Todo lo malo de Haití República Dominicana es la culpable
Por Marcelo Peralta
Cuando muchacho escuchaba decir quien a hierro mata a hierro muerte. Con la misma vara que te miden con ella te medirán. Otro que solía escuchar es que golpe por golpe.
El presidente haitiano Michel Joseph Martelly está en la cuerda floja. Las mismas personas que lo pusieron a la brava como Presidente, son quienes lo destronarán.
Ahora se vinculan a personas que quieren darle un golpe de Estado y que los promotores estarían en la República Dominicana.
Los planificadores de ese supuesto plan macabro tienen que buscarlo en Haití, Estados Unidos, España y Francia quienes fueron los que colocaron a ese frustrado personaje.
República Dominicana lo que ha sido es el paño de lágrima de ese país que después que Francia se robó sus riquezas ahora le tiran los despojos enviando hombres y mujeres padeciendo enfermedades, desahuiciados, menores, muchos criminales que se fugaron de la cárcel en el terremoto del año 2010, entre otras alimañas.
Los organismos de seguridad del Estado dominicano debía investigar qué cantidad de haitianos recorren las calles de Santiago desplazándose a todas horas del días y de la noche en lujosas jeepetas y con perfiles sospechosos.
Además, el flujo de haitianos podridos de dinero comprando, en complicidad con dominicanos incursionando en negocios dedicados a las remesas, comerciales y de otras índoles, desplazando así a los dominicanos.
Los centros de Internet viven llenos de haitianos que ni trabajan, no estudian, viven ejercitándose en los gimnasios y pagando alquileres de apartamentos y casas por encima de lo que establece la Ley de inquilinos.
Abarrotan los supermercados, plazas, comen en los mejores restaurantes, usan celulares dotados de los últimos avances tecnológicos, y muchos de ellos entran a algunas universidades sin estar matriculados, porque echan los días sentados en bancos de esos centros, y otros, en cambio, echan los días y noche solo merodiando en sus periferias sin cuadernos ni libros.
Mientras que por otro lado, los centros de Internet de la ciudad viven llenos desde las primeras horas de la mañana hasta que sus dueños y empleados deciden cerrar sus operaciones.
Los planificadores de ese supuesto plan macabro tienen que buscarlo en Haití, Estados Unidos, España y Francia quienes fueron los que colocaron a ese frustrado personaje.
República Dominicana lo que ha sido es el paño de lágrima de ese país que después que Francia se robó sus riquezas ahora le tiran los despojos enviando hombres y mujeres padeciendo enfermedades, desahuiciados, menores, muchos criminales que se fugaron de la cárcel en el terremoto del año 2010, entre otras alimañas.
Los organismos de seguridad del Estado dominicano debía investigar qué cantidad de haitianos recorren las calles de Santiago desplazándose a todas horas del días y de la noche en lujosas jeepetas y con perfiles sospechosos.
Además, el flujo de haitianos podridos de dinero comprando, en complicidad con dominicanos incursionando en negocios dedicados a las remesas, comerciales y de otras índoles, desplazando así a los dominicanos.
Los centros de Internet viven llenos de haitianos que ni trabajan, no estudian, viven ejercitándose en los gimnasios y pagando alquileres de apartamentos y casas por encima de lo que establece la Ley de inquilinos.
Abarrotan los supermercados, plazas, comen en los mejores restaurantes, usan celulares dotados de los últimos avances tecnológicos, y muchos de ellos entran a algunas universidades sin estar matriculados, porque echan los días sentados en bancos de esos centros, y otros, en cambio, echan los días y noche solo merodiando en sus periferias sin cuadernos ni libros.
Mientras que por otro lado, los centros de Internet de la ciudad viven llenos desde las primeras horas de la mañana hasta que sus dueños y empleados deciden cerrar sus operaciones.
Ahora que República Dominicana es vapuleada, vilipendiada, insultada y denunciada en organismos internacionales como si se tratara de una niña malcreada, la acusan de que desde aquí hay planes desestabilizadores para sacarlo del poder, lo que se interpreta como una MALACIA vulgar.
