¡Tristeza y alegría!. La casita de la medallista de oro en judo en Barranquilla


Ellos y ellas hacen reír al mundo y disfrutan los logros; mientras sus vidas están inseguras
por un régimen desigual. Texto Marcelo Peralta
Coño en ésta vetusta casa vive la atleta Estefania Solano en el municipio de Bayaguana quien ganó medalla de oro en los pasados juegos depòrtivos de Colombia.
Ver el reportaje.
Por Lincol Manuel Castillo y Ramón Rodríguez
Bayaguana, RD.- “Cuando subí al cuadrilátero, lo primero que pensé
fue en mi hijo de apenas dos años y luego confié en las orientaciones que me
dio mi madre antes de partir a los Juegos del Caribe. El resultado fue la
obtención del oro para la República Dominicana”.

Así se expresa la
judoca Estefanía Soriano rodeada del cariño y la alegría de su familia y
decenas de vecinos que acudieron el sábado a su humilde casucha ubicada en el
barrio “Las 100 Casitas” de este municipio.

La medallista dorada junto a su hijo Enzo y su madre
Mireya Soriano Javier.
Ella vive en una
estrecha vivienda propiedad de una tía, en compañía de su madre, tres hermanos
y su pequeño hijo de dos años. Es la judoka de oro de los pasados Juegos
Centroamericanos y del Caribe.
Soriano lleva 14 años
dedicada al rudo deporte con su entrenador Ruddy Contreras, quien la reclutó
para que formara parte del equipo de Bayaguana y los logros han sido
extraordinarios.
En una estrecha sala
de su vivienda se pueden observar decenas de medallas obtenidas por ella en
diferentes eventos deportivos.
El pasado viernes, al
regreso al país junto a la delegación dominicana que participó en Barranquilla,
en el mismo aeropuerto ella recibió la buena noticia: el Gobierno le construírá
una vivienda.
Mayobanex Escotto, director del INVI, dijo que ubicarán un solar
para proceder en tal sentido en la propia Bayaguana. En iguales términos habló
el Ministro de Deportes Danilo Díaz.
La madre de Estefanía,
Mireya Soriano Javier, nació en la comunidad rural del Pomito de Carabela, de
aquí, y se dedica a los quehaceres domésticos.
La cotidianidad de
Estefanía transcurre con muchas dificultades.
El rancho de madera es de apenas
dos habitaciones y por ello muchas de las labores domésticas se realizan al
aire libre, en el patio.
“Siempre hemos vivido
aquí confiados en que podemos mejorar nuestras condiciones. Mi madre hace
algunas actividades para lograr parte del sustento de nuestra familia y ya
nosotros podemos aportar algo para subsistir”, comenta “Alondra”, como le dicen
sus más cercanos.
Ella siempre pensó en
su hijo, puso todo el interés de obtener buenos resultados para mejorar las
condiciones de su vástago y de su madre, ya que su padre desde muy pequeña la
abandonó.
En la actualidad cursa
el cuarto curso del bachillerato y se propone estudiar Ciencias Sociales en la
universidad, siempre y cuando logre las facilidades necesarias.
“Tengo gran interés
por ir a la universidad y ser una profesional destacada.
Quiera Dios que ahora
las autoridades olímpicas y el propio Gobierno puedan ofrecerme las facilidades
de continuar desarrollándome y, sobre todo, cursar mi carrera profesional”,
Su versión.
En República Dominicana no es nada nuevo ver a muchos adolescentes acoger algún deporte como carrera para salir de la pobreza.
Se puede ver en los
diversos complejos deportivos o cualquier espacio, especialmente en el béisbol.
En el caso de
Estefanía escogió el judo, deporte que le catapultó al subir a los más alto del
podium de la categoría de los 54 kilogramos en los Juegos de Barranquilla.
Fue conmovedor ver a
esta pequeña de estatura, pero gigante de corazón, con sus ojos humedecidos de
la emoción levantar su brazo derecho en señal de triunfo.
Frente al público que
la aplaudía, ahí estaba el Ministro de Deportes, Danilo Díaz, también el
presidente del Comité Olímpico Dominicano, Luis Mejía Oviedno, quienes le
entregaron el premio como testimonio de su hazaña. Poco después ella relataba
su historia.
“No tengo más nada que
los 4 mil pesos que gano en el Parni (Programa de Apoyo a los Atletas de Alto
Rendimiento y Nuevos Valores)”, dijo que Soriano, quien debe mantener a su
madre y sus otros cuatro hermanos, además de su niño Enzo, de apenas un año y
nueve meses.
“Es una situación muy
difícil, muy difícil”, insiste la atleta que también habla de las vicisitudes
que ha vivido “para llegar hasta aquí”.
Ha estado a punto de
dejar el judo, “pero no puedo, porque de esto es que vivimos”.
SUEÑO
Desde muy niña, a sus 6 o 7 años, Estefanía se le escapaba a su madre, recuerda, para irse a practicar judo con su hermano Carlos (Soriano) quien también practicaba judo. . Ahora sueña con que su esfuerzo sea premiado de alguna forma.
Desde muy niña, a sus 6 o 7 años, Estefanía se le escapaba a su madre, recuerda, para irse a practicar judo con su hermano Carlos (Soriano) quien también practicaba judo. . Ahora sueña con que su esfuerzo sea premiado de alguna forma.
El Ministerio de
Deportes ha ofrecido otorgar un salario en el Parni de no menos de 20 mil pesos
a todo atleta que gane medalla de oro, Estefanía está muy contenta por ello,
además recibirá un premios especial, según anunció el Ministro de Deportes,
Danilo Día Vizcaíno.
“Lo que más deseo es tener una casa o un apartamento para
vivir con mi mamá, mis hermanos y mi hijo”, dijo llorando y muy compungida.
Tratando de secar sus
lágrimas dijo entre sollozos “he trabajado duro, día a día para llegar hasta
aquí, sabía que podía lograrlo y hoy estoy muy contenta y emocionada”.
“¿Y
ahora qué?”, pregunta, para luego irse en lágrimas. listindiario.com
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