Don Jósian Espinal: Un hombre grande en virtud esta de cumpleaños.

Jósian Espinal
Por Marcelo Peralta
Hay personas que son como los juegos de béisbol transmitidos por la televisión que las buenas jugadas las repiten, e incluso en ocasiones en cámara lenta.
El éxito de un ser humano,  es un reflejo natural.

Hoy Don Jósian Espinal, el agricultor, el sembrador, ordeñador, el madrugador, el esposo, padre ejemplar y poeta sin igual, esta de  cumpleaños.

Don Jósian es un hombre que en sus años de activismo y en el fragor de la lucha campesina logró muchos éxitos en  su carrera como declamador.

Hoy que la inclemencia del tiempo que golpea la vida y retirado de todos esos afanes, justo es desearle una larga existencia en este globo terrenal.

Es de los hombres, que a pesar de no haber ido a la universidad a estudiar a nivel superior, sin embargo, es de los grandes e ilustres salido de las entrenas de la tierra del prócer general Santiago Rodríguez, lleno de verdades, valores y actitudes.

Don Jósian es el hombre honesto que ha vivido lleno de éxitos, que son acciones aplicadas por el ser humano  pensante y emprendedor.

Esos frutos provienen del comportamiento humano rebosado de formaciones hogareñas, que en definitiva lo llevan a cultivar grandes éxitos, porque han sembrado en terrenos fértiles.

Es de esos seres dotado de visualización y verbalización, claves para el porvenir de hombres pensantes, visionarios y emprendedores.

En la mente de hombres hábiles como Don Jósian, lleno de creatividad, es donde se entra e inocua su personalidad.

Se formo en un ambiente de valores y esa misma conciencia cabal transmitió a sus hijos e hijas.

Es por eso que el comportamiento humano nos enseña a cada instante la  forma en la que debemos comportamos con una percepción de la realidad.

Don Jósian sembró, aunque hoy día el látigo envejécele y lo castigo por su avanzada edad y los achaques, es la ley de la vida, nacer, crecer, reproducir y al cabo de un tiempo honrar el préstamo que tenemos con nuestro creador.

Quienes tuvieron la oportunidad de ver la película “Las guerras de las Galaxias”, pudieron captar que cada ser humano tiene su propio robot de autoimagen en su mente.

Cada persona programa su robot humano para que trabaje en contra de nosotros mismos y eso es solo un procedimiento.

Con ello se quiere demostrar el accionar de cada persona de si son ciertas, falsas, buenas, malas, peligrosas, ofensivas, inofensivas, morales, inmorales.

Su función es la de seguir instrucciones previas, implícitamente, como una computadora que repite lo que tiene almacenado y responde automáticamente.

La mente de las personas y el disco duro de una computadora funcionan y millones de factores recopilados, a través de toda una vida están ahí, integrados, esperando ser solicitados.

Hay ocasiones que las personas no pueden borrarlos, sino que puede dominarlos con mensajes y en ocasiones modificar sus efectos durante cierto periodos, pero son de ese ser humano que los marcara de por vida.

Siempre son efectuadas en operaciones del cerebro, en las cuales, un electrodo estimula las células cerebrales y describir su sensación de haber vuelto a vivir escenas del pasado.

Todas esas escenas vividas en el pasado están ahí, con sus sonidos, colores, personajes, formas, lugares, olores, y en ocasiones, no solo se recuerdan, sino que comienzan otra vez a estar viviendo las experiencias.

Ojalá pudiéramos cambiar ese tipo de modelo.

 Felicidades poeta de ayer.

Felicidades poeta de hoy.

Felicidades poeta de siempre.







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