Es bien sabido que las relaciones de Martelly con miembros de pasados gobiernos de Haití y con diplomáticos estadounidenses ha recibido opiniones mixtas y también es objeto de una andana de críticas por parte de su fans y sus activistas.
Martelly se ganado muchos enemigos gratuitos desde que asumió el poder, siendo fuertemente bombardeado por todos los lados.
El mismo Presidente le ha permitido al primer ministro hacer lo que le venga en gana, como es crear confrontaciones con sectores económicos de la República Dominicana
Por su flojedad ha permitido que sus funcionarios hagan lo que le venga en gana permitiendo el contrabando y creciendo la migración haitiana hacia territorio dominicano.
Otra cosa que desfavorece la permanencia por mucho tiempo del Presidente haitiano es que es muy amigo del saliente presidente René Préval.
Otro fenómeno que va en contra del mandatario es que tiene lazos de amistad muy estrechos con el teniente coronel haitiano Michel François, exjefe de la Policía de Puerto Príncipe, quién fue convicto por crímenes de lesa humanidad.
Toda esta telaraña perjudica ampliamente al mandatario haitiano y por esas y otras acciones va en desventajas.
Michel Joseph Martelly , el actual presidente de Haití es conocido popularmente como Sweet Micky.
Es un músico y cuando fue electo presidente salió por televisión bailando con un “taparrabo” en medio de una muchedumbre de sus parciales siendo observado por millones de seres humanos.
Además, es personaje es un activista y político haitiano que hay sido el primer presidente legítimo de su Nación que sucede a otro electo también democráticamente.
Proviene de una familia de clase media, ya que su padre era supervisor de una planta petrolífera.
Mientras que su abuelo materno, Auguste de Pradine, fue un cantante haitiano que compuso canciones en contra de la ocupación estadounidense en Haití en el año 1915.
Este personaje del arte, hoy presidente no tiene muchas alternativas y carece de iniciativas.
Y las pocas que pueda tener para su ejecución deben estar autorizadas por el Primer Ministro que es quien tiene cogido el sartén por el mango.
Pero ese mango está muy caliente para el músico y presidente haitiano poder retenerlo.
QUIEN ES ESTE HOMBRE
Martelly ha tenido grandes reveses en su vida.
Aprendió a tocar el piano por si mismo, porque en la escuela, al parecer no lo asimilaban.
Se graduó en la escuela de preparatoria.
Intentó estudiar la Carrera de Medina, pero en la universidad de Haití lo rechazaron.
Se inscribió en la Academia Militar Haitiana desde donde desertó.
La causa principal de salir huyendo de la Academia Militar
Para evitar ir a la cárcel huyó a Estados Unidos junto a su esposa que en aquella ocasión tenía.
Este hombre desde Haití emigró en el año 1984 a Estados Unidos y de manera efímera se inscribe en la universidad de la universidad comunitaria de Red Rocks.
Continúa con sus travesuras y en la Universidad solo duró un semestre. La mujer que lo ayudó a escapar de Haití la abandonó y luego retorna a su tierra en el año 1986.
Sigue con el relajo y en 1987 retorna a los Estados Unidos con su novia Sofía.
Hizo en Miami una boda y se casó con Sofía y procrea a Olivier.
Optó por a trabajar en un local en construcción durante un año, y regresa en el año 1988 de nuevo con su esposa a Haití.
De inmediato comienza a tocar y cantar a Petión y Ken scoff, dos de las ciudades ubicadas en los tantos suburbios que hay en Puerto Príncipe la capital de Haití.
A éste se le reconoce por ser un pionero musical que tocan konpa dirèk.
Esto es un género bailable surgido en Haití en lengua criolla y que surgió en los años de 1950 el cual fue creado por el también músico haitiano Nemours Jean-Baptiste.
Martelly, es un teclista y ahora presidente de un país convulsionado, con habitantes que parecen sin orientes, sin perspectivas, sin protección de su propio gobierno.
Sus habitantes viven como las aves sin nidos, desamparados y desprotegidos de su propio Estado y que llegan a República Dominicana de forma convulsivas, a un país que no es el suyo a exigir, muchos de los foráneos documentos que ni siquiera en su propia tierra lo consiguen.
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