadas y los ríos.
Los imprudentes ciudadanos cuando llueve lanzan
sus desechos a los contenes y su destino son las calles y los ríos, poniendo en
peligro a la sociedad en su conjunto.
Esto quiere decir el patio trasero de buena
parte de los hogares dominicanos.
En República Dominicana hay millares de
ciudadanos que no conocen lo que es educación ambiental.
Lanzan los plásticos y chatarra en cualquier
lugar y las consecuencias son funestas.
Los plásticos duran una inmensa cantidad de años
para destruirse.
Eso evidencia la durabilidad y daños que
ocasionan a la humanidad.
Ya en ninguna parte del mundo quieren basura.
Se impone buscar alternativas que conlleve
reducir el uso de los plásticos y de esa manera bajar los niveles de
contaminación en las aguas y el ambiente.
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